lunes, 25 de agosto de 2014

Michael Bay y la crítica de cine

Cada vez que se estrena una película dirigida o producida por Michael Bay, la crítica de cine se pone picona por la simple razón de que el cineasta californiano no se gana una sola crítica positiva. Y, sin embargo, sus películas gustan a las masas. Parece que nadie puede responder a la pregunta de por qué un cineasta malo puede atraer a tanta gente a las salas de cine. Para responder esto necesitamos hacer una breve reseña de los orígenes de Bay en el mundo de los videoclips y su desarrollo como cineasta de entretenimiento puro. No obstante, también es pertinente comentar sobre la crítica "especializada" y por qué muchas veces sus gustos y criterios chocan con los de la mayoría.
A Bay le encantan las explosiones, la velocidad, los tiroteos, las tomas de puestas de sol, los travellings circulares, la edición propia de un videoclip, los guiones simplistas y, por supuesto, las chicas-florero. Y si es una secuela, pues agranda todo eso como un combo de confitería (gaseosa y balde o batea de cartón, ya no sé qué es exactamente), sin importar si te aumenta o no el colesterol. Casi todas esas características se dan en su cine. Desde "Bad Boys", hasta "Transformers, la era de la extinción". Eso tiene su origen en una filmación que hizo con una cámara de su madre cuando era niño y trataba de la explosión de un tren de juguete con petardos. Posteriormente, la obra que Bay presentó para su graduación en la universidad: un muchacho conduciendo su Porsche amarillo a gran velocidad por su pueblo.
Algunos críticos lo llaman la "bestia negra" de Hollywood y dicen que su filmografía representa la "muerte del lenguaje cinematográfico". Incluso en la página española El Criticón se dice que sus obras sólo sirven para complacer su "masturbación ególatra". Sin embargo, él no se disculpa, pues su intención verdadera es llenar las salas de cine y que "el público y no la crítica odie tu película". Además, declaró que ya está acostumbrado a recibir malos comentarios. Se le podría considerar como un "esclavo del dólar", al igual que muchos otros cineastas y directores que no gozan de la simpatía de la crítica especializada. Incluso se le acusó de reciclar algunos planos de sus películas previas para las que posteriormente haría, como es el caso de "La isla", con "Transformers, el lado oscuro de la luna", sin saber claramente si era por un tema de ahorro.
Lo cierto es que a Bay lo que le importa es el entretenimiento puro y hacer lo que más le gusta: divertir a la gente, pues su cine no es para estimular la inteligencia ni para tener experiencias "contemplativas" con largos planos fijos que pasen de 30 segundos, ni tampoco para ganar el Oscar o la Palma de Oro. Es un cine consumista, hecho para pasar el rato, para poner en tu televisor cada vez que haces zapping, cuando no tienes otra cosa que ver con tus amigos en blu-ray o no te gusta ejercitar tus neuronas viendo tramas de abundante contenido debatible, como "2001, odisea del espacio". Incluso Christopher Nolan, confesó que le gustaban las películas de Bay, lo que le acarreó numerosas críticas, considerando el alto desarrollo de sus guiones, como el de "Inception". La verdad, no sabemos si lo dijo por provocar o por sinceridad, pero Bay y Nolan son antagónicos en sus estilos de hacer cine.
Todo lo anterior podrá ser entendido por un ducho en séptimo arte y que tenga formación especializada. Será por eso que los gustos de Rodrigo Bedoya Forno difieren de los de Bruno Pinasco, por citar un ejemplo. A esa gente le fascina revisionar cada cierto tiempo la filmografía de Bergman, Antonioni, Hitchcock, Truffaut, Kurosawa, Eisenstein, Kubrick, Buñuel, De Oliveira, Coppola, Fellini, etc. Ese gusto es propio de quienes ven el cine como arte y no como negocio, y esa es una minoría que ha tenido el interés de analizar y debatir todo lo relacionado a las corrientes estéticas y narrativas del lenguaje cinematográfico. A las mayorías les aburre esa clase de cine porque no se ajusta al gusto condicionado por la gran industria, de la misma forma como sucede con el mundo musical. Michael Bay es el representante máximo de ese gusto condicionador, pues todo es por llenar las arcas de productores codiciosos que no saben nada de cine como medio de expresión artística. Hay casos en los que la balanza sí es equilibrada, como el mencionado Nolan o Peter Jackson. Pero ese ya es un tema de talento y buen pulso.
Mientras exista el cine, habrán realizadores que busquen la plata fácil o quienes quieran expresar alguna idea y difundirla. Pero los gustos personales no definen si una película es buena o mala, sino la calidad del guión, el desarrollo de la narrativa y la dirección de los actores. Lo demás ya es puro criterio técnico que es plasmación de lo que se tiene en la mente. Si a esto último se le da mayor importancia, las películas se vuelven superficiales y ahí es donde se reconoce la intención de los productores de sacarte la plata un día martes para atontarte durante dos horas o hasta más. Esto es como condimentar en demasía un plato que necesita mucho cuidado en su preparación para que esté en su punto. lo que piensan los críticos acerca del cine de Michael Bay. Pero, como ya dijimos, eso le tiene sin cuidado.
Hasta hay películas de apariencia superficial o fantasiosa que pueden tener contenido interesante para debatir, sin ser obras maestras. Todo depende del gusto al escogerlas y también de la perspicacia con la que se cuente al momento de analizarlas. Por lo pronto, se vienen las películas "Transformers" 5 y 6 y eso será una pesadilla para la crítica de cine. Mejor, pues. Así se demuestra que hay libertad para contar cualquier historia de la forma que uno guste. No olvidemos que también el criterio de los críticos está influido por sus gustos personales, por más que aparenten ser objetivos en sus análisis. Después de todo, gusto y objetividad no siempre van de la mano. Algunos mandarán al diablo al chef y otros lo aplaudirán, pues como reza el popular dicho, "en gustos y colores no han escrito los autores".

martes, 15 de julio de 2014

¿Por qué Alemania ganó el Mundial de Brasil?

