martes, 24 de octubre de 2017

¿Raza autopercibida?


Es realmente delicioso ver cómo las autoridades del Estado se mueren de ganas por saber cuántos mestizos, chinos, negros, blancos, nativos, indígenas, originarios, indefinidos y demás "razas" existen en nuestro país, gracias al ejemplarísimo Censo del domingo 22 de octubre (según el ministro de Cultura y punto). También es disfrutable ver las innumerables bromas y memes en las redes sociales burlándose de la pregunta 25 de la Sección V de la Cédula Censal. Precisamente ese es el tema que se comentará esta vez debido a su carácter polémico y movido por gustos, costumbres, complejos, caprichos y comportamientos que son motivo de políticas y estereotipos. Todo ello acentuado por las denigrantes (perdón, satíricas) publicaciones de Rafo León y su "China Tudela".


Empezamos recurriendo al diccionario de la Real Academia Española para que nos diga qué significan las palabras etnia y raza: ETNIA: 1. f. Comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etc. RAZA: 1. f. Casta o calidad del origen o linaje. 2. f. Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia.
Podría decirse que "especie biológica" incluye a los humanos y que los grupos subdivididos son las razas con las que cada persona se identifica. Eso es fácil de suponer, pero lo cierto es que el tema es mucho más complejo. No podemos limitarnos a ser meros etiquetadores por cuestiones de tonalidad de pieles ni menos, repetidores de la publicidad de la Universidad de César Acuña sobre la "raza distinta".


Lo que pasa es que el tema de la raza en el Censo es de interés general para poder crear políticas de protección a los pueblos de diferentes regiones del país, especialmente los más alejados y excluidos durante siglos y para promocionar sus productos y trabajos y así poderlos ayudar a integrarse mejor a esta nación próxima a cumplir 200 años como república. Sin embargo, es difícil clasificarse en un solo grupo étnico debido a la diversidad que llegó a nuestro país. Ricardo Palma lo dijo acertadamente, "quien no tiene de inga, tiene de mandinga". Será por eso que, poco a poco, el pueblo peruano va tomando conciencia de su identidad mestiza, especialmente por parte de los limeños jóvenes, descendientes de migrantes, pese al persistente racismo que subsiste en numerosos grupos.


Sin embargo, la "autopercepción racial" expandirá el margen de error de los resultados de este censo, y no sólo porque no fueron censados muchos domicilios a nivel nacional. El "sentirse" parte de una determinada etnia (o más de una) responde más a respuestas subjetivas o de sensibilidades particulares que pueden no corresponder a la de los progenitores. Eso es un síntoma de la alienación que aún padece la sociedad peruana. La futura clasificación al Mundial de Fútbol a jugarse en Rusia puede ser un motivo para incentivar la integración, aunque sea por un mes.


Algunos incluso hablan de que todo esto es un ensayo para saber porcentualmente cuánta gente se percibe como hombre y mujer, de acurdo a los postulados de los promotores de la ideología de género, pero eso será materia de un futuro artículo. Incluso el periodista Andrés "La Ortiga" Bedoya, al defenderse de las acusaciones de racismo, respondía con su acostumbrada acidez, aunque creo que la mejor es la del 05 de setiembre de 2009:


Quien practica el racismo es un individuo que supone que la raza a la cual pertenece es superior a todas las demás, y que éstas deben estar a su servicio. Este individuo, o es un ignorante sin pensamiento científico, o es un absoluto imbécil, o es un enfermo mental con complejos insalvables. Y es que la ciencia ha demostrado -hasta la saciedad, el aburrimiento y el cansancio- que NO EXISTEN RAZAS SUPERIORES NI INFERIORES. Todos pertenecemos al género Homo sapiens sapiens. Lo que importa es que el coeficiente intelectual (I.Q. que le dicen los gringos) es idéntico en todas las razas. Todas poseen genios y todas poseen tontos. Todas poseen audaces y todas poseen pusilánimes. Todas vivillos y todas caídos del palto. Esto es lo científico y no tiene vuelta de hoja. (...)
Según mi filósofa favorita, Ayn Rand, el racismo es la forma más abyecta de manifestación del complejo de inferioridad. El racista se cree inferior. Se siente inferior. Se "sabe" inferior. Ergo, su única manera de salir de ese foso de tinieblas y angustia, es aplicándose las supuestas virtudes de la raza a que pertenece. El pata exclama: "¡Vaya! ¡Qué leche! Soy blanco (o el color que sea) y por lo tanto soy superior a ese negro asqueroso (o amarillo o marrón o lo que sea)". Un periodista norteamericano entrevistó hace algunos años a varios miembros del Ku Klux Klan, esa tenebrosa organización -ya casi extinta- dedicada a linchar negros. A la pregunta de ¿por qué es usted miembro del Klan? La mayor parte respondía: "Porque me siento importante", "porque hago una labor que mis superiores reconocen", "porque ya nadie se atreverá a humillarme". Casi siempre el complejo de inferioridad.



Recordemos que la pureza racial no existe, pues de ser así debería crearse una "Comisión Internacional de Criadores de Seres Humanos (CICRISU)" que certifique quiénes son "purasangre" y quiénes están mezclados, aun si es a nivel celular. Me imagino que los nazis estarían felices con ese organismo, de haber ganado la guerra, y así su "raza superior" asombraría al mismísimo Charles Darwin, como se menciona en la película "Conspiración" (2001), una notable película hecha por la HBO que recrea la infame Conferencia de Wanssee, donde se diseñó la Solución Final contra la cuestión judía en Europa, el 20 de enero de 1942. Lo más interesante es ver cómo discuten sobre los alemanes medios mixtos (con 1/4 de sangre judía), pese a que varios de esos nazis lo eran. Otro excelente ejemplo cinematográfico que retrata ese complejo de inferioridad, pero a nivel personal es la película "Imitación a la vida" (1959), donde la hija de la sirvienta negra de Lana Turner se considera blanca, pese a ser mulata.


Biológicamente hablando, las razas humanas no existen, pues es un término antropológico referido a la separación entre las personas por sus características cutáneas, su fisonomía, sus costumbres, creencias, etc. El racismo ha sesgado los estudios históricos y ha usado conclusiones pseudocientíficas para el enfrentamiento o discriminación de los grupos humanos diferentes al suyo y para prevalencia de los grupos mayoritarios o de poder, y eso no ha sido característica exclusiva del nazismo. Basta escuchar por este rincón del orbe la doctrina Etnocacerista de don Isaac, padre de los hermanos Humala Tasso, incluyendo el hoy convicto ex presidente, sobre la superioridad de los "cobrizos".


Incluso conversando con una española, me dijo que la población ibérica está conformada por descendientes de romanos, cartagineses, godos, visigodos, celtas y árabes. ¿Pureza racial? No way! ¿Qué tenemos por acá? Negros, mulatos, zambos, nikkeis, quechuas, aimaras, mandingas, mondongos y un largo etcétera. Hay multitud de etnias en Perú y algunas ni sabemos que existen, como los yaneshas por ejemplo (Selva central). Todos esos grupos forman parte del mestizaje producto de la fusión entre América y Europa a lo largo de 300 años. Y la autopercepción, siempre será inexacta en términos porcentuales debido a lo ya explicado, pero al menos, incentivará a muchos a buscar sus orígenes y a generar una mayor auto-aceptación, dejando así de lado la alienación. Lo cierto es que, todos somos como los jugos surtidos y eso nos hace nutritivos y saludables. Para terminar recomiendo ver el documental "Choleando" disponible en internet.