miércoles, 22 de abril de 2015

Habemus "Cachín"

Hoy ha sido un día bien raro: mi jefe llegó tardazo y por eso me descuadró la chamba del día. Encima la gente gritaba ¡ladrón, ladrón! y los de seguridad de la cochera vecina chaparon al ratero delante de los peatones y conductores. ¡Qué tal roche el que se llevó semejante choro monse! ¿Qué habrá pretendido chorear? Bueno, causas, pregúntenselo al ladrón. Y los del serenazgo de San Isidro se vinieron como bala en dos camionetas como si estuviéramos en los iunaites (United States para los que no saben). Bien eficientes, ¿no? Llaman y al toque aparecen como si fueran tus vecinos y más rápidos que tombos de comisaría (éstos ya están estresadazos dirigiendo el tránsito y tipeando en máquinas de escribir). Hablando de rápidos, hoy quise ver la peli "Rápidos y furiosos 7", pues el trailer estaba chévere y es la última actuación de Paul Walker. Ojalá se animen a filmar en Machu Picchu, pero mejor si se dejan perseguir por narcos manejando en combis y coasters en plena Javier Prado. Sería lo máximo. Así, nuestra bella ciudad se hace más famosa en el mundo, se vienen más turistas y les ofrecemos a cada uno full lomito saltado. Ummmmmmm!
Quizá se preguntarán por qué estoy escribiendo con un estilo bastante autóctono. Una persona muy especial me dijo que me siento inspirado y vaya que lo estoy; así que es mejor recapitular desde el punto en el que mencioné la película que protagoniza Vin Diesel (el nombre del director es poco conocido, así que ni lo menciono). Salí a ver la susodicha película pero me topé con un tráfico de la patada que evidencia la necesidad de construir rápidamente la línea 2 del Metro de Lima y fomentar el uso de bicicletas con rutas integradas entre varios distritos. Llegué tarde y no pude comprar la entrada para la función que deseaba. Frustrado, mas no desanimado, busqué un plan B cinematográfico y elegí "¡Asu mare! 2", la continuación de la biografía de Carlos "Cachín" Alcántara, el popular Machín de "Pataclaun". A partir de aquí es donde me pongo más serio, pues la nacionalidad de una película no la convierte en una obra maestra.
Muchos de los espectadores que ya vieron la película han repetido "¡buenaza!" casi como una muletilla, pues como secuela de la también exitosa primera película, se orienta a entretener con situaciones que parodian la forma del peruano promedio de relacionarse con sus vecinos, sus amistades, sus familiares, sus paisanos, etc. en medio de una Lima cada vez más cambiante. Esta secuela se siente más ágil en su narrativa y más rica en la cantidad de personajes involucrados dentro de la historia de amor entre "Cachín" y Emilia Rizo Patrón. Apuesto que la historia de ambos es una en millón, pues la gente de la clase alta limeña, un micro-cosmos bastante cerrado (y alienado, como bien se narra en la película "Dioses" o en el libro "La Lima pituca" de Sandra Guzmán), no concibe que una chica tan guapa se case con un pobretón actor, pese a que la hace reír y porque le dice que le gusta su personalidad. De no ser verídica, la historia romántica interclasista de esta película sería una más y hasta le haría competencia a "George de la Selva" y a "Titanic".
Preferí dejar que pasaran los días para que bajara la fiebre en taquilla y mi análisis cinematográfico diera una opinión más ponderada y objetiva del resultado final de la cinta. Las críticas de Claudio Cordero, Rodrigo Bedoya e Isaac León son especializadas, pues se enfocan en las actuaciones, la puesta en escena, el montaje, el bosquejo de los personajes, el guión, el ritmo narrativo, etc. Coincido con todos ellos en que Christian Meier acierta parodiándose a sí mismo en sus roles actorales y musicales, ampliamente conocidos, y que su personaje de Ricky es un Pepe Cortisona bastante forzado, pero que arranca risas del auditorio por las innumerables referencias a las que nos remite.