Estamos tan acostumbrados a comentar el hecho de que Perú no va desde hace 32 años a un Mundial de Fútbol. Y nos da pena por una serie de motivos: la indisciplina de nuestros jugadores, su carencia de agilidad y físico, la corrupción en los clubes de fútbol, la poca o nula promoción del deporte por parte del Estado, la permanencia del inamovible Manuel Burga como representante de esa superpotencia itinerante llamada FIFA que amenaza con expulsar de su lista de afiliados a cualquier país que se atreva a remover a sus directivos, entre otros. Algunos, sin temor a equivocarse, incluirán dentro de dichos motivos, a la prensa deportiva televisiva, tan amarillista y oportunista, que no sabe hacer bien un recuento deportivo, especialmente durante la transmisión de un mundial, algo que se resume en una palabra muy de moda a lo largo del torneo: "Fleishmaneadas".
En mi caso, no recuerdo nada del Mundial de España 82 por ser muy pequeño, por lo que sólo me queda ver los documentales de los partidos que nuestra selección jugó y que se pueden disfrutar en youtube, tanto los triunfos como las derrotas. Definitivamente internet es una herramienta útil para ayudarnos a confirmar lo que nuestros mayores nos relataban de acuerdo a lo vivido. Lástima que no hayan videos de los partidos de las Olimpiadas de 1936 en Berlín. Perú era la envidia y los nazis en el poder no soportaban ver a un grupito de "indios" ganándole a la "raza superior", lo que causó la anulación del partido bajo una serie de pretextos extradeportivos y el despojo de un triunfo justo, lo cual fue respondido de manera caballeresca por el presidente Oscar Benavides, al retirar a la selección y finalmente ser recibidos los jugadores en Lima como héroes.
Ocho décadas más tarde, el mundo cambió radicalmente y Alemania es hoy el "motor" de Europa, la cuarta potencia industrial del mundo, la lideresa de la Unión Europea y la tetracampeona mundial de fútbol. Es un país de numerosas virtudes dignas de imitar: meticulosidad, sentido del deber, capacidad de abstracción para desarrollar el intelecto, cultura de la eficiencia, espíritu de lucha y orgullo nacional. Se levantó rápido después de dos océanos de sangre, de una partición de su territorio, de crisis sociales y económicas largas y dolorosas a lo largo del siglo pasado y con este triunfo se consolidó como país líder del balompié. La verdad, no deja de impresionar cómo teniendo un pasado negro y vergonzoso, hoy comandan de manera meritoria la construcción de una Europa unida y las virtudes que practican deben servir de inspiración para los países más afectados por la crisis financiera, algo que aquí nos hace falta en cantidades descomunales.
Pero, ¿por qué ganó Alemania este Mundial? La respuesta no está sólo en su preparación, su disciplina, su trabajo en equipo, etc. Los resultados saltan a la vista, especialmente durante el histórico Mineirazo, donde ridiculizó a Brasil por 7 tantos a 1, de manera que bajaron de su nube al pentacampeón mundial y dieron una clase magistral de fútbol que genera placer, pues hace años no se veía semejante resultado. Un comentarista de El Comercio dijo el lunes 14 que Alemania agarró a Brasil como si fueran oficinistas con resaca trabajando un domingo por la mañana. Definitivamente Brasil debe tomar esto como una lección para que no haya una tercera experiencia así, después del célebre Maracanazo durante el mundial de 1950.
Creo que la verdadera razón por la que ganó Alemania se resume en una sola palabra: humildad. Argentina tiene una cantera de talentos, una selección destacada y hábil con el gambeteo y su pasión por este deporte es casi religiosa. La mejor muestra está en la llamada "Iglesia Maradoniana", en la que se idolatra al mayor crack de su historia. Sin embargo, como bien sabemos, la pasión descontrolada lleva a actitudes violentas y delictivas, pero también de soberbia y orgullo que alejan a una selección de lo que se consideraría modélico. Recordemos cómo sin hacer ninguna clase de alharaca, Alemania, con su capitán Philip Lahm, fue escalando posiciones hasta conquistar el campeonato de manera limpia, consolando y alentando a los jugadores de los equipos que cayeron derrotados ante su calidad deportiva. Hablamos de Francia y, especialmente, de Brasil. Mención aparte para la meritoria actuación de Müller, Schweinsteiger, Boateng, Klose (máximo goleador en los mundiales), Oezil, Khedira, Neuer y especialmente al héroe del partido Mario Götze. ¡Salud por ellos!
¿Messi fue el mejor jugador del torneo? ¿El infierno se congeló? ¿Maradona es D10S? La respuesta es contundente: no. El holandés Arjen Robben es el mejor, el infierno sigue caliente y Maradona es un degradado. La selección dirigida por Joaquin Loew se fue de Brasil agradeciendo la acogida de los cariocas y felicitando a los gauchos, sin presumir de su indiscutible calidad deportiva. Personalmente tuve ese pronóstico, pues notaba la actuación de los teutones desde el comienzo y se confirmó lo que preveía sin necesidad de ser un adivino o un "pulpo Paul". Por ello, deseo que Argentina saque provecho de esta lección y desarrolle la virtud de la humildad para su selección y que la pasión no ciegue la sensatez, como bien se representó en un meme: Argentina juega con el corazón y Alemania con el cerebro. Los gauchos tienen muchas posibilidades, y más aun siendo bicampeones mundiales.
Para cerrar esta columna, nada mejor que citar al Papa Emérito Benedicto XVI, quien escribió un artículo sobre el significado del fútbol a raíz del Mundial de Argentina 78. Con la sencillez y la sabiduría que lo caracteriza dice una indiscutible verdad: El juego sobrepasa en cierto sentido la vida cotidiana, tiene otro carácter, especialmente en los niños. Es una ejercitación para la vida. Simboliza la vida misma y la anticipa de un modo configurado libremente. Me parece que la fascinación del fútbol consiste esencialmente en que une estos dos aspectos en una forma convincente. Obliga al hombre, ante todo a uno mismo, a cultivarse, de modo que a través del ejercicio se logra el dominio de sí, a través del domino, la superioridad, y a través de la superioridad, la libertad. (El fútbol) enseña también una colaboración disciplinada: como juego de equipo obliga a subordinar lo propio en beneficio del conjunto. Lo une a través de un objetivo común. Éxito y fracaso de cada individuo dependen del éxito y fracaso del conjunto. Y le enseña finalmente una competición limpia en la que las reglas comunes a las que se somete, en la competición es lo que une y vincula, y por encima de ello, la libertad del juego, cuando se pone en ejerce correctamente, libera la seriedad de la competición en el juego en la libertad del juego cuando este acaba. (...) Asistiendo al juego, la gente se identifica con él y con los jugadores, y participan así en el espíritu de equipo y de competición, en su seriedad y su libertad. El jugador se convierte en un símbolo de la propia vida, que actúa sobre ella. Saben que uno se ve representado en ella y encuentra su confirmación.

