sábado, 3 de octubre de 2015
Hartazgo colectivo
Estamos inundados de malas noticias en el plano político y de seguridad ciudadana. Los medios de comunicación y las redes sociales son la caja de resonancia de la inacción de nuestras autoridades y de la corrupción política, social e institucional de nuestra débil democracia. Humala dijo en su discurso presidencial del 28 de julio de 2011 que él mismo presidiría el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana para encarar este problema con los pantalones bien amarrados (se daba por sentada esa actitud, dada su experiencia como militar). Que yo recuerde, sólo una vez cumplió su palabra y no logró disminuir la delincuencia de nuestras calles ni menos hacernos salir del primer puesto a nivel mundial como país productor de cocaína. Los más sarcásticos dirán que al menos tenemos el primer puesto en algo, por más malo que sea.
Si Humala hubiera sido elegido presidente 25 años antes, Perú estaría convertido en una nueva Camboya y muchos de nosotros estaríamos haciendo nuestras vidas en el extranjero. Los que se hubieran quedado, apelando al patriotismo y a la esperanza, estarían convertidos en esclavos (con grilletes y todo) del presidente Gonzalo, quien habría derrocado violentamente al comandante y quién sabe qué le habría hecho a su esposa. Eso lo dejo a la imaginación de los Allan Moore locales para que, inspirados en su célebre cómic "Watchmen", inventen un universo alternativo nacional, pero aquí les dejo una idea: no habría ocurrido el autogolpe de Fujimori ni los escándalos de corrupción de Montesinos, pero el país se llamaría República Popular Democrática del Perú (como Corea del Norte) y estaría regado de cadáveres de opositores políticos, intelectuales, periodistas, y personas comunes y corrientes que hubieran preferido entregar su vida por su fe o sus ideales o simplemente porque no estaban de acuerdo con Sendero Luminoso. Se adoraría a Abimael llamándolo "presidente eterno" como a Kim Il Sung y la religión oficial sería el marxismo-leninismo-maoísmo-pensamiento Gonzalo. Se cavarían interminables fosas comunes para los peruanos muertos por fusilamientos, torturas, hambruna y el número de víctimas mortales dejaría pálida a la inflada cifra que el informe final de la CVR expresó (usando una técnica para contar anchovetas). Camboya, en cuatro años de la dictadura maoísta de Pol Pot, registró casi dos millones de muertos, y seguiría la cuenta, de no haber sido invadida por Vietnam en 1979. ¿En qué situación estaríamos en el presente año? ¿El Dr. Manhattan desintegrará a los senderistas con el mero uso de la voluntad?
Quería expresar esto por la preocupación de la población ante la pronta liberación de los ex cabecillas senderistas que el año que viene dejarán la cárcel y por la propuesta de ciertos candidatos a la presidencia de militarizar las calles para lograr la seguridad ciudadana, pero eso sería un falso remedio. El diario El Comercio advirtió sobre las consecuencias legales de tamaña propuesta (ver el siguiente enlace: http://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-calle-sin-botas-noticia-1845557?flsm=1). Los fujimoristas dirán que los asesinos salen en libertad, mientras que el ex presidente Alberto Fujimori, el gobernante que los derrotó en su gobierno, se pudre en la cárcel y que eso sólo favorecerá la candidatura de su hija Keiko, aunque ahora ésta intente dar un viraje a sus ideas tras sus últimas declaraciones en Harvard. Lo que diga el marqués y premio Nobel de Literatura al respecto, simplemente serán expresiones de odio eterno, pues ningún partido político es inmaculado y ni siquiera Isabel Preysler ni el viagra le purificarán el corazón de su gigantesca y herida egolatría. Como diría Clark Gable en "Lo que el viento se llevó", antes de que finalice la película, "Frankly mi dear, I don't give a damn".
Estamos hartos de esta situación, sí. La campaña "Chapa tu choro y déjalo paralítico" dividió las opiniones de la ciudadanía, pero es la genuina expresión de un pueblo que no se quiere convertir en esclavo de los "marcas", secuestradores, carteristas, violadores y demás lacras; aunque da la impresión de que sí desea ser esclava, al menos de manera inconsciente, de los ladrones de cuello blanco, es decir, narcos con carisma, aventureros políticos con cautivadora labia para los cándidos votantes, empresarios corruptos que cambian de camiseta cada cinco años para no arruinarse económicamente y políticos que juegan al doble discurso. Al final, la tranquilidad debe reinar en las calles, pero en las instituciones que hagan lo que quieran. Después de todo, las autoridades son nuestros mejores representantes. Incoherencia total. Después andamos quejándonos día tras día.
