miércoles, 11 de noviembre de 2020

Peregrinación virtual a Tierra Santa

Fachada de la Basílica del Santo Sepulcro. Fuente: miviaje.com


Tal vez el título de este artículo no sea de atracción para quienes viajan por el mundo con intención exclusivamente turística, pero para quien escribe estas líneas, fue una experiencia novedosa, enriquecedora y valiosa no sólo para conocer los lugares donde se desarrollaron los hechos que aparecen relatados en la Biblia, sino también para apreciar su importancia para la cristiandad, al margen de cómo luzcan hoy en día.


Vista de Jerusalén. Fuente: villatours.com.mx


Todos los años Tierra Santa está llena de peregrinos venidos de todas partes del mundo, pero debido a la pandemia por el coronavirus, casi todos los lugares tienen acceso restringido y lucen despejados. Eso favorece el silencio y la meditación para vivir una peregrinación desde nuestras casas gracias al internet y las redes sociales.


Fuente: ar.pinterest.com


Muchos piensan que Tierra Santa es puro desierto rocoso que rodea a la ciudad de Jerusalén y que aparte de un lago, un mar, algunas zonas verdes y un ambiente exótico, eso es todo. Pues no saben lo que afirman y te demostraré, de manera resumida y detallada, lo que existe ahí y cuánto se aprende tanto para el intelecto como para el espíritu cristiano. Acompáñame en este recorrido de 31 días:


Altar de la Encarnación. Fuente: primeroscristianos.com


Día 1: Basílica de la Anunciación, Nazaret. Comenzamos ingresando a dicho templo, el cual se remonta a los siglos I y II A.D. y refleja el estilo de las viviendas de la época: en forma de grutas. Una vez que contemplamos el altar principal nos asomamos a otro en el que se lee en su parte delantera la frase Verbum caro hic factum est (El verbo se encarnó aquí). Esto mueve a la meditación sobre tan grande misterio divino.


Iglesia de la Visitación, Ein Karem


Día 2: Basílica de la Visitación, Ein Karem. Ein Karem es un pueblo que está a 8 km. de Jerusalén y aquí en la Basílica de la Visitación se recuerda la visita que hizo la Virgen María a su prima Isabel, quien estaba embarazada de Juan el Bautista. Las paredes que rodean al templo contienen azulejos con el Ave María escrito en todos los idiomas.


Altar del Nacimiento. Fuente:lugaressacros.blogspot.com


Día 3: Basílica de la Natividad, Belén. Nacimiento de Jesús. Desde la plaza que hay delante de la basílica, uno tiene la impresión de hallarse frente a una fortaleza medieval: gruesos muros y contrafuertes, con escasas y pequeñas ventanas. Se entra por una puerta tan diminuta que obliga a pasar de uno en uno, e inclinarse bastante. El centro de esta gran iglesia es la Gruta de la Natividad. Allí hay un altar y, debajo, una estrella de plata que señala el lugar donde Jesús nació. Le acompaña una inscripción, que reza: Hic de Virgine Maria Iesus Christus natus est (Aquí Jesucristo nació de la Virgen María).


Vista aérea de la Explanada del Templo de Jerusalén. Fuente: pinterest.es


Día 4: Explanada del Templo, Jerusalén. Presentación de Jesús. María y José, como fieles cumplidores de la Ley de Moisés, llevaron dos pichones al Templo de Jerusalén a su primogénito Jesús para consagrarlo al Señor y donde Simeón le profetizó a María el dolor que le generaría la futura inmolación de su hijo por la redención de los pecadores. Hoy el templo es inexistente y en parte de la explanada destaca la Cúpula de la Roca de la mezquita Al-Aqsa, en cuyo interior se encuentra, según la tradición, la roca en la que Abraham sacrificó un chivo en lugar de su hijo Isaac.


Desierto de Wadi Quelt. Fuente: es.aleteia.org


Día 5: Desierto de Wadi Qelt, Cisjordania. El niño Jesús perdido y hallado en el Templo. Cuando uno recorre este lugar puede colocarse en el pellejo de José y María a la hora de sentir preocupación por no estar el futuro adolescente Jesús junto a ellos al regresar a Nazaret.


