miércoles, 24 de enero de 2018

¡Cómo no te voy a querer...!


Diciembre fue un mes caliente para la política nacional. Nunca antes vimos un espectáculo tan vergonzoso de mentiras constantes, mensajes a la nación, pedidos de vacancia, un chantaje al Congreso eludiendo responsabilidad político-electoral, una defensa verborreica donde incluso se citó a Montesquieu, una frustrada destitución del Presidente, una prensa abiertamente sesgada en sus análisis, un indulto que se veía venir, pero dado en el peor momento, seguido de más de una protesta en Nochebuena y Navidad, pataletas rojas, acusaciones de traición, renuncias masivas, creciente polarización y odios sacados a la luz. Todo en un solo mes. Mientras todo eso se daba, y el gobierno armaba con dificultades su "gabinete de la reconciliación", la Iglesia trabajaba sin aspavientos para un acontecimiento memorable: la visita del Papa Francisco a Perú.


Por supuesto, el gobierno se quiso atribuir el mérito de la organización (obra de la Iglesia, en realidad) y Kuczynski quiso ser el anfitrión de lujo para un pontífice que predica la fe, la misericordia, la sencillez y la ayuda a los demás. Saludaba una y otra vez a las cámaras y a los presentes como queriendo decir que ha sido absuelto de sus pecados sobre Westfield y First Capital y que llegó la tan ansiada reconciliación que le permitirá gobernar hasta 2021 (felizmente no hizo ningún bailecito, aunque sí hizo gala de su "humor inglés" cuando dijo que lo único malo del país son los políticos, como si él no estuviera en ese club). Francisco, sin embargo, no cayó en ese juego político, sino que se centró en la virtud teologal de la esperanza.


Como mencioné resumidamente al principio, vivimos en una etapa políticamente complicada y con una economía que todavía no logra salir de la parálisis en la que se encuentra, con una clase política infectada por la corrupción del caso Lava Jato y futuras asonadas izquierdistas que buscan "bolivianizar" el país con sus acostumbrados discursos de una nueva Constitución, "que se vayan todos" (menos ellos, claro), y que solamente un partido político es responsable de todo el caos que vivimos, cuando toda la clase política y toda la población tiene también su cuota de responsabilidad en la elección de sus autoridades y en la vivencia de los valores morales y cristianos que han forjado nuestra nación.


Que esta descripción sucinta de la actual radiografía política nacional nos haga preguntarnos si la esperanza existe para nosotros como país, pese a las continuas decepciones y comprensibles pesimismos que dominan a nuestros mayores, quienes cargan con toda la sabiduría, la experiencia y la desconfianza contra quienes nos gobernaron (y gobiernan). El pesimismo es síntoma de la pérdida de fe y su versión extrema, el fatalismo, es consecuencia de dejarse llevar por la desesperación y no creer que las cosas se pueden arreglar, porque supuestamente irán "de Guatemala a Guatepeor". Sin embargo, ¿es cristiano ser fatalista? ¿Es cristiano rajar y no trabajar por mejorar las cosas? ¿Es cristiano callar ante los escándalos e injusticias? ¿Es cristiano hacerse la vista gorda ante la realidad nacional e internacional? ¿Es cristiano dejarse influenciar por grupos que promueven la cultura de la muerte y la abolición de la práctica de la fe en la vida pública?


La respuesta a esas cinco preguntas es simple: No, no, no, no y ¡NO! El Papa Francisco vino al país a darnos un mensaje de esperanza y a confirmarnos en la fe. Una fe que se resiste a morir en medio de un mundo que vive en la "posverdad". Una fe que se basa en la Verdad, que es Jesucristo. Una fe que no se basa en una ideología o en un caudillo, sino en la Palabra hecha carne. Una fe que fue demostrada de manera entusiasta a lo largo de estos cuatro días. Millones de católicos salimos a las calles a demostrar nuestro cariño al sucesor de Pedro y a pedirle que con sus palabras y gestos nos ayude a revalorar la esperanza que tenemos como miembros de un país que, como bien lo dijo Jorge Basadre "es más grande que sus problemas".


Desde que bajó del avión hasta que llegó a la Nunciatura Apostólica, se repitió la historia, solo que en versión siglo XXI: miles y miles de personas inundaron las calles para saludar a Su Santidad como lo hicieron con Juan Pablo II en 1985. El país cambió en 33 años, pero la fe del pueblo peruano se mantiene viva, pese a todo. El argentino Bergoglio sintonizó con la espontaneidad de los peruanos desde el primer instante y su presencia en Puerto Maldonado y Trujillo ayudaron muchísimo a mostrar al mundo una realidad que muchas veces se calla o minimiza por indiferencia, egoísmo o complicidad: la destrucción de la selva amazónica, la violencia contra la mujer, la corrupción política y económica. Temas que pese a ser comunes en nuestra realidad no pueden generar dejadez, sino que deben ser combatidos de raíz.

(Reuters)

Hubiera sido interesante si le hubieran dicho al Papa que en una famosa novela, el personaje principal hizo la célebre pregunta "¿cuándo se jodió el Perú?". Habría sido de inspiración para dar un potente discurso a un país necesitado de esperanza. Sin embargo, su presencia y espontaneidad, y la clasificación al Mundial de Rusia 2018 nos han hecho gozar como pocas veces, y llenarnos de optimismo frente al futuro. Éste es desconocido e incierto, pero de la mano de Dios, revitaliza las emociones y da alegría al corazón. Quién mejor que el Santo Padre para confirmar eso con su frase "no se dejen robar la esperanza". Y para profundizar en la esperanza como virtud, nada mejor que leer la encíclica "Spe Salvi" de Benedicto XVI.



