jueves, 24 de mayo de 2018

Opus Wayka


Sabemos que en el matrimonio, el hombre y la mujer se hacen una sola carne de acuerdo al Evangelio y a la vocación común que comparten. Existen  ejemplos destacados, pero en esta ocasión, es propicio presentar un ejemplo nacional que está dando que hablar: Justo Balmaceda y Giuliana Calambrogio. Esta pareja de esposos, padres de 8 hijos, conforman el colectivo Padres en Acción, camino a inscribirse como Asociación en Registros Públicos y accionante en el proceso judicial de nulidad de la Currícula Escolar por introducir la ideología de género. Ambos están siendo insultados diariamente en el twitter y en el facebook por su actividad profamilia y en defensa de la verdad.


El mismo día en que el nuevo Cardenal, Pedro Barreto concedió una entrevista en la que se mostró favorable al “enfoque de género” (entendido como igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, de acuerdo al siguiente enlace https://youtu.be/oQ0nkmOkdO0), el portal Wayka.pe lanzó una noticia titulada “Líder de Padres en Acción declaró bienes por más de S/ 198 millones” (aquí el enlace https://wayka.pe/padres-en-accion-declaro-bienes-198-millones/). El diario La República replicó la noticia con las correspondientes fotografías de sus declaraciones juradas y sus fuentes de ingresos resaltando el simple hecho de haber llamado la atención de los fiscalizadores de la Contraloría.


Ante esto muchos se preguntarían por qué ambos medios dieron tanta cobertura sobre los ingresos (lícitos y declarados) de Justo Balmaceda, que, como cualquier ciudadano, tiene todo el derecho a disfrutar de las ganancias de su trabajo e invertirlas para fines nobles o para proveer de comodidades a su familia. Muy simple: porque ambos medios están comprometidos con la “agenda de género” que se busca imponer en nuestro país vía la ONU, CEDAW, UNESCO, etc. y gracias a sumas millonarias otorgadas principalmente a ONGs simpatizantes del pensamiento único caviar.


Hay un párrafo del artículo que sí genera sospecha de desacreditación y el posterior acoso contra Giuliana Calambrogio en las redes sociales: “El nombre de Calambrogio resonó recientemente cuando circularon en redes sociales cartas firmadas por ella como directora de la Oficina de Educación Católica del Arzobispado de Lima, en las que instaba a los directores de colegios públicos a participar en la ‘Marcha por la Vida’ con una comitiva de 15 estudiantes y comunicándoles que se les entregarían alcancías para recoger limosnas, lo que fue criticado por distintos sectores”.

Los colegios religiosos a cargo de la Iglesia Católica son administrados por laicos católicos, opusdeístas o no, y tienen que rendir cuentas a cada diócesis donde funcionan. Una de sus funciones es promover la Marcha por la Vida, organizada por la Arquidiócesis de Lima, la más importante del país. Esta marcha agrupa a católicos y no católicos en una sola voz: la defensa legal, moral y social de los más vulnerables de nuestra sociedad, es decir, los no nacidos, los niños, las mujeres y los ancianos (perdón, adultos mayores, porque así lo “ordena” la corrección política).


Habría que preguntarle a Wayka lo siguiente:
  • ¿Verificó si eran realmente colegios públicos o no se molestó en investigar?
  • ¿Sabía que en el Código de Derecho Canónico se regula la administración episcopal de los colegios católicos, en específico en el Libro III (La función de enseñar de la Iglesia), Título III (de la educación católica), Capítulo I (De la escuela), Cánones 796 – 821? Se puede comprobar ingresando a este enlace http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KXGFyYAuZjUJ:www.vatican.va/archive/ESL0020/_P2L.HTM+&cd=3&hl=es&ct=clnk&gl=pe
  • ¿Por qué resaltan que esta pareja de esposos sea del Opus Dei y que ambos hayan estudiado posgrados en la Universidad de Navarra, una de las más prestigiosas y serias del Reino de España?
  • ¿Por qué se resalta que Justo Balmaceda sea millonario y propietario vía anticipo de legítima de un gran terreno en Sechura?
  • ¿Por qué Wayka califica en un video de “secta conservadora” al Opus Dei? ¿Acaso no sabe que, de acuerdo al DRAE, secta es una “comunidad cerrada, que promueve o aparenta promover fines de carácter espiritual, en la que los maestros ejercen un poder absoluto sobre los adeptos”? ¿Acaso no sabe que es una prelatura personal reconocida por la Iglesia Católica y abierta a cualquiera que desee afiliarse a ella o dejarla?
  • ¿De dónde afirma que el Opus Dei busca imponer sus intereses? Lo mismo se dijo cuando el Cardenal Cipriani buscaba lograr, sin éxito, que se cumpliera legalmente el testamento de José De la Riva Agüero y Osma sobre el predio donde funciona la PUCP.
  • ¿Ha leído el documentado libro de John Allen "Opus Dei"? No es una novela ni una investigación sesgada, sino imparcial y escrita por un vaticanólogo que ha vivido en sus sedes y tratado a sus miembros. Un poquito de cherry nunca está de más en este caso.