Lugar del Bautismo de Jesús. Fuente: fundaciontierrasanta.es


Día 6: Río Jordán. Muchos eventos bíblicos tuvieron lugar en sus aguas, pero especialmente el Bautismo de Jesús a manos de Juan el Bautista. Dicho evento lo meditamos en medio de un clima soleado pero refrescante debido a la humedad. Es un río con un considerable caudal y sirve de frontera natural entre Israel, Jordania y Palestina.


Huerto de Getsemaní. Fuente: bautrip.com


Día 7: Desierto de Judea, Cisjordania. Nos tocó reflexionar sobre las tentaciones de Jesús en uno de los sitios más inhóspitos de la Tierra: el desierto de Judea, próximo a Belén en la parte de Cisjordania, más exactamente cerca del camino que lleva al Mar Muerto. Aquí existe un monasterio del siglo V dedicado a San Sabas de Capadocia, y en varias de las formaciones rocosas del desierto se pueden apreciar grutas en las que se refugiaban los primeros monjes. Un lugar inmejorable para el retiro y la vida de silencio y oración.


Interior de la Basílica de las Bodas de Caná. Fuente: sites.google.com


Día 8: Iglesia de las Bodas de Caná, Caná.
En el norte de Israel se encuentra Caná y los franciscanos están a cargo de este sencillo pero significativo templo dedicado al lugar donde Jesús, por petición de su madre María, convirtió el agua en vino para una pareja de esposos durante su boda. En el siglo IV se construyó una sinagoga en el lugar, pero en el período bizantino, una pequeña capilla cristiana fue establecida cerca. Desde mediados del siglo XVII los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa iniciaron la adquisición de tierras en el lugar y esto se completó en 1879. El 30 de septiembre de 1906, el obispo Angelo Roncalli (futuro Papa San Juan XXIII) consagró el altar.


Mar de Galilea. Fuente: caminandoentierrasanta.blogspot.com


Día 9: Mar de Galilea. Fue una Hora Santa donde adoramos al Santísimo Sacramento frente al mar en pleno ocaso del día. Meditamos la llamada de Jesús a ser apóstoles suyos a tiempo completo y oramos por los seminaristas de todo el mundo, por su santidad y por los frutos de su vocación.


Iglesia de las Bienaventuranzas. Fuente: sp.depositphotos.com


Día 10: Monte de las Bienaventuranzas. El arquitecto italiano Antonio Barluzzi edificó a lo largo de la primera mitad del siglo XX cerca de 25 templos en Tierra Santa y éste fue uno de ellos. Se ubica frente al Mar de Galilea, donde Jesús caminó sobre las aguas ante sus apóstoles mientras su barca era azotada por fuertes vientos durante una noche. En este monte anunció la llegada del Reino de Dios. Es un lugar de completa quietud y de belleza natural. Desde aquí se pueden contemplar a lo lejos Cafarnaúm y Tiberíades.


Ruinas de la Sinagoga de Cafarnaúm. Fuente: elevangeliodeldomingojlsicre.com


Día 11: Cafarnaúm, el pueblo de Jesús. Buena parte de la predicación pública de Cristo se dio en este pueblo. Lo interesante para todo peregrino es entrar en la Casa de Pedro. Es una iglesia de estilo moderno que se ubica al lado de las ruinas de unas casas como en las que vivía la suegra de Pedro, sanada por Cristo. Cerca de ahí podemos contemplar las ruinas de la Sinagoga, lugar donde, según la tradición, Jesús habló ante una multitud de 10,000 personas el discurso eucarístico.


Capilla de Naím. Fuente: biblewalks.com


Día 12: Capilla de Naím.
Naím es una aldea ubicada a 40 km. de Narazet y la capilla es muy sencilla e igualmente custodiada por los franciscanos. Aquí se recuerda el pasaje del Evangelio sobre la Resurrección del hijo de una viuda de Naím a manos de Jesús.


Cesarea de Filipo, Banías. Fuente: paseandoporisrael.blogspot.com


Día 13: Cesarea de Filipo, Banías.
Jesús forma a sus discípulos. En este lugar apacible y en contacto con la naturaleza, (hoy forma parte del parque nacional de Banías) Jesús instruía a sus apóstoles y les anunció que padecería maltratos y muerte a manos de los pecadores para resucitar al tercer día. Se dice que aquí reprendió a Pedro cuando éste lo criticó en un lugar aparte por anunciar esto.