Mención aparte merece la misa en la base aérea Las Palmas: peregrinar de madrugada hasta allá, ida y vuelta, soportar doce horas (algunos hasta más) bajo un sol inclemente al lado de un millón y medio de personas, orar el rosario en grupo más de una vez, hidratarnos constantemente, aguantar las quejas de los impacientes por parte de la policía y la Guardia del Papa, socorrer a los afectados por la deshidratación y respetar las reglas establecidas para el desarrollo del evento hasta las 4 de la tarde, son una experiencia excepcional, que ofrecida a Dios, hacen derramar inevitables lágrimas de emoción, especialmente cuando se siente tan cerca la presencia del representante de Cristo en la tierra. Quien practica la fe de manera convencida y entusiasta, entenderá estas palabras.


Finalmente, tras participar en la misa, escuchar al impresionante coro y la orquesta que hicieron un trabajo que calificaría como "celestial", lo más conmovedor fue escuchar que Francisco regresaría a Roma con un grato recuerdo que siempre atesorará en su corazón: la fe viva del pueblo peruano y la presencia de un millón y medio de personas en esa base aérea. Solo Dios conoce el corazón de cada persona y sólo Él se encargará de darle lo que a cada uno lo que corresponde de acuerdo a su justicia. Pero la presencia de Francisco trajo aire frasco a nuestra situación actual como país y nos ayudó a sentirnos más fuertes y confiados en las promesas del Señor. Por supuesto, no podía faltar el "no se olviden de rezar por mí". Sí, Santo Padre, cuente con nuestras oraciones y con quienes asumimos el reto de ser los santos del siglo XXI, pese a las persecuciones, las burlas y la incomprensión del mundo. ¡Gracias por sus mensajes y por su testimonio! Por eso, desde este blog nos sumamos al multitudinario coro ¡Cómo no te voy a querer - cómo no te voy a querer - eres el Papa Francisco, Vicario de Cristo que nos viene a ver!

domingo, 14 de enero de 2018

¿Opinión consultiva o encíclica colonialista?


El martes 9 de enero, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), integrada por 9 jueces, resolvió una consulta que Costa Rica le había remitido para conocer su opinión sobre los temas del cambio de nombre y los matrimonios entre personas del mismo sexo, los cuales formaban parte de un caso judicial a resolverse. A nivel internacional, el resultado levantó polvareda debido a que se pronunció a favor de que no sólo Costa Rica, sino los 22 países que integran la Convención Interamericana adapten progresivamente estas figuras a sus respectivos sistemas legales y judiciales, en nombre de la lucha contra la discriminación y la "igualdad de género". Inmediatamente, los congresistas peruanos promotores de la agenda LGTBI, Carlos Bruce y Alberto De Belaúnde empezaron a saltar en un pie y exigieron que el Estado cumpla con el criterio de esta corte internacional. A ellos, se sumó el marxista presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, sin mostrar un solo gesto de defensa del matrimonio como institución que precede a la existencia del Estado.


Probablemente muchos dirán que no hay que ser "malo" con los homosexuales, que tienen derecho a ser felices, a formar sus propias familias y que como seres humanos tienen los mismos derechos que la "gente común". Eso último nadie lo discute. Lo que preocupa es el criterio que utilizaron los jueces para emitir una opinión como ésa, pues, en la práctica, los países que forman parte de la OEA deberán cumplir obligatoriamente con el resultado de esta opinión, pese a no ser una sentencia, ni tampoco un precedente de observancia obligatoria. En los hechos, esta opinión consultiva será considerada inviolable y sacrosanta y servirá para que diferentes casos de supuestas violaciones a los derechos humanos sean analizados internacionalmente a favor de la agenda LGTBI, obligando así a los países a mostrarse dóciles y no críticos ante cualquier intento de imposición de cualquier criterio o programa ideológico camuflado tras el ropaje de "derechos". Ante esto, ¿la fundamentación de la Opinión Consultiva, por parte de los jueces es jurídicamente sólida? Bueno, vamos a destacar los principales puntos que se mencionan en la Opinión y nos basaremos en las observaciones formuladas por la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, una de las más prestigiosas de América Latina:


1. Control de Convencionalidad: los tratados internacionales no tienen jerarquía o prelación sobre otros, ni siquiera la propia Convención Interamericana. La CIDH entiende que la atribución otorgada por su artículo 64, es decir, la opinión consultiva, tiene un carácter amplio. Sin embargo, la Corte no se pronunciará cuando la solicitud de opinión consultiva, sea utilizada, entre otros casos, “como un instrumento de un debate político interno”.


2. Principio de subsidiariedad: De acuerdo con el diccionario, éste es un criterio que pretende reducir la acción del Estado a lo que la sociedad civil no puede alcanzar por sí misma. No obstante, es injusto que las instituciones regionales de derechos humanos reemplacen a los Estados en el cumplimiento de las responsabilidades de implementación y protección de derechos humanos que a ellos corresponden.


3. Instrumento de debate político interno: Es tarea de la CIDH determinar si la solicitud de opinión consultiva hecha por el poder ejecutivo de un país signatario busca forzar a aquel tribunal a pronunciarse respecto de una materia con el sólo propósito de influir indebidamente en su proceso legislativo. ¿Corte haciendo política? ¡No, señor!


4. "Otra condición social": La CIDH omitió completamente el análisis en relación con el significado de la expresión “otra condición social” y simplemente saltó a la conclusión de que la “identidad de género” califica como tal, corriéndose el riesgo de convertir el texto de la Convención en algo banal e irrelevante, lo cual puede crear la impresión de que las decisiones acerca del alcance de las normas contenidas en la Convención dependen del arbitrio de la Corte. No toda condición califica como social.


