Dada
su actual condición de patrocinadores, promotores y colaboradores en el desarrollo
de dos exposiciones que forman parte del evento "Canon - Los Chicos", nos dirigimos a ustedes, pues como
bien saben, esta exposición muestra fotografías de personas homosexuales y
transexuales, vestidas y desnudas, utilizando signos de la religión y la
cultura católicas. La exposición se encuentra en la Casa de la Cultura de
España desde el pasado 8 de febrero y pretende permanecer toda la Cuaresma, la
Semana Santa y parte de la Pascua hasta el 23 de abril.
A su vez, en
el Museo de Arte Contemporáneo de Lima (MAC) se expone la otra parte de la
exposición llamada "Virgenes en la
Puerta", en alusión a la venerada patrona del norte peruano, que por
cierto, ha sido coronada solemnemente por el Papa Francisco durante su
multitudinaria visita al Perú en el mes de enero. Es una colección fotográfica
de transexuales en posición blasfema.
Así lo explica el MAC en su web: “(…)
adquieren una dignidad celestial que nos llevan a conectarnos con referentes icónicos de las pinturas religiosas del periodo colonial como pueden
ser la “Virgen de la leche” o “Santa
Rosa de Lima”.
Adicionalmente, en la propia web del MAC se dice que la
muestra está "enfocada en las
mujeres transgénero de la capital”, así como que "los retratos de Los Chicos desafían las concepciones
tradicionales de masculinidad en Perú”. Esta exposición pretende permanecer
en el MAC del 7 de febrero al 1 de abril próximo.
Por lo
expuesto, es nuestro deber recordarles que, en calidad de Estados, tanto Perú
en 2005, como España en 2006, ratificaron la Convención para la Salvaguardia
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, la cual genera la obligación de
los Estados miembros de “salvaguardar” todo Patrimonio Cultural Inmaterial. De acuerdo
con el texto de dicha Convención, dicho Patrimonio se define como “los usos, representaciones, expresiones,
conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y
espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y
en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su
patrimonio cultural.” (Artículo 2.1). Se manifiesta,
entre otros ámbitos, en los “usos sociales, rituales y actos festivos”
(artículo 2.2).
Los
Estados miembros que ratificaron la Convención están obligados a defenderlo y
para ello, deben adoptar “las medidas
encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial,
comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación,
protección, promoción, valorización, transmisión (…) y revitalización de este
patrimonio en sus distintos aspectos.” (artículo 2.3). En consecuencia, las tradiciones, ritos, signos,
objetos y representaciones de la Cristiandad están comprendidos en el ámbito de
protección de la citada Convención.
Por otro lado, en nuestro país, a través de la Ley Nº 29635,
Ley de Libertad Religiosa (artículo 10), el Estado Peruano reconoce el
Patrimonio Cultural de las religiones y, sobre todo, el artículo 50 de la
Constitución Política del Perú reconoce a la religión católica como un elemento
importante en la formación cultural del Perú. En conclusión, la religión
católica posee un Patrimonio Cultural Inmaterial que es reconocido y valorado
por el Estado en su legislación interna y que, en consecuencia, debe ser
respetado también por los países firmantes de la Convención.
La Cristiandad es el mayor de los frutos que España
nos dejó como legado, por lo cual siempre le vamos a estar agradecidos. Por esa
razón, nos duele saber que ahora este país, en nombre de una mal entendida
libertad de expresión, mediante el patrocinio y promoción de estas exposiciones,
intente menoscabar la herencia cultural y religiosa de la que los peruanos nos
enorgullecemos.
Por lo tanto, les informamos que el patrocinar o ayudar a una
exposición que denigra las tradiciones, ritos, signos, objetos y
representaciones de la Cristiandad constituye no sólo una ofensa al credo
católico de la mayoría de los peruanos, sino también una falta de cumplimiento
de parte de otro país a las obligaciones de la Convención ya señaladas. Por
ello, y siendo consecuentes con la defensa y promoción de los valores
cristianos que caracterizan a nuestra asociación, les exigimos, procedan a
retirar toda promoción, patrocinio o colaboración a las exposiciones mencionadas,
a fin de demostrar el fiel cumplimiento de sus obligaciones internacionales.