Ante las situaciones de crisis, un porcentaje significativo de la población ya no cree en la democracia y que el sistema económico de la Constitución debe cambiarse para combatir la pobreza, porque ésta es la causa de la delincuencia. Parecen ignorar que el actual sistema sacó a muchos peruanos de la pobreza extrema y reveló el carácter emprendedor de muchos peruanos para producir riqueza sin que ésta les sea arrebatada por el tiranosaurio estatal, como lo fue el de los años 70 y 80, protegido por la Constitución anterior. Los ajustes al sistema son necesarios, y bienvenidos sean, siempre que sean de manos de profesionales competentes y talentosos con visión a largo plazo. También ignoran que el secreto para salir de la pobreza está en fomentando la educación de calidad, pues así las nuevas generaciones no serán títeres de los demagogos y aventureros que ambicionan el poder por estatus o por vanidad. Como bien lo dijo, Andrés Oppenheimer, estamos en el siglo del conocimiento, y mientras más imitemos las políticas educativas de los tigres asiáticos, más ascenderemos como nación. Después de todo, la democracia es el menos malo de los sistemas de gobierno (Churchill dixit).
Como una forma de desahogo humorístico termino reproduciendo una columna de Andrés Bedoya Ugarteche, en la que hace un curioso pedido (en español) al presidente Obama, para solucionar la preocupante situación del país, a la que se suma el conflicto por la explotación del proyecto minero Las Bambas. Todo ello, mientras la situación siga como está durante los próximos seis meses, hasta que salga elegido el próximo presidente. Ojalá ayude a hacer votar mejor a la población, pues también tenemos parte de responsabilidad en el devenir de este país y en la enseñanza y práctica de los valores morales. El mencionado artículo, titulado La súplica, es de actualidad, pese a que fue escrito hace cuatro años. Enjoy it!
Distinguido señor don Barack Obama,
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
Washington D.C., EE.UU.
Estimado Señor Presidente:
Es posible que no lo sepa, pero al sur de su país, en pleno Océano Pacífico, está flotando una barcaza llamada "Perú", poblada por más de 28 millones de zonzos que no saben qué hacer para huir al continente. Nos estamos dirigiendo a escollos y cuando los toquemos... ¡Chau Rosa!
Le ruego no mencionar al capitán de la nave. El pobre hombre no sabe dónde está. Lo hemos colocado como siete veces frente al timón y las siete veces se ha resbalado. La última vez tuvimos que atarlo al timón y lo mismo que nada. Es peso muerto. Sus segundos tampoco hacen nada. Y los escollos están cada vez más cerca...
El problema aquí, señor presidente Obama, es que tenemos un levantamiento irracional en la cubierta de proa, motín que no es posible acallar. Usted dirá "usen la fuerza", pero no hay quien tenga los cojones de dar la orden. Aquí -no como allá en EE.UU.- el Ejército y la Policía están de adorno: para desfiles o dirigir mal el tráfico. Además, después procesarían a los uniformados por la CIDH y las ONGs, cosa que jamás sucede en su país.
Y lo grave es que mientras esta revuelta va creciendo y creciendo hacia el resto de la barcaza, nuestras autoridades insisten en "conversar y conversar". La cosa ahora es que esto se trata de una mina, que los amotinados no quieren que exista. No hay "conversación" posible para ellos. O la mina se va, o la mina se va. Ahí queda todo. Pero nuestros idiotas gobernantes insisten en "conversar". Son la tetudez hecha carne. Seres inútiles que nos acercan cada vez más a las rocas.
De allí mi carta. Sabemos que usted posee varios portaaviones de última clase. Nos bastaría uno, de la clase Nimitz, pero debe ser puesto a nuestra disposición a la brevedad posible. Claro que los van a tildar de "imperialistas, abusivos y criminales", pero qué mierda, hombre. ¿No les dijeron lo mismo en Irak? Así que engánchenos al portaaviones y que sus Marines pongan orden. Luego remólquenos al continente. De lo contrario, tendremos un pirata rojo al mando: pata de palo y todo lo demás. En todo caso, la ausencia de tripulación (o gobierno) aquí nunca se siente. Nosotros seguimos utilizando la Rosa de los Vientos, el astrolabio y la brújula de corcho.
Yours sincerely
La Ortiga CM
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