5. La "identidad de género" como condición individual y no social: Existen tres tipos de condiciones sociales que la Corte reconoce, y son las siguientes: • aquellas que son individuales innatas e inmutables (como la raza y el sexo); • aquellas individuales mutables y adoptadas (como la opinión política y la religión); y • las condiciones sociales (posición económica, idioma, origen nacional o social). En cambio, la mal llamada "identidad de género" radica en la psiquis humana, y el fuero interno se encuentra fuera del ámbito del derecho, pues no puede probarse, y podría ser falsificado para eventuales fines fraudulentos. Ella es una afirmación puramente individual y fundada en la subjetividad de cada individuo.


6. Uso excesivo de atribuciones: Este pronunciamiento de la CIDH ante la solicitud de opinión consultiva está fuera de sus atribuciones, ya que la respuesta afirmativa a las preguntas planteadas implica tener por ciertas un conjunto de premisas implícitas vinculadas a posiciones antropológicas, filosóficas, psicológicas, biológicas y éticas que siguen en discusión con otras de igual naturaleza y en sentidos contrapuestos.


7. Tribunal de Estrasburgo: La CIDH no puede desconocer la jurisprudencia internacional sobre el tema al que está obligada a resolver. El Tribunal de Derechos Humanos de la Unión Europea decidió el 8 de junio de 2016 que la Convención Europea de los Derechos Humanos no incluye un supuesto derecho de las parejas de personas del mismo sexo, tanto en el marco del derecho a la vida privada y familiar como al derecho a casarse y tener una familia. Esta decisión confirmó una serie de juicios posteriores.


Tras presentar estos siete puntos específicos sobre el tema, es recomendable preguntar lo siguiente a los jueces integrantes de la CIDH:
• ¿Por qué ignoraron la jurisprudencia internacional en materia de derechos humanos, en especial lo resuelto (jurisprudencial y no consultivamente) por el Tribunal de Estrasburgo?
• ¿Por qué no fundamentaron de manera sólida en sus considerandos sobre la naturaleza de la institución matrimonial, con toda la bibliografía que existe sobre el tema?
• ¿Por qué no tuvieron en consideración los derechos del niño a crecer en un ambiente sano y estable, que garantice su estabilidad y desarrollo, recordando que gracias a estudios estadísticos, las parejas heterosexuales cumplen ello en su mayor parte, a diferencia de las familias homoparentales o uniparentales?
• ¿Por qué se excedieron en sus fundamentos aprobando la "identidad de género", sabiendo que es un tema que sigue en discusión en el plano político, social, filosófico, antropológico y ético?
• ¿Por qué no investigaron a profundidad sobre el tema en cuestión y se limitaron a recurrir a fuentes proporcionadas por cuestionadas ONGs (PROMSEX representó a Perú en este caso), asociaciones internacionales e instituciones académicas abiertamente favorables a la implantación progresiva de la ideología de género en Latinoamérica?


Con esta Opinión Consultiva y tras comprobar los pobres argumentos exhibidos, la CIDH se ha revelado como un organismo infiltrado por una ideología representante del marxismo cultural (ideología de género) y que, cultural, legal y judicialmente busca moldear la realidad de las naciones americanas, desconociendo el derecho a ser países soberanos en sus decisiones que versen sobre el delicado tema de los derechos humanos. La prueba de ello, es la reducción de condenas, la orden de indemnizar y desagraviar a sentenciados por terrorismo en Perú, generando rechazo generalizado y pedidos de retiro de la jurisdicción de la Corte o también de un posible retorno, pero con reservas, a la competencia de dicha corte internacional. Es hora de que cada país decida entre su soberanía, o el neocolonialismo, independientemente de la ideología de los partidos políticos que los gobiernan.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Lecciones de una dantesca peregrinación


Muchos hablan del Infierno de Dante debido a la novela "Inferno" de Dan Brown, por citar un ejemplo literario. O también del noveno círculo, donde son enviados los traidores. Debe ser porque el infierno provoca curiosidad y pavor a la vez, como para disfrutar de una película de terror al lado de tus amigos o de la chica que te gusta para que se aferre a tu brazo. Personalmente, el terror gringo me da risa debido a la grandiosa ridiculez y repetición de los mismos temas clichés: muertos vivientes, casas embrujadas, hombres lobo, vampiros, fantasmas, serial killers, etc. Llega un momento en que uno ya se harta de ver lo mismo y decide buscar ejemplos realmente sobresalientes, tanto en el cine como en la literatura.


Viendo una entrevista televisiva de la periodista Milagros Leiva a su colega Aldo Mariátegui, éste, con su acostumbrada ironía, respondió a la pregunta de por quién votaría si en una segunda vuelta electoral tuviera que elegir entre Verónica Mendoza y Marco Arana: "¡Me quedo con Jorge Chávez (el aeropuerto), me voy! ¿Qué vas a poner al cura Arana? ¡Pobre país! Ahora, (los peruanos) son capaces. ¡Son capaces! Yo ya perdí toda esperanza. Esto es como el Infierno de Dante: la puerta de entrada con el letrero". A partir de ahí me surgió el interés de leer "La Divina Comedia" y saber a qué se refería con eso y por qué sigue siendo vigente siete siglos después de escrita y publicada.


No voy a hacer una crítica literaria ni tampoco una descripción detallada de cada canto del poema. Para eso tenemos a los profesionales que durante siglos se encargaron y se encargarán de analizarla en facultades de literatura y en conferencias, como la que tuvo lugar el martes 12 de diciembre en el Instituto Italiano de Cultura, a cargo del profesor Carlos Gatti Murriel, miembro de la Dante Society of America. Su ponencia fue realmente enriquecedora, pues analizó los dos primeros cantos del Infierno y cómo se le puede calificar de maestro en lo referido no sólo a lo poético, sino principalmente a lo humano, pues el ser humano busca siempre el camino que lo ayude a tener esperanza y razón para vivir.