lunes, 30 de junio de 2014

Tú vives. Tú no vives

A raíz de la reciente aprobación de la Guía del protocolo de aborto terapéutico, saludada por políticos como la primera dama Nadine Heredia, la ex primera dama Pilar Nores, la ministra de salud Midori de Habich, el ex ministro de salud Oscar Ugarte, la ministra de trabajo Ana Jara, la ministra de la mujer Carmen Omonte, la congresista Verónica Mendoza, las periodistas Patricia Del Río, Mariella Balbi y columnistas que seguirán pretendiendo saber más que los médicos por su mera opinión, en nombre de los "derecho de la mujer a decidir" persisten en defender una práctica inhumana que sólo sirve de caballito de troya para cualquier causal de aborto en el futuro. Antes de opinar es necesario tener los conceptos claros.
Aborto terapéutico es una contradicción en términos. Vamos a explicar el por qué. Para empezar, aborto es, de acuerdo a la ciencia médica, toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Terapéutica es de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), aquélla parte de la medicina que enseña los preceptos y remedios para el tratamiento de las enfermedades. A pesar de que el DRAE incluye dentro de los significados de la palabra "interrupción", el de cortar la continuidad de algo en el lugar o en el tiempo, también reconoce el de "embarazo" como el estado en que se halla la hembra gestante.
Ahora bien, ¿qué se interrumpe en un embarazo? ¿El embarazo? Si lo imaginamos de ese modo, pensamos en que el vientre de una mujer se "desinfla" como si le quitaran aire a un globo. Eso está bien para chistes, pero el lenguaje enseña que la palabra "gestante" tiene la siguiente secuencia de significados: Gestante: Que gesta, o embarazada. Gestar es un término más amplio que incluye a las hembras de las especies animales, pero a las mujeres se aplica de manera más específica la palabra "preñada", que significa "Dicho de una mujer, o de una hembra de cualquier especie: Que ha concebido y tiene el feto o la criatura en el vientre". Entonces, por simple lógica, ¿qué se interrumpe en un embarazo? El embarazo, dirán las abortistas, pero en el embarazo ¿qué hay? Una mujer embarazada. Quien responde esto es o se hace el imbécil. En un embarazo lo que hay es un embrión o criatura que está formándose durante nueve meses hasta el nacimiento y que lleva los cromosomas del padre y de la madre, haciendo a esta criatura única e irrepetible, dependiente de los nutrientes y el cuidado de la gestante sin volverse un mero órgano como un apéndice o una vesícula.
A pesar de que en pleno siglo XXI contamos con mayor acceso y disponibilidad a la información y a la educación, la comunicación y la cultura han sido dejadas de lado por el phubbing y el consumo. Esto ha llevado que las nuevas generaciones consideren al sexo como un mero entretenimiento sin consecuencias emocionales y psicológicas que su práctica irresponsable acarrea. Todo se soluciona con preservativos, métodos anticonceptivos y si a pesar de ello embarazas a una chica dile "te pago el aborto porque no quiero esa masa de células". Para ello te pones en contacto con alguna persona que te lleve a una clínica para hacer el aborto "seguro" y todo termina en un santiamén, como si ese "contenido intrauterino" (como se le llamó despectivamente hace poco) fuese una simple enfermedad, fruto de un error, alegando la razón que sea. Eso es el comienzo de un infierno emocional llamado Síndrome post-aborto que afecta a la mujer que abortó y que también afectará, a largo plazo al varón que lo instigó. Así es como se va enfermando psicológicamente la sociedad.
inicialmente se llamó "terapéutico" al aborto que se practicaba cuando entraban en colisión la vida de la madre y la del hijo. Hoy se extiende este calificativo a cualquier dolencia o riesgo de dolencia. En este último sentido, se pretende sugerir que mediante el aborto se cura alguna enfermedad de la madre, aunque, en términos estrictos, un aborto provocado no cura nada, sino que destruye una vida. Una de dos vidas, ambas con igual dignidad y valor. Una muere y la otra queda enferma psíquicamente. Y sobre esto calladitos se quedan los corifeos de los "derechos sexuales y reproductivos".
Ahí entra a tallar la contradicción, porque es un acto de violencia contra el más débil de los débiles, el más indefenso de los indefensos: el concebido. Todos los que se manifiestan a favor de aceptar el aborto en ciertas circunstancias olvidan que están vivos gracias a que también fueron concebidos indefensos como esas criaturas y que nadie les pidió permiso para venir a esta vida. Curioso que a quienes defienden este exterminio nunca les pregunten a los concebidos si quieren vivir o morir como si quisieran hacer una encuesta para justificar el aborto. ¡Claro!¡Si a ellos tampoco les preguntaron! Nadie es culpable de ser concebido en una violación o de una enfermedad que pone en peligro la vida de una gestante. De la misma manera, nadie es culpable por nacer de manera prematura, en medio de una guerra, en un palacio o en una letrina. Recordemos que Jesucristo nació en un comedero de animales maloliente y antihigiénico.
Si nos atrevemos a leer la reciente guía para la aplicación del "aborto terapéutico" (lo ponemos entre comillas para hacer énfasis al eufemismo), y a investigar lo que se oculta detrás de esto, descubriremos que existe una agenda internacional para despenalizar el aborto en Perú, financiada por organismos como la Unicef, ONG's feministas como Manuela Ramos, DEMUS, Flora Tristán e Inppares, filial peruana de la cadena abortista más grande del mundo, la IPPF. Todos ellos apoyaron la agenda abortista de Humala cuando era candidato presidencial y no es de extrañar que el gremio médico declare que la aprobación de esta guía es una cortina de humo para tapar la huelga médica que sigue sin solucionarse. Es de necesidad urgente no sólo derogar esa guía no sólo por ser inconstitucional al violar el derecho a la vida, sino por ser el instrumento idóneo para doblegarnos progresivamente ante el poder de la cultura de la muerte.
Han pasado 90 años desde que se declaró un delito no punible al "aborto terapéutico". Además, con los avances de la ciencia, ¿cómo no se va a poder salvar la vida de los no nacidos en caso de riesgo para la vida de la madre?. Recomiendo para conocer mejor de este tema ingresar al siguiente link: http://www.aciprensa.com/aborto/aterapeutico.htm. Es sabido que en cualquier país del planeta los protocolos de aborto terapéutico sirven de coladero para que se permita toda clase de abortos por cualquier causal. Es caso más notorio es España, que cuenta con la ley más carnicera de Europa, hoy camino a reformarse a pesar de las trabas de los progres, izquierdistas y liberales que desprecian a los más inocentes. A más despenalización, más abortos, por más "seguros" que se presenten. Es igual que pretender despenalizar los robos por la causal de necesidad. El Estado no puede claudicar de su función punitiva en nombre de pareceres individuales o falsos derechos que son producto de la relativización del derecho a la vida, sin el cual los demás no sirven para nada.