Ante la ausencia de respuestas, nosotros elaboramos estas preguntas:
¿Ser millonario con ingresos legales y declarados ante el fisco te vuelve un paria? ¿Ser del Opus Dei te vuelve un paria? ¿Evangelizar te vuelve un paria? ¿Ser directora de la Oficina de Educación del Arzobispado te vuelve un paria? ¿Defender al Arzobispo de Lima y Primado del Perú te vuelve un paria? ¿Ser conservador te vuelve un paria? ¿Interponer una acción popular ante el Poder Judicial te vuelve un paria? ¿Criticar una opinión te vuelve un paria? ¿Desenmascarar la ideología de género te vuelve un paria? La respuesta a todas ellas es NO, porque vivimos en una sociedad libre y no comunista y menos aún cristianofóbica.


Respetamos la libertad de conciencia, de opinión, de expresión y de culto, pero cuando ya se conoce la línea editorial de medios que, sin mayor motivación que buscar tres pies al gato, intentan revelar con un tono condenatorio (sin llegar a ser denunciante) los trabajos de una pareja de esposos que, hasta la fecha, han demostrado ser transparentes en sus actividades e inversiones, lo mejor que se puede hacer es salir a defenderlos. Estar en las antípodas de una forma de pensar, sentir y vivir no convierte a nadie un paria social. Sin embargo, tras estas publicaciones, eso parece inferirse de ambos medios, convertidos en tribuna periodística para los defensores del Lugar de la Memoria. Un lugar ahora denostado por enseñar (con dinero público) una visión falseada de la historia nacional a los desconocedores de nuestro pasado reciente. Quiénes mejor que los familiares de las víctimas del terrorismo para confirmarlo a través del último pronunciamiento del FENAVIT (Federación Nacional de Víctimas del Terrorismo).


lunes, 7 de mayo de 2018

En memoria de Alfie Evans


Buenos días, buenas tardes y buenas noches a todos, estimados lectores. Esta columna del blog se convierte, por primera vez, en el estrado de una joven lectora, quien me solicita publicar su convocatoria para la Marcha por la Vida Lima 2018. Debido a que tuvimos bastantes contratiempos y dificultades, porque el tiempo pasó volando y no se pudieron hacer las ediciones para que la presentación salga más fashion, hoy domingo 6 de mayo sale a la luz la mencionada convocatoria. Demás está decir que esta tribuna provida está comprometida con la defensa de los no nacidos, los ancianos, los niños, las mujeres, las familias, las madres gestantes y las que sufren dificultades en sus embarazos. Una prueba es mi columna "Ladran Sancho, señal que avanzamos" (ver enlace aquí http://pandeazucarperu.blogspot.pe/2014/03/ladran-sancho-senal-que-avanzamos.html)


Ahora que ha pasado la marcha, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que, una vez más, fue un éxito masivo y eso se constata por una serie de razones que podemos citar a continuación:


  • La resultados oficiales cifran en un millón de personas en todo el país: 800 mil en Lima y 200 mil en provincias.
  • La participación conjunta de católicos y no católicos, autoridades, funcionarios públicos, profesionales y gente de buena voluntad que se plegó para darle voz a los "sin voz".
  • La participación de madres gestantes, familias, religiosos, médicos y personas que se atrevieron a dar sus testimonios de conversión y de lucha por la vida a pesar de las dificultades que debieron afrontar en el camino.
  • La mayor seguridad brindada por la policía, especialmente a la hora de desalojar a las decenas de militantes pro aborto que se colaron con disfraces ofensivos, pancartas provocadoras y gritos llenos de blasfemias e insultos contra los participantes. Así quedó manifiesta su agresividad y afán de robar cámaras por unos minutos tomando como pretexto el drama de las niñas embarazadas por violación, algo que requiere atención ético-profesional adecuada sin menoscabar al nasciturus que está en formación, independientemente de las circunstancias de su concepción.
  • La mayor presentación de manifiestos e iniciativas legales en favor de los no nacidos y de los ya nacidos que necesitan cobijo y protección, como por ejemplo, el proyecto Cunas Salvadoras y, otros que aún están en elaboración.