Qué mejor que enfocarse en compartir las emociones que provoca leer una obra tan fascinante, compleja y repleta de mensajes positivos para la vida. Al igual que el poema castellano "Cantar de Mio Cid" está escrito con el español de hace 800 años y por lo cual es complicada de entender a la primera lectura, "La Divina Comedia" comparte la misma característica, con las diferencias de que es italiana y no es una obra anónima. Expreso mis respetos a quienes intenten seguir la trama en audiolibro, si es que leyeron previamente "La Ilíada" de Homero y "La Eneida" de Virgilio, estudiaron la historia medieval italiana y se empaparon de los personajes e historias de la mitología griega, nórdica y romana. Todos esos requisitos hay que cumplir para entender a cabalidad esta obra maestra, aparte de tener permanentemente al lado el diccionario. Si te gusta leer y aceptas el reto, me quito el sombrero por tu decisión.


El descender (metafóricamente) por los círculos del infierno escuchando como música de fondo el Réquiem de Mozart hace que te llamen loco, rayado, alucinado, o lo que sea. Pero si es por meterse en el pellejo de Dante Alighieri, bienvenido sea. Si bien el primer círculo es el limbo (donde van a parar los no bautizados), es la expresión del pensamiento de su época, pues si bien San Agustín de Hipona esbozó esa teoría (nunca declarada como dogma por la Iglesia), ahora lo que se practica es rezar por esas almas y encomendarlas a la misericordia de Dios, pues no tienen la culpa de no haber tenido la oportunidad de recibir ese sacramento de iniciación. El resto de círculos describe a varios grupos de condenados por diferentes pecados sufriendo tormentos eternos como consecuencia de su decisión de estar ahí (Dios no condena, sino uno mismo).


Tras salir del Infierno e iniciar el ascenso por la montaña del Purgatorio hasta llegar al jardín del Edén, es de destacar cómo es purificado cada grupo de almas por los diferentes pecados capitales en los que más cayeron a lo largo de sus vidas. La escala de la montaña que más me impactó fue la de los avariciosos, pues éstos se encuentran echados y obligados a mirar la tierra sin poder levantarse, como demostrar que vivieron poniendo su mirada y su corazón en las riquezas materiales y no en el Todopoderoso, que siempre enseña que vivir persiguiendo los bienes del Cielo es lo que nos da esa paz y regocijo interior que tanto anhelamos. Al igual que en el Infierno, Dante es guiado por el poeta Virgilio, hasta llegar al Edén, porque a partir de ahí será conducido al Paraíso por Beatriz, el amor de su vida, quien murió a los 24 años, y pese a que Dante la vio sólo 2 veces en su vida, fue suficiente para amarla profundamente como a nadie. Qué mejor prueba que leer su poemario "Vida nueva". Incluso en el Paraíso, al contemplarla, él renuncia expresamente a describirla, pues reconoce que su talento (extraordinario) es completamente nulo ante la gran belleza de su amada.


El ser llevado al Paraíso, donde habitan los bienaventurados y la Iglesia triunfante, es una antesala al memorable clímax final. Los nueve cielos reúnen a diferentes grupos de almas purificadas, amorosas, piadosas, sabias y santas. No existe el más mínimo reproche por estar en un cielo inferior o superior, pues la Justicia Divina recae en mérito a las obras de cada uno y las conversaciones que Dante sostiene con algunas almas al respecto son demostraciones de que ya no se goza de acuerdo a la carne, sino al espíritu y que todos son "como ángeles en el Cielo" (Jesucristo dixit). Hay varios santos como personajes: Francisco de Asís, Lucía de Siracusa, Pedro Damiani, Tomás de Aquino e incluso aparece en el cielo de los mártires el tatarabuelo de Dante. Una parte muy interesante está en el Canto XXVI, en el que el apóstol San Juan, en compañía de San Pedro y Santiago le propone al poeta hacer un auto-examen sobre la Fe, la Esperanza y la Caridad, antes de llegar a ver a Dios. A medida que se va ascendiendo entre legiones de ángeles es necesario preparar el espíritu para poder ser digno de contemplarlo.


Mención aparte merece la Rosa de los Beatos, donde residen los santos de todas las épocas, del antiguo y nuevo testamento. Debo confesar, que así como sentí temor en el Infierno al llegar al lugar más profundo (donde habita Lucifer), la emoción me desbordó casi hasta las lágrimas al contemplar la imagen del dibujante francés Gustave Doé cuando Dante y Beatriz llegan al Empíreo y quedan extasiados de las maravillas de Dios. Así como para el Purgatorio es recomendable escuchar las piezas de Bach, en esta parte del Paraíso resultan imprescindibles la Novena Sinfonía de Beethoven y Ave Verum Corpus (K 618) y el Sanctus (K 626) de Mozart. Simplemente sublime e insuperablemente hermoso.


La aparición de San Bernardo de Claraval tomando el lugar de Beatriz e intercediendo por el poeta ante la Virgen María, nos lleva a la contemplación de la Santísima Trinidad y cómo resultan vanos los esfuerzos de Dante de poder comprender el misterio de Dios Uno y Trino y la unión de la naturaleza humana y divina en Jesucristo. De ahí la ofuscación de su mente, que provoca el desenlace. Esa es la lección: podemos entender a Dios sólo en base a lo revelado, pero jamás en toda tu inmensa gloria. Es igual que la historia del niño que, en presencia de San Agustín, intenta meter en un agujero cavado en la playa toda el agua del mar (basado en una tradición medieval).


