martes, 7 de octubre de 2014

Medellín: Orgullo en transporte

Lima, capital de Perú. Una ciudad con más de 9 millones de habitantes y en rápido crecimiento horizontal y vertical. Cuenta con uno de los parques automotores más sobresaturados y antiguos de Sudamérica y un sistema de transporte público que deja mucho que desear. Por ello, la gente con recursos opta por adquirir autos particulares o camionetas para viajar con sus parejas o hijos. Algunos compran estas últimas para compensar el complejo de estatura que sufren y otros para imponerse sobre los demás, cuales “monster trucks” sobre chatarras de automóviles. Como vemos, lo psicológico influye en la decisión de compra, además de lo económico o lo estético. No obstante, pese a todo lo anterior, sólo el 7,6% de la población utiliza el vehículo propio para ir a trabajar o estudiar, como lo reveló una encuesta de la ONG Lima Cómo Vamos.
Últimamente los limeños estamos reclamando mayor seguridad ante el incremento de la delincuencia y un transporte masivo de calidad (bueno, bonito y barato), que nos haga enorgullecernos de utilizarlo y de promoverlo. Esos son temas que exigimos al reelecto candidato a la alcaldía Luis Castañeda Lossio. Además, existen ciudades con embotellamientos, pero con sistemas de tránsito de vanguardia que son envidiables, como en la populosa Tokio (ver el siguiente enlace para mayor información: http://www.autobild.es/reportajes/centro-control-trafico-tokio-gran-hermano-vigila-207586). Pero en Japón influye también la milenaria cultura del respeto al medio ambiente y de la educación colectiva, que moviliza a los habitantes de manera pulcra y segura, algo que en Perú se echa de menos a gritos. Teniendo eso en cuenta, no podemos importar un sistema de control de tránsito propio de otra realidad, como si fuera un fácil copy/paste, por más que figure en cualquier plan de gobierno edil.
Hace un mes estuve de visita en Medellín, la capital del departamento de Antioquia (sin tilde en la segunda i y de pronunciación grave para quien no sepa) y, francamente, la segunda ciudad más importante de Colombia tiene un sistema de transporte admirable y que puede servir de inspiración para mejorar el tránsito de Lima, volviéndolo fluido, seguro y hasta atractivo. Las capitales latinoamericanas cuentan con subterráneos modernos como el de Santiago o el de Río de Janeiro. Esta última ciudad posee un sistema de buses que dependen exclusivamente del ayuntamiento de la ciudad, es decir, bajo una autoridad única que fija las rutas, conexiones, tarifas y proyectos para lograr un mayor alcance popular que beneficie a todos. Medellín no se ha quedado atrás en esto y por ello, es recomendable hacer una breve descripción de su sistema de transporte masivo.
Para empezar, Medellín tiene la cuarta parte de la población de Lima; está rodeada de cerros verdes y posee un clima agradable propio de la ceja de selva. Al mismo tiempo, los paisas han desarrollado un sentimiento regionalista que los lleva a enorgullecerse de su sistema de transporte y a cuidarlo como si fuera propio de cada uno. Basta viajar por el metro para constatar la ausencia de suciedad o graffittis en el interior o en el exterior de sus vagones. Además es el primer sistema de transporte masivo que se construyó en Colombia (empezó a operar a fines de 1995) y desde entonces ha movilizado a más de mil millones de pasajeros. El Metro cuenta con varios tipos de niveles (nivel de tierra, viaductos elevados y cables aéreos), y no tiene tramos subterráneos. Lima cuenta con un Metro con viaducto elevado, pero hasta el momento es sólo una línea, pese a que ya existen proyectos para construir nuevas líneas que unan varios puntos de la ciudad. Algo que debió construirse hace cuatro décadas, por lo menos, para que su costo sea menor y así demostrar tener una visión urbanística a largo plazo. Pero eso, en la práctica es mucho pedir para las cortoplacistas políticas de nuestras autoridades.