  • La realización en simultáneo con la Marcha por la Vida en toda Colombia, que aglutinó a más de 400 mil personas, la Marcha por la Vida en Londres, Reino Unido (por primera vez) y la Marcha por la Vida, hoy, en Río de Janeiro, Brasil.
  • Como consecuencia de lo anterior, la mayor toma de conciencia de la sacralidad de la vida humana y de la defensa del matrimonio para la formación moral, estabilidad emocional y crecimiento en la fe, por parte de un ser humano, que le ayude a su crecimiento y desarrollo a plenitud. Ello, a raíz del monstruoso ASESINATO del bebé británico Alfie Evans en un hospital de Liverpool. Por cierto, esta columna está dedicada a su memoria, pues siendo frágil, dio ejemplo de ser un guerrero que destapó las entrañas de un sistema legal y sanitario inhumano que adoptó la ideología de género, arrebatando la patria potestad a sus papás en nombre del "interés del niño" (o sea, a morir), zurrándose sobre Italia, el derecho internacional, los derechos humanos, el hospital Bambino Gesú y también sobre el Papa Francisco.
  • El cambio en la línea editorial de varios diarios de circulación masiva (El Comercio, Correo, La República, etc.), a diferencia del año pasado, cuando se dio la marcha #ConMisHijosNoTeMetas. Es cierto que es un cambio tímido, pero aun así es saludable, pues el carácter masivo de la marcha no puede ser tapado con noticias menores.


En resumen, es una muestra cívica de cómo buena parte de la población no está dispuesta a dejar que le sea arrebatada su identidad como nación, su cultura, sus valores, sus tradiciones, su fe, su educación y su moral por parte de lobbies, ONGs, financistas, multinacionales y organismos internacionales abiertamente ideologizados y que buscan imponer de forma milimétricamente imperceptible un programa de pensamiento dominante basado en el marxismo cultural, como bien lo denuncian numerosos analistas de varios países, debidamente empapados del tema, y que muchas veces no encuentran tribuna mediática, salvo en la prensa independiente o en las redes sociales.


La agresividad de la minoría pro aborto y su influencia en la gran prensa se ha dejado sentir con mayor intensidad este año, especialmente contra el tigre Ricardo Gareca, y algunos miembros de la selección de fútbol que nos representarán en el Mundial, pero, a su vez, la respuesta de las familias peruanas que reclaman seguridad, educación con valores y servicios de salud eficientes ha sido contundente, pues a medida que la presión internacional y mediática se agudice contra Perú, los colectivos que defienden la vida y el matrimonio deberán articular mejor sus estrategias de defensa, formación y acción para tener mayor llegada a más personas que requieren de instrucción en este tema que no se circunscribe a la política o a la religión, sino que es de índole social, jurídica y derechos humanos. Por eso, hubiera sido interesante que el presidente Martín Vizcarra se manifieste sobre este evento, como también lo hizo durante la Marcha #NiUnaMenos de 2016. Si no lo hizo él, pudo hacerlo la primera dama, aunque sea con un tweet. Ojalá esto sea una lección para no guardar una mal entendida imparcialidad.


Sin más que añadir, redactamos a continuación el mensaje de la lectora Tania Vásquez (nombre autorizado, por si acaso) y esperamos que los frutos de esta iniciativa ciudadana, con el apoyo del Arzobispado de Lima y de las iglesias evangélicas, sigan creciendo para convertir a Perú en el bastión provida por excelencia de América Latina:


🎉Hoy es un gran día en nuestro Perú, pues se realizara la #MarchaporlaVida🎉
Y es un gran día, porque es la celebración de la vida del niño por nacer más grande de América y quizá una de las más grandes a nivel mundial, que busca concientizar sobre la importancia de defender este derecho.



Es un gran día, porque es una fiesta donde todos los peruanos, sin diferencias, nos reunimos para recordar al Estado que esa madre y ese niño por nacer tienen derechos, no son excluyentes y que la vida de ambos importa. Buscamos la igualdad de oportunidades para los niños desde el vientre materno.