Espero que un día algún productor se anime a invertir su fortuna en una adaptación cinematográfica de tan inmortal obra. Es comprensible que sea difícil debido al lenguaje italiano de la época y a la mención a personajes históricos desconocidos para el común de los mortales. Bueno, ahí quedará demostrado el talento de quien haga disfrutable la película por más denso que sea el texto. Peter Jackson lo logró con su trilogía "El Señor de los Anillos", así que ojalá recibamos esa noticia mientras estemos peregrinando por esta vida, pues "La Divina Comedia" tiene muchísimo para comunicarnos a los hombres del siglo XXI.


El Rey del Universo se hizo pequeño y humilde para estar cerca de los más pobres y sencillos para enseñarnos a amarnos los unos a los otros, a pesar de los problemas de esta vida temporal. Ese es el propósito de nuestra existencia, y el amor divino que nos pide abrazar y poner en práctica, es lo que hace todo nuevo a nuestro alrededor, incluyéndonos a nosotros mismos. En eso creyó mi muy querida amiga Marjorie Elías, a cuya memoria dedico este artículo por el ejemplar testimonio vital que dio, pese a su corta vida. Nunca sabremos en cuál de los cielos del Paraíso estará, pero para quienes compartimos momentos con ella, siempre vivirá en nuestros corazones y mentes e intercederemos por sus seres queridos y amigos como ella hubiera deseado. ¡Feliz Navidad y que la contemplación del arcano de la Trinidad les inspire a ser mejores hijos de Dios!

domingo, 17 de diciembre de 2017

Chavín de Huántar en el cine


En este año que está por concluir, llama la atención el estreno de un documental como "Rehenes", del uruguayo Federico Lemos, quien estuvo en el lugar de los hechos como un joven corresponsal. La crítica fue prácticamente unánime en calificar de aceptable su película, porque alegan su inevitable formato periodístico y su ausencia de objetividad. Creo que son críticas ridículas que no desmerecen los méritos de un trabajo que ayuda a meterse en el pellejo de quienes cubrieron la toma y el rescate de los 72 rehenes de la Residencia del embajador japonés en Lima en 1997, de los que sufrieron el calvario y lloran a sus muertos, independientemente de las simpatías o antipatías hacia el gobierno del entonces presidente Alberto Fujimori.


Valiosos son los testimonios de los entonces rehenes Francisco Tudela (canciller de la República) y Luis Giampietri (vice almirante), nunca recogidos por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Recomiendo leer de Giampietri su libro "Rehén por siempre", pero considero que el más valioso es el testimonio del entonces obispo de Ayacucho, Juan Luis Cipriani por su labor humanitaria de mediación durante la crisis (su testimonio completo se puede leer al detalle en "Doy fe"). Se muestran otros testimonios interesantes como los del hoy congresista Marco Miyashiro y la entonces reportera Claudia Cisneros.


Mención aparte merece el lado más polémico de la película: los testimonios de los familiares y simpatizantes de los terroristas del MRTA, especialmente del ex convicto Peter Cárdenas. Resulta interesante escuchar su deseo de querer cambiar el mundo por la fuerza de las armas y bajo la bandera de la "revolución" al estilo cubano. También la posición de la abogada Gloria Cano en lo referido a la ejecución extrajudicial del camarada "Tito", lo que fue motivo de un juicio que fue ganado ante la CIDH, sin que ello implicase el mellar el honor ni negar la labor heroica del resto de los comandos.


Escuchar esto es importante como parte de un trabajo audiovisual que trata de ser lo más imparcial posible. José Ugaz, por ejemplo, dice que Alberto Fujimori pudo haberse convertido en uno de los mejores presidentes de nuestra historia, pero que los escándalos de corrupción generados por la red de su asesor Montesinos, y los atropellos a los derechos humanos cometidos durante su régimen, siempre generarán polarización. Con eso saca la conclusión de que hubo maldad de ambos lados. Una afirmación que es cierta, pero sólo en parte, pues la película no hace ninguna mención de los gobiernos de Fernando Belaúnde y Alan García, época donde se cometió la mayor parte de las atrocidades de los subversivos y la respuesta de nuestras fuerzas armadas huérfanas de una elaborada labor de inteligencia, debido al surgimiento de un enemigo invisible y sanguinario.


Consecuentemente, el escuchar el dolor de los familiares de los terroristas es comprensible, pero lo que es inaceptable es intentar justificar las acciones terroristas en nombre de la justicia social, pues la maldad contra el prójimo no lleva hacia ningún bien (Cipriani dixit). Así como los abusos gubernamentales son condenables, el atentar contra la población para ganar una causa política y el posible canje de rehenes para conseguir la paz y un triunfo "moral" frente a un gobierno de mano dura exigido por la población es aún mayor, pues la historia del marxismo es mucho más extensa en el tiempo y cuenta con un historial de sangre y terror sin parangón en todo el mundo (100 millones de muertos y sigue la cuenta).


Eso sí, me temo que la parte final del reconocimiento presidencial a los comandos en Palacio de Gobierno, por parte del presidente Pedro Pablo Kuczynski, es un poco adelantada y en este tiempo genera inevitables comentarios, burlas y risas, debido a la posible vacancia del actual mandatario por parte del Congreso. En todo caso, la historia se encargará de colocar a cada personaje en el lugar correspondiente en base a sus acciones, especialmente a los asesinos y a quienes los apoyaron (y apoyan) intelectual, política y periodísticamente (el mejor ejemplo es la primera plana del diario La República "El túnel sí existe"), pues es un rasgo típico de los comunistas no pedir perdón jamás. El victimizarse parece que siempre los ayuda.


Lo más emocionante fue ver la escena final de la secuencia de la operación Chavín de Huántar: uno de los soldados se trepa en la cornisa de la azotea de la residencia, arranca la bandera del MRTA y la arroja hacia atrás con rabia poniéndose inmediatamente negra la pantalla. Eso provocó el fuerte aplauso de casi todos los espectadores de la sala, especialmente de quienes recordamos bien la tensión vivida en aquellos días de angustia y solidaridad de toda una nación hacia con los 72 rehenes y la heroicidad de los dos comandos que ofrendaron su vida por la libertad de esas personas.