Interior de la Basílica de la Transfiguración. Fuente: pinterest.com


Día 14: Basílica de la Transfiguración, Monte Tabor.
Éste es el lugar donde Jesús se transfiguró ante Pedro, Santiago y Juan y apareció hablando con el patriarca Moisés y el profeta Elías. Fue construida sobre las ruinas de una antigua iglesia bizantina (siglo IV-VI) y una iglesia del siglo XII de la época de las Cruzadas. Ahora lo ocupa una basílica franciscana poseedora de dos altares superpuestos en su interior. Desde el altar de abajo se puede contemplar el ábside dorado del altar superior donde se exhibe una hermosa imagen de la transfiguración. Dicho diseño responde a la exclamación del apóstol Pedro "¡Señor, qué bien se siente estar aquí!".


Desierto de Judea. Fuente: rolandcastrojuarez.blogspot.com


Día 15: Desierto de Judea. Parábola del Buen Samaritano. Recorrer nuevamente este desierto ayuda a entender el contexto en el que se desarrolla esta parábola, pues por el calor sofocante y lo sinuoso del camino para los viajeros, éstos eran presa fácil de los malhechores ocultos tras las rocas. De ahí que era más seguro viajar en caravanas y no a solas.


Interior del Santuario de San Lázaro. Fuente: primeroscristianos.com


Día 16: Santuario de San Lázaro, Betania. Se encuentra ubicado en Betania, la cual era una aldea en la falda oriental del Monte de los Olivos, a unos 2,5 km al este de Jerusalén. En Betania vivían Lázaro, Marta y María, a quienes Jesús visitó varias veces. Ahí vivía también Simón el leproso, en cuya casa una mujer (María, hermana de Lázaro o María Magdalena) ungió a Jesús con la usanza tradicional de perfume sobre su cabeza. Actualmente existe al lado de la tumba un santuario con tres altares dedicados a Lázaro, Marta y María, con un diseño similar a una antigua tumba hebrea.


Muro de Jerusalén. Fuente: elconfidencial.com


No pudimos ingresar a ver la tumba porque estaban haciéndole mantenimiento. Pero eso no fue lo triste, sino toparnos con una parte del Muro de Jerusalén construido por el gobierno israelí para frenar el ingreso de los palestinos. El perímetro de dicho muro dividió dos conventos cristianos e impide que los niños de Betania puedan cruzar directamente a Jerusalén para ir a sus escuelas; ergo, deben rodear como 40 km. del muro para llegar a ellas.


Piedra bizantina de la Iglesia de Betfagé. Fuente: primeroscristianos.com


Día 17: Iglesia de Betfagé, Jerusalén. Desde este antiguo pueblo, ubicado a un kilómetro de la ciudad vieja de Jerusalén, Jesús mandó a sus apóstoles pedir prestado un burro que lo montaría para entrar triunfalmente a la ciudad. En el lugar donde se erigió este templo franciscano se descubrió anteriormente una piedra de tiempos bizantinos que muestra con azulejos la resurrección de Lázaro y la entrada de Jesús en Jerusalén. Eso movió a los franciscanos a comprar el lugar en el siglo XIX.


Interior del Cenáculo. Fuente: pinterest.es


Días 18 y 19: Cenáculo, Jerusalén. Se dice que el Cenáculo era de propiedad de la madre de uno de los apóstoles y por eso se convirtió en el primer "centro de operaciones de la Iglesia naciente". Hoy su interior es de estilo gótico y aquí se celebra la Institución de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal.


Altar de la Basílica de la Agonía. Fuente: todocolección.net


Día 20: Huerto de Getsemaní y Basílica de la Agonía, Monte de los Olivos, Jerusalén.
Los árboles de olivo que se conservan en el huerto tienen cerca de dos mil años de vida y son testigos excepcionales de la agonía de Jesús por los pecados de la humanidad. En el interior de la basílica edificada por Antonio Barluzzi, frente al altar, se puede contemplar y venerar la roca donde Jesús sudó sangre momentos previos a su detención.


Basílica de San Pedro in Gallicantu. Fuente: tripadvisor.com.pe


Día 21: Basílica de San Pedro in Gallicantu, Jerusalén. Este templo se halla en el Monte de Sión, el cual comprendía propiedades de gente adinerada y poderosa de tiempos de Cristo. Se encuentra al lado de las ruinas de la casa de Caifás, miembro del Sanedrín que conspiró con otros de su cargo para prender y ejecutar a Jesús. La terraza de la basílica cuenta con estatuas que recuerdan el lugar donde Pedro negó conocer a Jesús tres veces antes de que cantara el gallo. De ahí el nombre de "Gallicantu". Pero lo más impactante es contemplar el lugar donde Jesús, luego de sufrir el escarnio, golpes, escupitajos e insultos tras ser juzgado y condenado por blasfemia, fue atado y bajado hasta una mazmorra oscura donde pasó el resto de la noche sin comer ni dormir. No obstante, recordaba y oraba el Salmo 88.