Por si acaso, el título de la presenta columna alude al hilarante canto que da inicio a la película. "Cachín" es como un Condorito criollo de buen corazón, lleno de chispa, leal y buen amigo, que nos hace sentir cierta empatía con su persona. A diferencia del pajarraco chileno, cuyas historias poseen humor blanco, posee un humor repleto de doble sentido y vulgaridad, que sólo lo disfrutan los peruanos, más no los extranjeros, los cuales no tienen la menor idea de quién es él. Posiblemente haga carrera en Estados Unidos, aunque habrá que esperar tiempo para ver sus éxitos, de lograr conquistar a la audiencia gringa. Además, no se toma la vida demasiado en serio, es hábil y buscavidas, tiene la suficiente "calle" para sobrevivir con un mínimo de esfuerzo, y le regala a su Yayita, flores sacadas del jardín, a diferencia del "Saco de Plomo" Ricky, quien no puede dejar de vivir de las apariencias y de la ayuda de su adulador compañero de andadas (Rodrigo Sánchez-Patiño).
Tampoco se puede dejar de mencionar los innumerables errores en la producción a la hora de recrear los hechos y los acontecimientos en los que se desarrolla la trama de la película. Parece que el guión se escribió ignorando conscientemente el contexto histórico en el que "Cachín" fue creciendo actoral y sentimentalmente. Aquí algunos ejemplos: 1) Lima no tenía en los noventa los edificios Torre Begonias y Westin. 2) Los celulares aún no habían llegado al país por aquélla época. 3) La película "Duro de matar 3: La venganza" es del año 1995. 4) "Pataclaun" salió al aire recién en 1997, al igual que el grupo musical "Torbellino". 5) Los Ticos llegaron al país a mediados de la década (en referencia a la escena del taxi). 6) En esa época había apagones a causa del terrorismo y no sale ninguno de ellos, pese a la aparición del grupo electrógeno en la casa de Emilia. 7) El programa "Fantástico" se desarrolló entre los años 1990 y 1991. Lo menciono porque mi hermano mayor participó en el concurso "El potro salvaje" de ese programa y se ganó su canasta de productos lácteos Milkito ("el legítimo yogurt", como decía el duende animado del comercial). Eso sí me llenó de emoción y nostalgia.
El desorden de los hechos, las actuaciones forzadas, la fotografía propia castizamente teatral, los chistes y gestos obscenos y la repetición de la fórmula de la primera película le quitan méritos y buen gusto a esta secuela, pero tampoco la convierten en una mala película, como algunos perfeccionistas (que nunca faltan) afirman. Carlos Alcántara seguirá con su ascenso actoral y el cine peruano seguirá evolucionando y diversificándose en gustos abandonando la fórmula criolla donde privilegia los temas sexo, drogas, terrorismo y alcohol, aunque todavía no se realicen otras películas a la altura de "La boca del lobo" y "Caídos del cielo", nuestros dos mejores productos dirigidos por Francisco Lombardi. Pienso que la gente busca el cine como diversión y como escapismo, algo que se encuentra en las antípodas de lo que ofrecen los cine clubes de Lima. "¡Asu Mare! 2" cumple, efectivamente, con su cometido de divertir sin mayores pretensiones y de hacernos olvidar durante casi dos horas los problemas de cada día.
Al mismo tiempo, "Cachín" supo reivindicarse de su inexpresivo papel en la decepcionante "Perro guardián". Por más que aparente ser serio o melancólico, él transmite a la perfección el papel del vecino jocoso, improvisado y espontáneo que tiene llegada con la gente y que con su criollismo y su picardía logra arrancarnos una sonrisa, y, de vez en cuando, una carcajada. Marilyn Monroe se lucía más en su papel cómico de rubia tonta, que en los dramas. De igual manera, "Cachín" está mejor dotado para la comedia y esperamos que no se duerma en sus laureles y que pueda encontrar una película que le abra las puertas del mercado internacional. Mientras tanto, concluyo con el significado del peruanismo ¡Asu Mare!: jerga típica de Perú que viene, probablemente, de “a su madre” (una exclamación que expresa algo inesperado o sorprendente como ¡Madre mía!) y que no cuenta con un registro lexicográfico.