Finalmente, el documental bajo comentario debería haber mencionado la ejemplar decisión del sacerdote Juan Julio Witch, quien decidió quedarse a sostener espiritualmente a los rehenes, no obstante la libertad que le había concedido el cabecilla emerretista, Néstor Cerpa. Ello se puede apreciar en su libro "Rehén voluntario" (co-escrito con el periodista Luis Rey de Castro). Probablemente el interactuar con sus captores durante 126 días y el saber de sus muertes le generaría un comprensible dolor por ver frustrado su deseo de llegar a una salida pacífica, al igual que al obispo Cipriani. Pese a todo lo anterior, "Rehenes" es una película de innegable interés y puede ayudar a generar un proceso de reconciliación que ojalá quede demostrado a lo largo del tiempo.

 

martes, 24 de octubre de 2017

¿Raza autopercibida?


Es realmente delicioso ver cómo las autoridades del Estado se mueren de ganas por saber cuántos mestizos, chinos, negros, blancos, nativos, indígenas, originarios, indefinidos y demás "razas" existen en nuestro país, gracias al ejemplarísimo Censo del domingo 22 de octubre (según el ministro de Cultura y punto). También es disfrutable ver las innumerables bromas y memes en las redes sociales burlándose de la pregunta 25 de la Sección V de la Cédula Censal. Precisamente ese es el tema que se comentará esta vez debido a su carácter polémico y movido por gustos, costumbres, complejos, caprichos y comportamientos que son motivo de políticas y estereotipos. Todo ello acentuado por las denigrantes (perdón, satíricas) publicaciones de Rafo León y su "China Tudela".


Empezamos recurriendo al diccionario de la Real Academia Española para que nos diga qué significan las palabras etnia y raza: ETNIA: 1. f. Comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etc. RAZA: 1. f. Casta o calidad del origen o linaje. 2. f. Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia.
Podría decirse que "especie biológica" incluye a los humanos y que los grupos subdivididos son las razas con las que cada persona se identifica. Eso es fácil de suponer, pero lo cierto es que el tema es mucho más complejo. No podemos limitarnos a ser meros etiquetadores por cuestiones de tonalidad de pieles ni menos, repetidores de la publicidad de la Universidad de César Acuña sobre la "raza distinta".


Lo que pasa es que el tema de la raza en el Censo es de interés general para poder crear políticas de protección a los pueblos de diferentes regiones del país, especialmente los más alejados y excluidos durante siglos y para promocionar sus productos y trabajos y así poderlos ayudar a integrarse mejor a esta nación próxima a cumplir 200 años como república. Sin embargo, es difícil clasificarse en un solo grupo étnico debido a la diversidad que llegó a nuestro país. Ricardo Palma lo dijo acertadamente, "quien no tiene de inga, tiene de mandinga". Será por eso que, poco a poco, el pueblo peruano va tomando conciencia de su identidad mestiza, especialmente por parte de los limeños jóvenes, descendientes de migrantes, pese al persistente racismo que subsiste en numerosos grupos.


Sin embargo, la "autopercepción racial" expandirá el margen de error de los resultados de este censo, y no sólo porque no fueron censados muchos domicilios a nivel nacional. El "sentirse" parte de una determinada etnia (o más de una) responde más a respuestas subjetivas o de sensibilidades particulares que pueden no corresponder a la de los progenitores. Eso es un síntoma de la alienación que aún padece la sociedad peruana. La futura clasificación al Mundial de Fútbol a jugarse en Rusia puede ser un motivo para incentivar la integración, aunque sea por un mes.


Algunos incluso hablan de que todo esto es un ensayo para saber porcentualmente cuánta gente se percibe como hombre y mujer, de acurdo a los postulados de los promotores de la ideología de género, pero eso será materia de un futuro artículo. Incluso el periodista Andrés "La Ortiga" Bedoya, al defenderse de las acusaciones de racismo, respondía con su acostumbrada acidez, aunque creo que la mejor es la del 05 de setiembre de 2009:


Quien practica el racismo es un individuo que supone que la raza a la cual pertenece es superior a todas las demás, y que éstas deben estar a su servicio. Este individuo, o es un ignorante sin pensamiento científico, o es un absoluto imbécil, o es un enfermo mental con complejos insalvables. Y es que la ciencia ha demostrado -hasta la saciedad, el aburrimiento y el cansancio- que NO EXISTEN RAZAS SUPERIORES NI INFERIORES. Todos pertenecemos al género Homo sapiens sapiens. Lo que importa es que el coeficiente intelectual (I.Q. que le dicen los gringos) es idéntico en todas las razas. Todas poseen genios y todas poseen tontos. Todas poseen audaces y todas poseen pusilánimes. Todas vivillos y todas caídos del palto. Esto es lo científico y no tiene vuelta de hoja. (...)
Según mi filósofa favorita, Ayn Rand, el racismo es la forma más abyecta de manifestación del complejo de inferioridad. El racista se cree inferior. Se siente inferior. Se "sabe" inferior. Ergo, su única manera de salir de ese foso de tinieblas y angustia, es aplicándose las supuestas virtudes de la raza a que pertenece. El pata exclama: "¡Vaya! ¡Qué leche! Soy blanco (o el color que sea) y por lo tanto soy superior a ese negro asqueroso (o amarillo o marrón o lo que sea)". Un periodista norteamericano entrevistó hace algunos años a varios miembros del Ku Klux Klan, esa tenebrosa organización -ya casi extinta- dedicada a linchar negros. A la pregunta de ¿por qué es usted miembro del Klan? La mayor parte respondía: "Porque me siento importante", "porque hago una labor que mis superiores reconocen", "porque ya nadie se atreverá a humillarme". Casi siempre el complejo de inferioridad.