Nos recuerda que es misión de cada uno solidarizarnos con esa madre gestante y con ese niño, sin discriminarlo por su origen ni por su condición.


Nos recuerda que todos los días podemos hacer algo, desde una palabra de apoyo, un acto solidario, y a nivel de decisores políticos, que es importante promover leyes laborales y sociales que defiendan a las madres en espera y a sus esposos, que mejoren las condiciones de atención en salud de la madre gestante que vive en el lugar más recóndito del país – sí, a ese que llegas solo caminando- una mejor educación para ellas, promoción de valores en la familia, programas de soporte emocional, prevención de violencia de todo tipo dentro de la familia, un mejor sistema de adopción, un mejor cuidado de la salud para los niños que tienen problemas genéticos desde el vientre de la madre, un mejor sistema de salud para nuestros ancianos y mejor cuidado para nuestros enfermos terminales...Todo eso y más es lo que implica defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural.



Si, sé que suena a mucho presupuesto y que hoy por hoy somos un país de medianos ingresos. Pero si defendemos la vida, les exigimos a nuestros representantes un verdadero progreso a largo plazo, pues el aborto es una salida fácil pero nunca será una solución. Legalizar el aborto no lo hace seguro,  menos en un país como Perú donde es necesario mejorar nuestro sistema de salud, de educación, de transporte y comunicaciones y sobre todo nuestro sistema de valores, comenzando por las áreas rurales. De nada nos sirve legalizar el aborto si una adolescente, en Chumbivilcas, luego de abortar puede sufrir una infección, o una hemorragia uterina potencialmente mortal, que no va a ser atendida adecuadamente en nuestros centros de salud que son pobres en recursos humanos y no humanos, pues muchos están desabastecidos de medicamentos básicos, de médicos y hasta de ambulancias. Y si hubiese ambulancia, ¿En cuántas horas llegamos al hospital de referencia más cercano? ¿Cuántas personas, pacientes, médicos serumistas han fallecido transportando pacientes en las carreteras porque éstas  son precarias? Muchos pensarán que el aborto disminuye la mortalidad materna, pues hay ”estudios” que lo reportan. Pero si revisamos bien las referencias, los resultados son contradictorios. Y los mejores resultados son de países como Estados Unidos o Canadá o Suecia, que no tienen deficiencias en salud, y cuyas carreteras son óptimas. Aun así encontraremos estudios, en Estados Unidos por ejemplo, donde el aborto es la causa más frecuente de reingresos hospitalarios. ¿Cómo afrontaríamos esta realidad en nuestro país, donde nuestros hospitales en provincias están desabastecidos? El aborto a su vez, perpetúa la violencia machista, pues esa adolescente víctima de una violación y un aborto, regresará a su casa, con las mismas probabilidades de seguir siendo violentada y humillada, mientras su agresor continuara teniendo la conciencia tranquila, pues su hijo no estará allí para recordarle su delito. Y eso nunca lo escucharemos de las ONG pro-abortistas, como PROMSEX, pues es una amenaza para el negocio del aborto. Para ellas, la única solución  es asesinar al niño en el vientre, pues eso  las hace  más elegibles a financiamiento extranjero. El aborto sólo llena el bolsillo de estas ONGs, le da una solución rápida  a las mujeres que puedan acceder a ello, pero abandona a las mujeres que realmente necesitan una alternativa de desarrollo. El aborto es un engaño para nuestra sociedad, asesina a seres humanos inocentes y  nos lleva a negar nuestros verdaderos problemas como país.



Las mujeres del Perú necesitamos iniciativas que verdaderamente nos apoyen, a nosotras y a nuestras familias. Para ello  necesitamos afrontar el problema desde una perspectiva más amplia, aquella que reconoce la debilidad en nuestro sistema, sobre todo en  salud y educación. Solo así, podremos  exigir a nuestros representantes un cambio positivo. Como país, nos lo merecemos. Si adoptamos un enfoque pro-vida en nuestras iniciativas podemos enrumbarnos hacia un progreso sostenido. Protegiendo la vida del niño por nacer, nos protegemos todos.



¿Si defendemos la vida, fortalecemos la solidaridad que tanto caracteriza a nuestro querido Perú. Unidos podemos hacer un Perú mejor.

#LaCalleEsNuestra
#UnidosPorLaVida
#GraciasMama