miércoles, 8 de abril de 2015

De la Pasión en el cine a la Pascua en el alma

Pasión (del griego Pathos, sufrimiento)
Se han escrito ríos de tinta (y siguen fluyendo) desde que la película La pasión de Cristo de Mel Gibson se estrenó hace 11 años en todo el mundo desatando una explosión de controversia entre judíos y cristianos, creyentes y no creyentes, historiadores, críticos de cine y todos los que hay de por medio. Algunos dirán que la película fomenta el morbo por el sadismo o que promueve una visión negativa de los judíos al mostrar a los miembros del Sanedrín como oscuros, poderosos, intrigantes y altaneros. Otros dirán que no se hablaba latín vulgar sino griego. Otros, no entenderán por qué casi toda la gente se ensaña con un hombre que promueve el amor entre todos los seres humanos de manera tan irracional, etc. Sea lo que fuere, esta película ya dejó huella en el cine moderno, gústele o no a sus detractores, y su influencia se deja sentir en las posteriores versiones cinematográficas o televisivas, pues siempre son comparadas con ella en lo referido a su crudeza visual. La figura de Jesús se representó en el cine prácticamente desde sus inicios y es uno de los personajes más influyentes en su historia. Para ver los más destacados ejemplos es bueno ver este video en youtube titulado El cine sobre Jesucristo. De Mille, Ray, Stevens, Pasolini, Zeffirelli, Scorsese, y otros cineastas han retratado desde perspectivas creyentes y laicas la vida, pasión y muerte de Jesús, extrayendo una serie de interpretaciones propias de la épocas en que se rodaron. La pasión de Cristo no escapa a ello y en la práctica es una de las películas más polémicas que se han hecho sobre él. ¿Por qué? Hay dos razones que ayudan a explicar este fenómeno:
Por un lado están los partidarios del pensamiento relativista liberal, quienes normalmente celebran cualquier nueva interpretación de las sagradas escrituras, pero que, en la actitud más reaccionaria y fundamentalista, niegan cualquier fidelidad hacia las enseñanzas de la Iglesia. Por otro lado están los grupos de poder que dominan Hollywood, quienes se sienten vulnerados, en cierta medida, por las ideas del filme. Una prueba de ello es la decisión de los productores judíos Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geff, fundadores de Dreamworks SKG (por las iniciales de sus apellidos) de no volver a trabajar con Mel Gibson.
En medio de esto, el debate estrictamente cinematográfico también se dividió. Incluso algunos críticos, inspirados por feroces sentimientos contra Gibson, niegan valor alguno a la película. El mejor ejemplo en nuestro medio es de Ricardo Bedoya, quien dijo que Gibson debería consultar a un psiquiatra y que la película es pornográfica. Francamente, no me extrañó escuchar tamaño disparate, pues proviene de una persona que en su clase de Historia y estética del cine sostiene que la película del japonés Nagisa Oshima "El imperio de los sentidos" no es pornográfica (cuando sí lo es y con mayúsculas), y que el personaje femenino tiene un aire de "santa". Los mejores ejemplos de cineastas que realizan historias sangrientas son "Kill Bill" de Quentin Tarantino, "Batalla real" de Kinyi Fukasaku, "Hostal" de Eli Roth y "Asesinos por naturaleza" de Oliver Stone.