El Metro combina un sistema férreo con un sistema de cable aéreo llamado Metrocable (no confundir con el sistema teleférico, aunque son similares), el cual ha sido usado por primera vez en el mundo en Medellín como transporte masivo permanente. En Lima no estamos acostumbrados a la experiencia de viajar por este medio, aunque con el tiempo servirá para integrar a los distritos periféricos con los tradicionales; en Medellín es más veloz y seguro que viajar por tierra para subir a los distritos que están en las pendientes de los cerros. De manera equivalente, dada la cultura de los migrantes y sus descendientes, que formaron lo que hoy son los conos norte y sur de Lima, en lo referido a edificar sus casas en los cerros, la alternativa del metrocable les sería muy beneficiosa.
No podemos conformarnos con el Metropolitano como único sistema de transporte. Tampoco dejar que el reinado de las combis y coasters siga imponiendo su criterio de 1 persona = 1 sol, como si más valiera la cantidad de nuevos soles que entran al bolsillo de los dueños de los vehículos alquilados, que la calidad del transporte. Con ese criterio no se palpa la consideración ni menos el respeto hacia los pasajeros ni tampoco a las autoridades policiales que sacrifican diariamente su salud y su tiempo para que podamos circular de la manera más fluida posible. Para ello, la solución no debe limitarse a eliminar esas penosas unidades de transporte. Una vez más, Medellín puede darnos una plausible alternativa: el Metroplús (equivalente de los buses alimentadores del Metropolitano).
Es un sistema de transporte masivo de buses articulados, el cual está integrado físicamente con el Metro y cuenta con estaciones cada 500 metros y los vehículos están unidos por una articulación que les confiere movilidad, con una capacidad de 160 personas cada uno; vienen equipados con tres puertas de acceso, caja automática y suspensión neumática. Aunque el Metroplús está integrado, física y tarifariamente, con el Metro, es en realidad una empresa aparte, que entre sus accionistas está el mismo Metro de Medellín con el 25,64% de partición accionaria.
De igual manera, existen numerosas empresas de taxis que cubren toda el área metropolitana de Medellín, y entre ellas hay algunas con servicios bilingües en inglés-español. El servicio de pedido de taxi por teléfono es el más usual y seguro (como en Lima es Taxi satelital). Es usual además el servicio de taxi colectivo. El uso del GPS se implementó en todos los taxis de la ciudad el 31 de marzo de 2012 y no podemos dejar de mencionar que el tarifario se calcula por la distancia recorrida y determinada por los taxímetros que todas las unidades deben llevar, algo que también urge hacer en Lima para evitar los regateos y las frustrantes respuestas como “no voy allá, lo siento”.
Como vemos, Medellín tiene mucho que enseñarnos a los limeños sobre cultura de transporte y de lo exitosa que ésta puede ser si las autoridades trabajan con una visión planificada, detallada, comprometida con la ciudadanía y en constante diálogo con los consumidores finales, quienes son los que efectúan las evaluaciones y recomendaciones para mejorar nuestra diaria movilización. Podríamos citar como ejemplos de transporte público a ciudades europeas, pero lo que en Lima se necesita forjar es una cultura de la civilidad traducida en respeto a las señales de tránsito, integrar a los más necesitados en el uso de estos servicios, abandono de la criollada y de la mentalidad pesimista, fomento de la historia de la ciudad, de la conciencia colectiva y de la educación en valores morales. Tendrán que pasar generaciones y alcaldes para que se logre eso, pero si ponemos eso en agenda, Lima podrá renacer. De cada uno de nosotros depende.