martes, 27 de mayo de 2014

Fritz Du Bois y Argentina


Ha muerto el director del diario El Comercio, Fritz Du Bois Freundt y no puedo evitar la tristeza de sentir la pérdida de un admirable administrador, periodista y reformador económico que contribuyó activamente durante los años noventa, en el equipo de tecnócratas del Ministerio de Economía a desmontar al gigantesco saurópodo velasquista mantenido por Belaúnde y García en su segundo y primer mandato respectivamente, y realizó las reformas económicas que cambiaron el destino de todos los peruanos. Aquellas que transformaron a un Estado inelegible e inviable en un país que hoy crece a tasas sorprendentes (pese a la desaceleración provocada por el humalismo) y que, gracias a eso, solo en los últimos diez años redujo a la mitad la pobreza.


Más de una vez, ante la admiración que sentía hacia su persona me dije que si fuera presidente lo escogería como mi Ministro de Economía. Su preparación profesional, su independencia periodística, su espíritu emprendedor y su inconformidad con la situación del país, combinados con su apertura al diálogo, su respeto hacia el disenso, sus modales caballerescos y su aprecio hacia quienes trabajaban con él lo transformaron en un referente obligado para la política y el periodismo, algo que siempre demostró como director del diario "Perú21" y "El Comercio".


Desde esta columna me sumo a quienes le rinden homenaje por su huella indeleble para mejorar a Perú como nación y sociedad. Para ello, considero necesario transcribir un artículo suyo publicado en el Anuario El Comercio 2001 (págs. 130-133) cuando se desempeñaba como asesor de opinión de la sección Economía y Negocios del decano de la prensa peruana. En él explica con una brillante lucidez la causa de la gran crisis económica que sufrió Argentina durante el corto gobierno de Fernando De la Rúa y las lecciones que debemos aprender de ella, algo que parecen no haber aprendido sus posteriores autoridades en los últimos años. Recomiendo también leer la Revista Bases para el largo plazo Año 1 Nª1 de diciembre de 2011 si se desea conocer mejor sobre la decadencia económica del país gaucho (se puede acceder a su archivo en pdf ingresando en el siguiente enlace http://www.fundacionnorteysur.org.ar/Imgs/Dyn/ArchivosLenguajes/5404-2012-7-5T10-18-0.pdf). Así que en homenaje a don Fritz, leamos a continuación su opinión profesional sobre el tema para exigir a nuestras autoridades políticas a manejar correctamente el país, pues sólo así podrán afrontar con la conciencia tranquila el juicio de la Historia.


Argentina, colapso anunciado Mucho se ha hablado sobre la crisis argentina y cada uno busca culpar a sus propios demonios. Decir que el causante es el Fondo Monetario Internacional es como culpar al médico de la muerte por cirrosis de un alcohólico empedernido que no quiso dejar la botella de la heterodoxia fiscal. Decir que fueron las políticas liberales también es erróneo, pues Argentina, llena de restricciones y distorsiones, nunca ha logrado desarrollar una adecuada economía de mercado. La causa de la crisis han sido sucesivos gobernantes que antepusieron al bienestar de su pueblo consideraciones partidarias. En lugar de actuar responsablemente con las cuentas públicas, gastaron mucho más de lo que recaudaban y financiaban al Estado con una creciente deuda pública. Un manejo inmoral e incompetente.