¡Es decir! La sangre producto de la violencia gratuita, desproporcionada, exagerada, grotesca o delirante de los medios artísticos audiovisuales es "extraordinaria" si la manejan los tipos antes mencionados. Pero si es una representación de nuestros pecados, lo más cercano a lo que fue en la realidad y lo horroroso que es para Dios semejante ultraje, entonces la película es "antisemita, violenta, sádica, etc." La hipocresía es atrevida cuando se toca un tema que interpela al estado del alma de cada espectador sabiendo la trascendencia del sacrificio de Cristo y no cuando son meros ejercicios de terror o gore que únicamente buscan extraer dinero de los bolsillos de gente con gustos moldeados por la industria, sin importar si los borbotones de aseptil rojo, tamarindo, mexi-salsa, tuco, ketchup o como sea que se le califique en tono burlón a la sangre de utilería, afecten la susceptibilidad de quienes ven semejantes producciones.
La película, rodada en Italia y con una notable caracterización del estadounidense Jim Caviezel como Jesús y la judía rumana Maia Morgenstern como su madre María (la mejor hasta ahora, en mi opinión, pues representa a la Virgen de manera estoica ante tan indescriptible dolor moral), posee clara influencia de las pinturas de Caravaggio y una recreación de la época hecha de manera minuciosa, sin dejar de mencionar el uso de lenguas muertas en sus diálogos como el arameo y el latín. Por ese detalle también tildaron de loco a Gibson, porque el público estadounidense no aguanta leer subtítulos. El éxito de taquilla generado por la película hace preguntarse si Gibson es un loco o es un genio. Independientemente de sus escándalos personales posteriores, el actor-director hizo una película que remueve almas y abre las puertas a la reflexión personal sobre cómo uno está llevando su vida. Eso se puede notar en los llantos, abrazos, conversiones y conversatorios sobre la película. Si la persona se es susceptible a la sangre o a la violencia, simplemente no la ve. Eso es parte del derecho a la libertad de expresión, tan invocado en nuestros tiempos.
Las tres nominaciones al Oscar que el filme recibió en las categorías de maquillaje, fotografía y banda sonora, manifiestan su calidad técnica y artística. El antisemitismo está descartado por la cita del profeta Isaías sobre el sufrimiento del mesías, colocada como prólogo, y la escena en la que Jesús anuncia que entrega su vida por voluntad propia en sintonía con la del Padre Creador y que tiene el poder para recuperarla de nuevo. Lo único comprensible de la división de opiniones es lo impactante de las escenas, tomadas algunas del libro de la monja vidente alemana y estigmatizada del siglo XIX, la Beata Ana Catalina Emmerich, "La amarga pasión de Cristo", que, por cierto, es mucho más fuerte que la película. En otras palabras, para entender lo que transmite la película, hay que mostrarse abierto de mente y de corazón. Sólo así se comprenderá lo absurdo de toda la alharaca pre y post estreno.
En fin, es tan grande el debate, que la película no deja indiferente a nadie y se convierte en la quintaesencia cinematográfica para cada Viernes Santo. El propio productor del filme, Steve McEveety dijo que el objetivo es que esta película se siga viendo 100 años después de realizada. No viviremos para ver eso, pero sí nos atrevemos desde ya a confirmarlo, pues el tema es de una apasionante modernidad y más aun cuando está filmada con todo lujo de detalles. Este enlace puede ayudar a quienes gusten de los detalles fisiológicos de la pasión de Jesús: http://www.primeroscristianos.com/index.php/temas/item/1085-la-pasion-de-cristo-explicada-por-un-medico-fisiologo/1085-la-pasion-de-cristo-explicada-por-un-medico-fisiologo. Eso sí, los infinitos sufrimientos del alma de Cristo, jamás podrán ser llevados a la pantalla grande, pero las meditaciones escritas por San Alfonso María Ligorio o por el Beato John Henry Newman pueden ayudar a comprender tan grande misterio (ver el siguiente enlace: http://movil.religionenlibertad.com/articulo_rel.asp?idarticulo=41536&accion=). Si es así, entonces el gozo por la Resurrección será mayor. ¡Feliz Pascua!