Recordemos que la pureza racial no existe, pues de ser así debería crearse una "Comisión Internacional de Criadores de Seres Humanos (CICRISU)" que certifique quiénes son "purasangre" y quiénes están mezclados, aun si es a nivel celular. Me imagino que los nazis estarían felices con ese organismo, de haber ganado la guerra, y así su "raza superior" asombraría al mismísimo Charles Darwin, como se menciona en la película "Conspiración" (2001), una notable película hecha por la HBO que recrea la infame Conferencia de Wanssee, donde se diseñó la Solución Final contra la cuestión judía en Europa, el 20 de enero de 1942. Lo más interesante es ver cómo discuten sobre los alemanes medios mixtos (con 1/4 de sangre judía), pese a que varios de esos nazis lo eran. Otro excelente ejemplo cinematográfico que retrata ese complejo de inferioridad, pero a nivel personal es la película "Imitación a la vida" (1959), donde la hija de la sirvienta negra de Lana Turner se considera blanca, pese a ser mulata.


Biológicamente hablando, las razas humanas no existen, pues es un término antropológico referido a la separación entre las personas por sus características cutáneas, su fisonomía, sus costumbres, creencias, etc. El racismo ha sesgado los estudios históricos y ha usado conclusiones pseudocientíficas para el enfrentamiento o discriminación de los grupos humanos diferentes al suyo y para prevalencia de los grupos mayoritarios o de poder, y eso no ha sido característica exclusiva del nazismo. Basta escuchar por este rincón del orbe la doctrina Etnocacerista de don Isaac, padre de los hermanos Humala Tasso, incluyendo el hoy convicto ex presidente, sobre la superioridad de los "cobrizos".


Incluso conversando con una española, me dijo que la población ibérica está conformada por descendientes de romanos, cartagineses, godos, visigodos, celtas y árabes. ¿Pureza racial? No way! ¿Qué tenemos por acá? Negros, mulatos, zambos, nikkeis, quechuas, aimaras, mandingas, mondongos y un largo etcétera. Hay multitud de etnias en Perú y algunas ni sabemos que existen, como los yaneshas por ejemplo (Selva central). Todos esos grupos forman parte del mestizaje producto de la fusión entre América y Europa a lo largo de 300 años. Y la autopercepción, siempre será inexacta en términos porcentuales debido a lo ya explicado, pero al menos, incentivará a muchos a buscar sus orígenes y a generar una mayor auto-aceptación, dejando así de lado la alienación. Lo cierto es que, todos somos como los jugos surtidos y eso nos hace nutritivos y saludables. Para terminar recomiendo ver el documental "Choleando" disponible en internet.

 

martes, 12 de septiembre de 2017

25 años después


Salió en libertad Maritza Garrido-Lecca. Y justo hoy se cumple un cuarto de siglo de la captura de Abimael Guzmán, Elena Iparraguirre, la propia Garrido-Lecca y otros miembros de la cúpula de Sendero Luminoso. Qué coincidencia, ¿no? Todo se juntó en esta fecha. De igual manera, el 11 de setiembre es el día de la infamia para Estados Unidos por los atentados contra el World Trade Center y el Pentágono y para los chilenos, otro aniversario del golpe de Estado de Pinochet contra el comunistoide presidente Salvador Allende. Bueno, cada país tiene sus fechas en las cuales se conmemoran sucesos tristes o repudiables y que ayudan a refrescar la memoria de quienes los vivieron y ayudan a conocerlos a las generaciones posteriores y a las venideras. Todo eso es inevitable, porque la memoria es necesaria para que una sociedad haga autocrítica de sus aciertos y fallas a la hora de avanzar en todos sus aspectos.


A raíz de la liberación de "la terruca pituca", como bien la llamó la producción del programa Beto a Saber, y especialmente, tras la publicación de ese vergonzoso reportaje en la revista Somos, sobre esta bailarina y profesora de danza moderna y protectora de Abimael en su casa de Surquillo, la memoria resulta imprescindible tras leer los últimos comentarios en las redes sociales y en las columnas periodísticas. A estas alturas, uno ya no puede darse con la sorpresa de ver opiniones sesgadas en favor de la libertad de la terruca, en base al cumplimiento de la ley y de la sentencia judicial dictada en su contra, de negarle méritos a Fujimori como presidente en la época en que el GEIN hizo el seguimiento y captura de esta cúpula de extremistas de izquierda. Las redes sociales son el espacio para los insultos, peleas, activismo y propaganda para las más diversas causas, incluyendo la "revolución" en todos sus colores políticos, pero felizmente existe la posibilidad de reportar a los administradores de estas redes cualquier manifestación de discriminación, violencia y odio que busquen dividir a los seres humanos.


Precisamente, las redes sociales, los smartphones, los selfies, Mistura y muchas otras modas y costumbres de hoy no existían en esos tiempos. Para quienes no olvidamos esa época, que fue de miedo y carestía, el sólo hecho de tener un teléfono fijo era un lujo por el que podías acceder rápidamente si tenías algún familiar, amistad o pariente que trabajara en la CPT (Compañía Peruana de Teléfonos, para quienes no saben qué era eso) y estábamos saliendo de la hiperinflación que nos dejó como legado el tristemente célebre Alan García. Todo era muy caro y se tenía que hacer largas colas para comprar alimentos o productos de primera necesidad (cosa que ahora ocurre en Venezuela). Tenías que obedecer el toque de queda y no salir a partir de las 10 de la noche, o la policía te detenía, por el miedo a que te confundieran con senderistas o emerretistas. Los apagones eran diarios por las voladuras de torres eléctricas, las noches eran en velas y las noticias de explosiones de coches-bomba eran DIARIAS. Repito, sobre todo para los más chibolos, y especialmente para los pulpines: quienes recordamos esa época, nos ratificamos en todo esto sin titubear, para que dejen de vivir en el engaño o el fanatismo ideológico. En otras palabras, Perú no era ningún paraíso donde los "luchadores sociales" eran víctimas del malvado y represor Estado peruano comandado por un chinito "títere del imperialismo, vendepatria y traidor", como la propia terruca vociferaba durante su presentación (no deja de guardar parecido con la prédica del colectivo "No a Keiko").