Fachada de Capilla de la Coronación. Fuente: joserafaelazpurua.wordpress.com


Día 22: Convento de la Flagelación, Jerusalén. Está ubicado donde antes funcionaba el patio de la casa del gobernador romano de Judea, Poncio Pilato. Ahora está bajo la custodia de los franciscanos desde hace más de 800 años. El convento comprende una capilla donde se recuerda la coronación de espinas y unas imágenes conmovedores donde Jesús transmite una mirada de paz en medio de su dolor. Aun se conservan en el piso algunas baldosas del siglo I, incluyendo unos dibujos que los romanos hacían de un juego para elegir al azar la crucifixión de cualquier condenado. Ver eso mueve a compasión, pues es muy probable que esas baldosas hayan sido manchadas con la sangre derramada de Nuestro Señor. Tras ello, nuestro anfitrión expresó que la película "La Pasión de Cristo" (2004) no exagera al mostrar a los soldados romanos como energúmenos y brutales y que es la más realista al recrear el entorno de la época.


Parte de la Vía Dolorosa. Fuente: practicaespanol.com


Día 23: Vía Dolorosa, Jerusalén.
Hicimos un recorrido por las calles de la ciudad vieja de Jerusalén, la cual está normalmente atiborrada de peregrinos, negocios, señales de tránsito, rampas para discapacitados, etc. Eso nos ayuda a entender que a pesar de que habían soldados romanos y personas acompañando a los condenados a morir crucificados, unas gritando a favor y otras en contra de ellos, el resto de la ciudad vivía como un día cualquiera. Existen varios puntos en el camino que indican las estaciones del Via Crucis. Debo confesar el impacto que sentí cuando llegamos al atrio de la Basílica del Santo Sepulcro al momento de meditar la décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.


Edículo. Fuente: religionenlibertad.com


Días 24, 25 y 26: Basílica del Santo Sepulcro, Jerusalén. Estos días fueron el cenit de nuestra peregrinación debido a las meditaciones sobre la crucifixión de Jesús, su sepultura y su resurrección al tercer día. Entrar a este lugar santo merecería un artículo aparte, pues tiene una historia fascinante y llena de vicisitudes narrada mediante reconstrucción digital llevada a cabo por los franciscanos, la cual se puede apreciar en un video para todo visitante. Este templo está compartido en su custodia por los católicos, los greco-ortodoxos y los armenios.


Altar del Calvario. Fuente: ahoraclm.com


El día 26 meditamos sobre los siete dolores de María frente al Altar de la Virgen Dolorosa. El día 27 meditamos sobre la muerte de Jesús en la cruz frente Altar del Calvario, el cual se sitúa justo encima del Gólgota, un peñón y no una montaña, ubicado fuera de las murallas de la ciudad vieja de Jerusalén. Hay que recordar que en cada misa se renueva de forma incruenta el sacrificio de Cristo, pero debajo de este altar, literalmente, Cristo se sacrificó de manera cruenta por la salvación de los seres humanos. Se puede contemplar incluso la grieta abierta en el peñón como consecuencia del terremoto desatado inmediatamente después de la muerte de Jesús. En el día 26 conocimos el Edículo: la capilla del Ángel y la Tumba de Jesús. Esa capilla se construyó en memoria del ángel que corrió la piedra de la entrada del sepulcro, se sentó sobre ella y avisó a las mujeres que Jesús ya había resucitado. Después tuvimos que entrar agachados, como muestra de humildad y por el bajo tamaño de la puerta, a la Tumba donde Cristo resucitó y salió victorioso de la muerte. El sepulcro funciona como una capilla en la que el lugar donde se depositó el cuerpo está cubierto por losas de mármol e incluso se puede ver grietas del terremoto en medio de las paredes que datan del siglo I. Considero que debería ingresarse a ese lugar descalzo, pues aquí nació oficialmente el Cristianismo. Una emoción indescriptible se adueñó de quien escribe esto.