Son evidencias de inmoralidad tratar el gasto público -que pertenece a todos los habitantes de un país- como un fondo partidario para pagar favores políticos, crear caudillismos regionales, lograr reelecciones o asegurar retornos mediante el aumento desmedido del gasto en el último año de gestión para ser recordado por los votantes. También lo son aumentar la participación del Estado en la economía para tener más capacidad de lucro, "concertar" beneficios sectoriales, mantener rigidez laboral que fomenta informalidad y subempleo para favorecer cúpulas sindicales partidarias, otorgar pensiones privilegiadas o aceptar planillas fantasmas.


Es una clara muestra de incompetencia financiar los crecientes déficit fiscales que el uso político del gasto público inevitablemente genera con el facilismo del endeudamiento, en lugar de realizar reformas tributarias eliminando exoneraciones y beneficios, o ser exigentes, honestos y eficientes en la administración de impuestos. También lo es la incapacidad de reformar burocracias asfixiantes para sus ciudadanos y eliminar restricciones al desarrollo de una economía moderna.


Argentina evadió durante años la realidad de la disciplina fiscal y aumentó día a día su total dependencia en los mercados de deuda. Esta evasión aumentó durante los seis cruciales meses previos a la explosión de la crisis. En marzo del 2001, se despidió, luego de sólo 48 horas en el cargo, al ministro de Economía López Murphy por plantear una drástica reducción del gasto público. En su lugar se designó a Domingo Cavallo, quien, a comienzos de los años noventa, había controlado la hiperinflación creando el sistema de convertibilidad fija de un peso por un dólar.


Cavallo consideró que su prestigio le permitiría a Argentina recuperar credibilidad en los mercados. Así, ganaría un espacio para que su economía tuviera la oportunidad de crecer nuevamente, gracias al flujo de inversión privada que generaría la confianza que le tenían y los incentivos tributarios que otorgó. Este esperado crecimiento aumentaría la recaudación tributaria y el déficit fiscal podría ser controlado sin necesidad de sacrificios ni recortes.


Luego de seis decepcionantes meses, Argentina tenía un déficit fiscal que alcanzaba el 5% del PBI y había perdido US$10,000 millones de reservas internacionales sin haber generado inversión ni crecimiento. La deuda pública llegaba a niveles inmanejables de US$150,000 millones, cada seis meses se le acumulaban vencimientos de deuda que la obligaban a masivas refinanciaciones y su relación con el Fondo Monetario Internacional y el resto de sus acreedores era cada vez más tortuosa.


Finalmente se intentó hacer lo correcto cortando el gasto público, pero era muy tarde. Ya no cabían más operaciones de rescate internacional, pues la buena voluntad y los recursos disponibles de la comunidad internacional se consumieron en esos meses de extrema evasión. En un último acto desesperado se confiscaron los ahorros de los argentinos, con lo que colapsaron el régimen y la economía.


Con esta crisis, Argentina parece condenada a perder otra valiosa generación, que se verá forzada a emigrar y enriquecer las fuerzas laborales de otros países. Los países latinoamericanos que mantienen sus cuentas fiscales bajo control y no dependen de los mercados de deuda para su financiamiento pasarán la crisis sin mayores consecuencias. La mejor lección que podemos aprender de Argentina es que la estabilidad económica es un derecho de todos y que debemos construir barreras que impidan a los gobiernos de turno ponerla en riesgo.


Para asegurar la estabilidad económica debemos reducir las fronteras de los estados transfiriendo al sector privado toda actividad posible. Obligar a los estados a trabajar al servicio de sus pueblos y no servirse de ellos, a que introduzcan mecanismos que aseguren transparencia en la función pública y a limitar la discrecionalidad en el manejo económico para que no hipotequen nuestro futuro ni nuestro derecho a generar riqueza y bienestar. En suma, debemos aprender a protegernos de nuestros gobernantes si queremos, algún día, prosperar.

domingo, 18 de mayo de 2014

Estacionamientos inteligentes ¿Por qué no?