Yo estaba en el colegio, y por eso, cuando leí la noticia de la captura del "cachetón" (chapita que le puso el GEIN a Abimael) y de sus apóstoles asesinos, sentí un alivio indescriptible, y sobre todo, tras ver a ese traidor a la patria (sin asco hay que llamarlo así) en traje a rayas, pese a mostrarse altanero y desafiante dentro de su jaula. Senti junto con mi familia y todos los que conocíamos, que la esperanza renacía en nuestro país y que por fin volveríamos a tener paz y reconciliación y que los asesinos maoístas serían declarados "muertos civiles" y posteriormente desterrados de por vida por intentar convertir a Perú en su reino estalinista a costa de destruir miles de vidas inocentes (la violencia no es mala para la revolución, según la izquierda, pero la que se opone a ella sí lo es, según su doble rasero). Lamentablemente Venezuela lo está viviendo y eso nos debe hacer recordar también que la tiranía, en nombre de cualquier revolución, es intrínsecamente inmoral y debe ser combatida, por no respetar los más elementales valores y derechos del ser humano, empezando por su vida y libertad.


Todo eso, al parecer, se ha perdido desde que los presidentes Paniagua y Toledo, con la influencia de la izquierda pituca limeña (con Diego García-Sayán a la cabeza) desmontaron la legislación antiterrorista que tan buenos resultados ha dado para pacificar al país, se allanaron a los lineamientos de la CIDH y liberaron a centenares de terrucos (muchos de ellos nunca pagaron reparaciones civiles por daños al Estado). El informe final de la CVR (integrada por intelectuales simpatizantes de la izquierda) intentó hacer un lavado de cerebro a muchos peruanos responsabilizando al Estado peruano de buena parte de la cantidad de víctimas, pero cometiendo graves omisiones y distorsiones de enfoque y de lenguaje ("conflicto armado interno", por ejemplo) que pueden contemplarse en ese santuario caviar llamado LUM (ver impresiones personales en el siguiente artículo: http://pandeazucarperu.blogspot.pe/2015/12/lugar-para-un-memorex.html).


Aparte de ello, este año el Tribunal Constitucional ha violado el principio de la cosa juzgada al reabrir el caso El Frontón basado en la interpretación hecha al voto singular del magistrado Urviola, pese a que ya estaba firmada y publicada la sentencia que declaraba que eso no constituía crímenes de "lesa humanidad". ¿Quién integra el grupo de abogados de los senderistas? Pues Alfredo Crespo, abogado del "presidente Gonzalo" y miembro del Movadef, también creado y dirigido por éste. Por eso, no le falta razón al almirante y ex rehén Luis Giampietri al titular sus memorias "Rehén por siempre" para graficar la persecución ideológico-judicial iniciada por las ONGs defensoras de los derechos humanos de los senderistas y emerretistas y que callan en siete idiomas ante los crímenes cometidos por su entonces candidato Humala en Madre Mía).


Ahora nos informan que Sendero, a través de sus organizaciones de fachada (Movadef, Conare, Fudepp y otras) intenta infiltrarse en el Estado, especialmente en el magisterio para intoxicar la mente de los niños y jóvenes con su sesgada y radical ideología para ganar nuevamente adeptos a su causa antidemocrática. Bien ha denunciado el hoy congresista Marco Miyashiro que por ahora no predican la violencia, pero que a nadie le extrañe que la vuelvan a practicar si llegan al poder vía elecciones como lo hizo el sátrapa Hugo Chávez y luego de manera fraudulenta su delfín Maduro. No necesitamos ahondar en ello porque los resultados están a la vista.


Paniagua era un hombre indiscutiblemente honesto y sencillo. Yo lo conocí en persona, pero le quedó muy grande el oficio de presidente. Hoy muchos lo consideran un títere de los caviares y el impresentable Toledo se convirtió en prófugo de la justicia. El sinvergüenza de García se consagró como el más zorro de nuestros políticos y Humala terminó siendo un pelele de su ambiciosa mujer, ambos hoy con prisión preventiva y defendidos por su padrino, el Nóbel y Marqués que nunca quiso vivir durante sus respectivos gobiernos. Como se ve, la clase política de los últimos 16 años terminó siendo pusilánime, corrupta, incapaz, débil y torpe para detectar los movimientos de los subversivos que, sin haberse arrepentido, siguen con su agenda "revolucionaria", porque para ellos eso es más sagrado que la vida misma y el amor al prójimo, especialmente al disidente.


En conclusión, si no se desarrolla una política de inteligencia y una enseñanza escolar y universitaria libre de todo sesgo ideológico, nuestro país será conquistado por el nuevo método del rojerío: la infiltración. La liberación de Maritza Garrido-Lecca genera preocupación justificada y las futuras excarcelaciones de los terroristas que ya están por cumplir con sus penas nos debe hacer reflexionar. ¿Nos hemos reconciliado como pueblo? ¿Sabemos defendernos de nuestros enemigos internos? ¿Sabemos denunciar ideologías perversas y su infiltración en el sistema para paralizarlo o conquistar el poder con fines protervos? En Europa es delito negar el holocausto. Acá toca castigar con firmeza a quienes niegan la evidencia histórica de la maldad comunista y su legado de sangre, dolor y muerte.