Altar en la Tumba de Jesús. Fuente: primeroscristianos.com


Día 27: Convento Maison D'Abraham, Jerusalén. Tuvimos una reflexión sobre la Ascensión de Jesús, la cual tuvo lugar cerca de Betania y probablemente en el mismo Monte de Los Olivos, donde se encuentra actualmente este convento.


Entrada del Convento del Pater Noster. Fuente: tripadvisor.es


Día 28: Convento del Pater Noster, Jerusalén.
Es un convento de clausura que, al igual que en la Basílica de la Visitación, posee azulejos en sus paredes exteriores pero con el Padre Nuestro escrito en todos los idiomas. Nos atendieron unas monjas carmelitas francesas y una peruana, quienes nos explicaron la historia del lugar y su significado. Después escuchamos la misa en la Capilla del Dominus Flevit, en el Monte de los Olivos. La ventana que está detrás del altar tiene en su enrejado una cruz que apunta a la Basílica del Santo Sepulcro, aunque la vista es tapada en cierto modo por la Cúpula de la Roca. Se dice que en el lugar de la capilla, Jesús contempló Jerusalén y lloró por sentir el futuro rechazo de su palabra por parte de los judíos. De ahí su nombre (El Señor lloró).


Reja de la ventana de la capilla Dominus Flevit. Fuente: primeroscristianos.com


Día 29: Cenáculo, Jerusalén. Pentecostés. De acuerdo con la tradición, María y los 12 apóstoles (incluido Matías) se recluyeron en este lugar para celebrar el Pentecostés judío, pero tras permanecer en oración luego de la Ascensión de Jesús al Cielo, experimentaron la irrupción del viento y las lenguas de fuego posarse sobre sus cabezas por la llegada del Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, haciéndoles hablar en lenguas extranjeras. Eso se expresó de forma notable en una pintura realizada por el chileno David Carela.


Tumba de María. Fuente: es.dreamstime.com


Día 30: Abadía de Hagia María, Jerusalén.
Según la tradición, en este lugar se produjo la dormición y la posterior Asunción de María. Hoy es una abadía benedictina de forma circular y con unos impresionantes mosaicos en el piso: tres círculos concéntricos simbolizan a la Santísima Trinidad y los rayos de luz representan a los profetas menores, luego a los mayores y finalmente a los evangelistas. En el nivel inferior hay una escultura de la Virgen "dormida" rodeada de columnas e imágenes de advocaciones marianas que simulan una cripta.


Interior de la Abadía de la Dormición. Fuente: es.dreamstime.com


Día 31: Centro Notre Dame, Jerusalén.
Coronación de María. La peregrinación terminó contemplando el amanecer en la capital del Estado de Israel. Un hermoso momento que ayuda a meditar sobre el carácter de realeza de la Virgen María en el Cielo de acuerdo al libro del Apocalipsis. Se puede ver cómo sale el sol desde el Monte de los Olivos para iluminar la Ciudad Santa y el inicio de sus actividades cotidianas.


Iglesia de la Casa de Pedro. Fuente: micontenidovirtual.info


Luego de lo vivido y meditado a pesar de la distancia, considero que los católicos deberíamos peregrinar por lo menos una vez en la vida a Tierra Santa lo cual nos ayudará a fortalecer nuestra fe y a practicarla sin miedo cuando regresemos a nuestros países, tal como lo hacen los musulmanes cuando van a La Meca (sólo que ellos tienen eso como deber).


Arquitecto Antonio Barluzzi. Fuente: terrasanta.net


Espero que la Iglesia inicie el proceso de canonización del arquitecto Antonio Barluzzi por su invaluable contribución a preservar los lugares santos para los peregrinos. Pero lo más hermoso de esta experiencia fue, además de meditar y escuchar la misa cada día de la peregrinación, compartir el rezo del Rosario acompañado virtualmente de peregrinos de varios países de Latinoamérica.


Juan María Solana LC. Fuente: pri.org


Quiero finalizar agradeciendo de corazón a la comunidad mexicana Magdala (www.magdala.org) por su excelente trabajo comunicativo y a nuestro guía y anfitrión, el padre Juan María Solana, LC por su testimonio, oraciones y entrega a los peregrinos de manera paciente, calmada y didáctica en todas sus reflexiones y celebraciones eucarísticas a lo largo de estos 31 días. Que Dios los bendiga y haga fructífero su apostolado. Y tú, ¿te animas a vivir esta peregrinación?

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