Si usted ha visto la película "Misión imposible: Protocolo fantasma" podrá comprobar que la pelea final entre los personajes que interpretan Tom Cruise y Michael Nyqvist en Bombay, India, sucede en una especie de fábrica de automóviles modernos que todo el tiempo se mueven solos como si fueran los "Kit" (de la serie El auto fantástico) del siglo XXI, o hasta un museo de automóviles lujosos estacionados un piso sobre otro. Nada más lejos de la realidad. Más allá de la falta de lógica de la mencionada secuencia (un rasgo común de todas las películas de acción de Hollywood), el lugar de la acción no era un museo, ni una fábrica, sino un estacionamiento robotizado, algo que sólo existe en los países desarrollados con déficits de estacionamientos en las calles.
Ya contamos en Lima con modernos edificios con ascensores inteligentes (incluyendo la futura Torre Rímac), en los que no tienes que esperar hasta tomar el primero que llegue al piso donde te encuentras y así subir y bajar como si fueras una sardina en conserva, sólo tienes que presionar el botón respectivo indicando el piso al que te quieres dirigir y el sistema computarizado te indicará cuál ascensor tomar dentro de todos los que cuenta el edificio. El periodista Andrés Oppenheimer, en libro "¡Basta de historias!", cuenta su primera experiencia cuando fue al edificio del Ministerio de Educación en Singapur y debido a su ignorancia sobre el uso de este sistema, contó con la ayuda de una señorita que le enseñó un "curso rápido de viaje en elevadores inteligentes" (pag.93) y luego de agradecérselo, se sintió como un visitante del Cuarto Mundo, una especie de Tarzán en Nueva York.
De la misma forma, existen edificios de estacionamientos inteligentes, que ayudan a descongestionar los subterráneos o los que están en las calles. Basta citar como a los que se encuentran en algunas zonas de Estados Unidos, Europa, Japón, China y Australia. En Alemania, específicamente en Wolfsburgo (una de las sedes más importantes de la empresa Volkswagen), se cuenta con las torres de estacionamientos automatizados más modernas del mundo: las Autostadt (ver el siguiente enlace: http://maravillasmodernas.wordpress.com/2008/04/14/torre-de-autos-totalmente-automatizadas-en-el-autostadt-de-wolfsburg-alemania/). Para quienes aun no lo saben, este tipo de aparcamientos son la evolución de los mecanizados de Europa y Asia que comenzaron a construirse en los años 50 hasta la década de los 80. Actualmente, gracias a la programación informática, estos espacios se han automatizado por completo, solucionando una serie de problemas que aquejan a las grandes ciudades.
Los conductores no necesitan maniobrar sus vehículos para parquear, pues los autos son acomodados en una estructura aislada del exterior, por medio de un sistema electrónico de control y el uso de plataformas móviles. Además, cuentan con las ventajas de viabilidad, ya que pueden ser construidos en lugares donde por poco espacio no caben estacionamientos tradicionales, aprovechamiento de espacio, seguridad, porque se guardan los vehículos en zonas cerradas con acceso restringido, ahorro de tiempo para los conductores y menor impacto sobre el medio ambiente, por la reducción de contaminación auditiva. Por eso es preferible impulsar en Lima el desarrollo de proyectos inmobiliarios que cuenten con estacionamientos automatizados. Serían muy útiles en centros comerciales y financieros.
Ahora bien, habrán quienes objeten la existencia de estos edificios, invocando el análisis costo-beneficio para la ciudadanía, pues estimularía a muchos no usar los sistemas de transporte públicos masivos y baratos, generándose una descomunal congestión para usar los edificios de ese tipo que se construyan en Lima a largo plazo, pues casi todo lo moderno e innovador llega a nuestro país después de años, pues está al alcance de una minoría privilegiada. También se dirá que el creer que los problemas de tránsito se solucionan con más concreto es como alimentar a un enfermo insaciable y que la respuesta se encuentra en decisiones tan simples y radicales, como la disminución de los espacios asignados para uso exclusivo de los coches, privilegiando aquéllos destinados al peatón, los ciclistas y el transporte público. Incluso se podrá comparar con Nueva York, en cuyo centro no hay edificios de este tipo, por la falta de suelo disponible y por el alto costo de los solares, lo que empuja a muchos a usar el metro, los buses y los taxis para movilizarse (ver el siguiente enlace: http://ciudadpedestre.wordpress.com/2010/07/04/%C2%BFy-si-quitamos-los-estacionamientos/). Bueno, todo eso es factible en países civilizados, ordenados, con un alto nivel educativo y con autoridades que sepan planificar y armonizar los espacios públicos con el medio ambiente y que tengan los pantalones bien puestos contra la delincuencia y la inseguridad. En Perú, eso es muy difícil de conseguir a corto plazo, por no decir imposible.
Sabemos que la Línea 1 del Metrolima y el Metropolitano son sistemas que funcionan como paliativos en una ciudad que ha crecido de manera desordenada y caótica, impulsada por la migración campo-ciudad, las políticas municipales cortoplacistas y el crecimiento económico de las dos últimas décadas. El caos vehicular de Lima genera hipertensión, enfermedades respiratorias y coronarias, pérdida de horas-hombre, contaminación sonora y mala educación por parte de conductores y peatones. Todo esto, sumado a la falta de espacios para estacionar hacen que nos preguntemos ¿Estamos esperando a que Lima explote y nos convirtamos en versiones peruanas del personaje de Michael Douglas en "Un día de furia", que pierde la cordura y sale a imponer el orden por la fuerza?
Ante el desastroso sistema de transporte público, la gente prefiere usar los vehículos particulares y es responsabilidad de las autoridades políticas corregir este impostergable problema de manera clara y decidida, además de promover proyectos de infraestructura que incluyan los estacionamientos automatizados en los espacios más adecuados con criterio técnico y profesional. No basta cambiar las rutas del transporte público, ni ensanchar las avenidas, sacando árboles o palmeras, otorgar permisos a transportistas inescrupulosos o construir estacionamientos subterráneos. Las torres de estacionamientos automatizados deben ser promovidas e "importadas" a nuestro país si queremos un mejor aprovechamiento del suelo y del espacio aéreo (no entendido en el sentido aeronáutico). Termino esta columna animándolo a ver el siguiente post con los estacionamientos más increíbles del mundo: http://www.taringa.net/posts/imagenes/17039661/Los-estacionamientos-mas-increibles-del-mundo.html

