Carlos Castillo Mattasoglio, Arzobispo de Lima (Fuente: www.aciprensa.com) |
¡Feliz año a todos mis estimados lectores! Mis mejores deseos y oraciones para cada uno de ustedes para este flamante año 2020. Nada mejor que comenzar con un artículo catequético referido a un tema que ha causado desconcierto en un sector de la feligresía. Hace apenas 2 días me enteré de las palabras pronunciadas por el Arzobispo de Lima, Carlos Castillo, quien aseguró que “nadie se convierte con el Sagrario” Y todo, en el marco de la Asamblea Sinodal Arquidiocesana: "Iglesia de Lima, a ti te digo ¡Levántate!", realizada del 6 al 8 de enero en la capital peruana. En mi condición de creyente, me permito tomar algunos extractos de la noticia propalada por la agencia de noticias ACI Prensa, de fecha 9 de enero, para ilustrar con detalle lo que dijo monseñor:
“Lo decía el Papa cuando decía que ‘yo me he convertido a partir de que
estuve contemplando el Sagrario’. Eso lo dijo en Trujillo. Bueno, discúlpenme
pero nadie se convierte con el Sagrario. Todos nos convertimos a partir del
encuentro con personas que nos interpelan y que son dramas humanos en donde
surge la posibilidad de encontrar al Señor”, afirmó el Prelado
en una ponencia el 7 de enero, según se aprecia en un video publicado en el
canal de Youtube del Arzobispado de Lima.
Sabemos por hechos recientes que
Monseñor Castillo, en su calidad de discípulo del sacerdote Gustavo Gutiérrez (padre de la Teología de la Liberación), tiene una posición progresista de izquierda que se refleja en
sus discursos, homilías, videos y entrevistas. Todo eso está registrado y al
alcance de cualquier interesado. No es mi intención compararlo con ningún otro
sacerdote u obispo "de derechas" pues eso sería muy limitante para
comprender la magnitud del error. Tampoco es mi intención dar clases de
teología ni escribir un tratado sobre la Eucaristía. Sólo me limitaré a decir
lo que pienso de las palabras del arzobispo. Para ello empezaré diciendo que es
cierto, al Señor se le puede encontrar reflejado en nuestro prójimo,
especialmente el más sufriente. Pero su presencia no se limita a ello.
Hace pocos días visité Cusco y tuve
la oportunidad de presenciar misas oficiadas con mucha reverencia por los sacerdotes
encargados en la Catedral y especialmente en Machu Picchu, en cuya parroquia
Virgen del Carmen (la única que existe en el pueblo), el presbítero aprovechó
la homilía para dictar una magistral catequesis de 45 minutos sobre el valor de
la familia, precisamente en ese 29 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia.
Y no solo eso: había un conjunto escultórico detrás del altar, en el que María
y José estaban de rodillas, en gesto de adoración y ternura no hacia una
escultura del niño Jesús, sino hacia el mismísimo Sagrario, donde Jesús Sacramentado
permanece en espera de nuestra presencia. Sinceramente, fue una catequesis
hecha sin palabras, pero con la humildad propia de la sabiduría popular.
San Juan Bosco dijo que para que el
sacerdote pueda mirar la realidad “con ojos de hombre y con ojos de Dios” se
debe pasar “mucho tiempo delante al tabernáculo”. Además, en diversas
oportunidades, el Papa Francisco se ha referido a la importancia de rezar ante
el Sagrario y dijo una vez que al ser sucesor de los apóstoles, está llamado
por Jesús para quedarse con Él y, por ello, “delante del tabernáculo aprende a
confiarse al Señor”, porque allí “encuentra su fortaleza y su confianza”. Eso
puede explicar que muchos robos sacrílegos tengan como objetivo profanar la
Santa Eucaristía, por lo que incluso los satanistas parecen creer más firmemente
en la presencia real de Jesús en el Sagrario que muchos que se dicen católicos.
De ahí nuestra gran responsabilidad en la formación y defensa del más
importante de los sacramentos.
La base bíblica de la Eucaristía se encuentra en todas y cada una de las páginas de la Biblia. El doctor en teología Fernando Casanova lo confirma con su testimonio de conversión movido por el estudio de la palabra referido a la Eucaristía. El mejor homenaje que podemos tributar a nuestros predecesores en la fe, mártires algunos de ellos por defender la Eucaristía, es tomar unos minutos de silencio y abrir el corazón ante lo que ese Dios silencioso y amoroso nos quiere comunicar de múltiples maneras, presente en cada frágil e indefensa partícula de pan consagrado. Los anticlericales y los necios se burlarán de mis palabras, pero eso a mí me es indiferente.
Al principio quedé desconcertado por
el hecho de que un obispo católico niegue ante todo un grupo de personas la posibilidad
de experimentar una conversión interior al contemplar a la Segunda Persona de
la Santísima Trinidad presente en cada hostia consagrada guardada en todos los
tabernáculos de las iglesias del mundo. Ante eso, puedo afirmar, sin temor a
equivocarme, que existen muchos casos que prueban todo lo contrario. Pongo como
ejemplo el más reciente: el del futuro sacerdote canadiense Marcus Schonnop (ver
aquí el artículo: https://www.religionenlibertad.com/personajes/770322988/Agnostico-casi-ateo-ante-el-Santisimo-reto-a-Dios-senti-olas-de-gozo-amor-supe-que-era-real.html?utm_source=boletin&utm_medium=mail&utm_campaign=boletin&origin=newsletter&id=31&tipo=3&identificador=770322988&id_boletin=703334285&cod_suscriptor=82007).
Concluyo diciendo que hay que rezar mucho
para que nuestros pastores nos confirmen en la fe y en la doctrina milenaria de
la Iglesia y que, con todo el debido respeto, no nos confundan con
elucubraciones teóricas o sociológicas inspiradas en pareceres personales o en
ideologías. Cristo está presente en nuestro prójimo. Sí, pero especialmente lo
está en el Sagrario, pues Él, que ve el interior de nuestros corazones, escucha
la adoración ante el Santísimo Sacramento, habla en el silencio de la oración,
y responde de la manera que mejor le conviene a cada una de sus amadísimos
hijos, especialmente cuando se hacen vigilias de reparación. Acudamos a Él con
frecuencia, pues así ponemos nuestro granito de arena para santificarnos y
volvernos luces en medio de la oscuridad de este tiempo.
Adoración eucarística al final de una misa (Fuente: hermandaddelaresurreccion.com) |
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