martes, 15 de abril de 2014

La Ortiga quema y atrae a la vez

Se cumplen dos años del fallecimiento de uno de los columnistas más polémicos de Perú. Hablamos de Andrés Bedoya Ugarteche, un periodista arequipeño que nos dejó a los 76 años por un cáncer de pulmón, debido a las dos cajetillas diarias que se fumaba. El entonces director del diario Correo, Aldo Mariátegui habló de él en su columna "Hasta más vernos", el 18 de abril de 2012. Esa era la frase con la que Bedoya cerraba cada una de sus provocadoras columnas.
Su talante anticlerical, antimilitarista, anticomunista y antifútbol era más que notorio. Nunca se callaba nada de lo que pensaba y muchas veces su lenguaje punzante y soez causaba molestia, risa y desataba pasiones como si fuera un pirómano queriendo provocar un incendio forestal. Disfrutaba de su pasión, su picardía, su gran sentido del humor complementado por su prototipo de gentleman, sus actitudes escépticas, su carácter volcánico (no hay duda de que era arequipeño) y su vasta cultura a la hora de responder de manera contundente a sus detractores o a quienes le insultaban. Y sin dejar de mencionar su pasado como periodista televisivo y su recordado programa "La pedrada de Andrés". Para más detalle ver el siguiente enlace: http://peru21.pe/impresa/ortiga-2178010
Personalmente me sentía herido cuando se metía con los sacerdotes a la hora de defender a los homosexuales. Lo cierto era que se equivocó al dejarse llevar por su antipatía hacia el clero porque en temas religiosos demostró una ignorancia supina ya que la Iglesia acoge a los que sienten atracción por la gente del mismo sexo, pero no acepta las prácticas homosexuales por ser contrarias al orden moral y a la virtud de la castidad, por más que él exigiera que el MHOL lo nombrara "maricón honorario". Igual que las relaciones sexuales heterosexuales, fuera del matrimonio. Tampoco fue consciente de que la fe sí puede ser objeto de burla y sacrilegio. Basta mirar el testimonio de los mártires, especialmente los del siglo XX, cuando fueron asesinados "por odio a la fe". Particularmente interesante fue cuando Beto Ortiz lo entrevistó en su casa en Arequipa en el año 2009 como un reportaje para su programa Enemigos Íntimos, que conducía junto al hoy debutante cineasta Aldo Miyashiro. La entrevista fue sólo para darlo a conocer, pues por su edad, Bedoya y su particular personalidad, ya no era de las personas dispuestas a cambiar de opinión. Todo se produjo como consecuencia de un galardón que le dio la ONG británica Survival, a la columna más racista del mundo, en la que supuestamente sugirió que el presidente García usara el napalm para castigar a los asesinos de policías durante el "baguazo". Estas fueron sus palabras de respuesta después de un mes: Bueno, como quiera que yo tomo las cosas como de quien vienen, no puedo sentirme más agradecido. Que una ONG defensora de derechos humanos de pueblos indígenas me maltrate, es un verdadero honor que hará maravillas en mi currículo. Espero que el tal premio me sea otorgado en ceremonia especial y la presencia de la mismísima Isabel II y el Príncipe Felipe de Edimburgo (de quienes me ocuparé más adelante), con chequecito, medallita, diploma y todo. Obviamente, Survival es una ONG que -como todas las oenegés de Derechos Humanos- está constituida por colonias de sanguijuelas que le chupan la sangre (y millones de libras esterlinas) a cándidos ingleses que nunca se enteran de que son anfitriones de inútiles parásitos. Dear british friends: in case you don't know it, your money is going down the drain. I am not a racist. Keep reading. Los sinvergüenzas de Survival no ayudan a los pueblos indígenas. Por el contrario, les conviene mantenerlos en la miseria y la ignorancia para seguir mamando. El día que se queden sin marginados, se les acaba la teta. ¿Capichi?
El espacio de esta columna no alcanzaría para analizar y criticar cada uno de sus escritos, pero considero necesario colocar un ejemplo elocuente de su antipatía hacia el fútbol que me divirtió mucho y de su estilo venenoso e hilarante a la hora de hablar de él y de la violencia de las barras bravas: Barras bravas y homicidio: - Bueno, todos sabemos que el fútbol es una de las mafias más corruptas y productivas del planeta. Y lo preocupante es que las "masas" que siguen a este supuesto "deporte" son las que cuentan con el coeficiente intelectual más bajo que concebir se pueda (incluyo particularmente a los "inchas"). Desde la FIFA hasta la más humilde liguita de la menos significativa republiqueta, la enorme mayoría de dirigentes son verdaderos pandilleros. No es casualidad que la reina Victoria de Inglaterra prohibiese el fútbol, pues según ella se trataba de "un deporte de rufianes". Coincido chento per chento con ella, y eso que en su época no había "hooligans" (ya casi extintos gracias a la policía de países realmente civilizados) ni "barras bravas". Un grupo de estos subnormales ha asesinado a una jovencita que nada tenía que ver en el entuerto (en referencia a la estudiante Paola Vargas, empujada por barristas de la U desde un microbús en movimiento y muriendo en el acto), y nuestro ministro del Interior está con mariconadas: "¡Ay! No podemos oponer violencia a la violencia..." ¡Por la metagalaxia! Si nuestras Fuerzas Armadas no hubiesen opuesto violencia a la violencia, hoy día nuestro Presidente sería el camarada Gonzalo. Recuerdo que fui muy criticado cuando hablé de napalm (repito, no pensé que lo tomaran literalmente). Bueno, ahora tengo una idea mejor y más espectacular para combatir a los barrabravistas: en pleno desarrollo del "clásico" "U"-Alianza, digamos, aparecen sobrevolando dos helicópteros artillados -negros y sin números de identificación- y descargan sus cañones ametralladores sobre las tribunas sur y norte. 450 muertos por lo menos, y chau barras bravas, per saecula saeculorum. Claro, se me va a adjetivar de racista, clasista, machista, traidor antiperuano, traidor prochileno, insensible, reaccionario, enemigo del pobre, déspota, imperialista, fascista, segregacionista, alienado capitalista, genocida, flagelo de la clase trabajadora, opresor del débil, odiador del pueblo, némesis del humilde, blanquito miraflorino, nazi y miembro del Ku Klux Klan. Bueno, todo eso cabría si estuviésemos hablando de seres humanos. No es el caso. Con el exterminio de las brarras bravas, de lo más que se me puede acusar es de delito ecológico o cacería clandestina de especies en peligro de extinción. Esto no es más que una simple fumigación...
Como podemos apreciar, él decía las cosas tal como pensaba, y hoy en día se extrañan a los periodistas que digan las cosas de manera francamente brutal, directa, con ironía, cultura, con estilo soez, deslenguado y sin miedo a la censura de la dictadura de lo políticamente correcto. Paradójicamente, los que más lo odiaban eran los que más lo leían y eso revela el carácter reprimido e hipócrita que se respira en nuestra sociedad, pues mucha gente piensa como él pensaba o de manera similar y utiliza la careta del "open minded" para no pisar los cayos de nadie ni de sus amigos. Personas así polarizan, pero no causan indiferencia. Q.E.P.D. Tocayo Ortiga.

martes, 8 de abril de 2014

¿Es malo ser conservador?

 

Leyendo varias columnas de opinión sobre la propuesta de referéndum del cardenal Juan Luis Cipriani sobre las uniones civiles entre homosexuales y el aborto, es evidente la saña con la cual se le trata al principal pastor de la diócesis católica más importante de Perú. Una y otra vez, los opinólogos, creyendo tener la razón demuestran ser unos verdaderos ignorantes en lo que se refiere al Derecho familiar y sucesorio, antropología, ley natural, moral y psicología. No van al fondo del tema, sino que repiten las palabras "derechos", "opción sexual", "intolerancia", entre otras. Es decir, se convierten en los portavoces del lenguaje propio de la dictadura del pensamiento políticamente correcto. 

 

 

Algunos de ellos, como Alfredo Bullard, Ronald Gamarra, Ricardo Vásquez Kunze y Carlos Meléndez, sin desmerecer sus altas capacidades intelectuales y profesionales, han demostrado en sus columnas desconocer el hecho de que por lógica elemental, el matrimonio es anterior a la existencia de los Estados, al derecho internacional, y, sobre todo, a la ideología de género. a que en una relación homosexual o lésbica no se puede procrear. El derecho a la libre opinión es fundamental en una democracia, pero si no va acompañado de una sólida formación moral e intelectual, hace que su portavoz se convierta en el títere de los ideólogos de cada era. En el caso que nos ocupa, es la propuesta del cardenal. 

 

 

La única opinión realmente objetiva y desapasionada que he visto hasta ahora es la del jurista (y profesor de quien escribe) Mario Castillo Freyre, (pueden clickear aquí http://elcomercio.pe/politica/actualidad/union-civil-no-colisiona-constitucion-noticia-1719751) porque analiza el proyecto del congresista Carlos Bruce criticando la creación de un quinto estado civil (los anteriores con solero, casado, viudo, divorciado): la unión civil no matrimonial, es decir, camina como pato, grazna como pato, aletea como pato, nada como pato, pero no es pato. A pesar de ello, no hay que olvidar lo siguiente: si el Derecho equipara las uniones civiles al matrimonio, sin importar las clases de uniones que surjan en el futuro (no sólo homosexuales, sino pedófilas, zoófilas, poligámicas, etc.), se desnaturalizará su carácter regulador y se convertirá en un mero vehículo para que los postulados de la ideología de género (o cualquier otra) se cuelen en el ordenamiento jurídico de cualquier país, generando mayores injusticias contra los padres, hijos y personas de buena voluntad que disienten de esta clase de pensamiento. Por eso, ante esta amenaza, cobra mayor sentido el segundo mandamiento del abogado, de acuerdo con Eduardo J. Couture: "LUCHA: Tu deber es luchar por el Derecho. Pero el día que veas en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia". 

 

 

Lo que la ideología de género busca no es la caridad hacia los homosexuales ni la conquista de sus derechos legales o humanos. Simplemente los utiliza como parte de su agenda para labrar un proyecto de reingeniería social y antropológico que busca imponer un pensamiento totalitario y discriminador hacia la disidencia y todo comienza con el reconocimiento legal de esta clase de uniones. ¿Alguien en su sano juicio cree que esta embestida de los lobbies gays se va a acabar con este proyecto de ley después de aprobado y publicado? Esto es sólo el comienzo de un proyecto relativista, inmoral, intolerante y persecutorio que forma parte de la llamada "cultura de la muerte" fomentada por los grandes grupos de poder económico y político existentes en los países desarrollados. Es mejor informarse de este tema con recomendables textos como "La Agenda de Género. Redefiniendo la Igualdad" (2007) de Dale O'Leary, "La Ideología de Género o el Género como herramienta de poder" (2010) de Jorge Scala o "La Dictadura de Género" (2013) de Francisco Serrano. 

 

 

De esta forma, los opinólogos mencionados líneas arriba demuestran sus prejuicios y odio ideológico hacia el cardenal y hacia la Conferencia Episcopal Peruana. Con esto, surge una pregunta que sería bueno que respondan con fundamento y es la siguiente: ¿Es malo ser conservador? Ser conservador tiene tres significados en el DRAE, pero el que mejor se ajusta a las enseñanzas de la Iglesia sobre la defensa de los valores, la familia, el matrimonio y la dignidad de la vida humana, es el primer significado, pues el conservador, dicho de la forma más elemental, es aquél que conserva dichos valores e instituciones que forman parte de la vida individual y social del ser humano en armonía con la creación y con el Creador. 

 

 

¿Es malo ser conservador? Sí, dirán algunos, pues atenta contra el pensamiento políticamente correcto, contra la tolerancia, los derechos humanos, la ley y no sé qué más. Lo cierto, es que todo lo anterior son valores desde el punto de vista conservador, pero también son palabras fácilmente manipulables para los intereses ideológicos de quienes siguen la agenda de género, la cual, desde 1994, con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer en El Cairo busca implantarse en todo el mundo pisoteando dichos valores y discriminando a quienes no comulgan con sus dogmas, pues son tachados de intolerantes, fundamentalistas, retrógrados, homofóbicos, obsoletos, dogmáticos, cerrados, ultras, represores, integristas, enemigos de la humanidad y anticaritativos. Bueno, todo eso se podría aplicar a los nazis, a quienes Bullard compara con Cipriani; y también a los castristas, que son tan amados por Gamarra (quien, dicho sea de paso, repite la mentira de Jason Day sobre el Sodalicio). Esa es una muestra de cómo inteligencia y sentido común no siempre van de la mano. Vásquez Kunze y Meléndez, por su parte, necesitan un poco más de información sobre todo lo mencionado en el presente artículo, porque desde la óptica de la política es muy fácil comentar un fenómeno social, pero desde otras ramas del saber, el panorama se amplía. Igual que ver un árbol, y no el bosque entero, que sufre un incendio y que necesita ser apagado. No "tolerado".