viernes, 3 de octubre de 2014

Velasco y el septenato


La gente joven dirá que hoy se cumplen 36 años de esa fecha, pero muchos no tienen ni idea de lo que significó para el país. Pero claro, si leen poco o estudian poco, salvo cuando se lo mandan los exámenes en lo referido a sus programas de estudios escolares o las carreras que eligieron y eso queda plasmado en los reportajes que suelen pasar en nuestros noticieros (ver abajo el video “La cultura general de los universitarios en Lima” en youtube para que sirva de ejemplo), ¿qué otra cosa se puede esperar si no existe el hábito de la lectura instalado en la vida de nuestros jóvenes? Eso hace recordar a Mafalda cuando dice “A los adverbios se los reconoce por su hipotenusa peciolada de orden vertebrado” y Manolito piensa que por no saber lo que eso significa le ponen un cero el día que menos espera. Bueno, eso se generalizaría en nuestro país, pues el absurdo y la estupidez están a la orden del día. En fin.


La fecha en cuestión conmemora los 36 años del golpe de Estado del general Juan Velasco Alvarado, quien por la punta de las metralletas conspiró contra el gobierno democrático de Fernando Belaunde Terry utilizando como pretexto el escándalo de la “página 11” (del supuesto beneficio del Estado Peruano en favor de la petrolera estadounidense IPC) y de que los civiles no podían resolver los problemas nacionales, ni mucho menos, garantizar la estabilidad del país. ¡Miren quiénes hablan! La historia demuestra que la soberbia, como bien lo dijo San Agustín, no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano. En este caso, lo hinchado fue el proyecto autoritario, socialista y nacionalista del gobierno militar que se autoproclamó “revolucionario”.


Velasco tuvo en mente grandes cambios a favor de la población de Perú, tradicionalmente rezagada e ignorada a lo largo de varias décadas por muchos gobiernos civiles de perspectiva netamente limeñista y cortoplacista. Las transformaciones que realizó al régimen de propiedad buscaban darle mayor dignidad a los trabajadores, campesinos y profesores. La planificación estatista de la economía perseguía destrozar a las clases altas agro-exportadoras, demonizadas por tener fama de explotadoras y discriminadoras, utilizando una prédica nacionalista y de tinte corporativista-humanista. Es por eso que los anteriores golpes de estado ocurridos en nuestra historia republicana, no alteraron la estructura de la sociedad, sino que respondieron a intereses políticos de los diversos grupos de interés coludidos con altos mandos militares para conservar sus privilegios. Todo eso cambió con el “chino Velasco”.


¿Cuál fue el resultado a mediano plazo? Desconocimiento de las leyes, del orden democrático, de las libertades y de las garantías constitucionales, las cuales, en la práctica, fueron suprimidas. Toda revolución siempre trae cambios dolorosos, pero la historia es la que mejor juzga los resultados, independientemente de las intenciones o los programas de gobierno de los golpistas. Hay dictaduras que trajeron prosperidad económica al país, como la de Augusto Leguía y la del general Manuel Odría, pues la democracia no es sinónimo de prosperidad, sino de participación ciudadana en un clima donde los derechos y libertades están garantizados y respetados. Eso no ocurre cuando los gobernantes abusan del poder, independientemente de la forma como hayan llegado a él. Durante el velascato, las medidas revolucionarias (que realmente lo fueron) buscaron “crear un nuevo Perú”, como el mismo dictador dijo el día de su alejamiento del poder el 29 de agosto de 1975.


¿Cuál fue el resultado a largo plazo? Ruina del agro nacional con la consiguiente migración del campo hacia Lima; empresas estatales deficitarias y corruptas creadas para meter a los allegados a Morales Bermúdez, Belaunde y García; surgimiento de los grupos narco-terroristas Sendero Luminoso y MRTA que provocaron más de 30 mil muertes en todo el país; hiperinflación causada por la asfixia económica controlista; rigidez laboral producto de la sobre-regulación que demoniza a los empresarios a causa de la visión maniquea comunista de presentarlos como los eternos malos de la película; desprestigio generalizado de la clase política; inviabilidad de Perú como Estado-nación a comienzos de los años 90; el inesperado surgimiento del caudillo mesiánico Alberto Fujimori, cuya decisión de dar el autogolpe fue avalada por el 80% de la población debido a las causas anteriores; la escandalosa corrupción montesinista y el auge de la ideología caviar (izquierda limeña burguesa) durante los gobiernos de Paniagua y Toledo.


Mención aparte merece el surgimiento de Hugo Chávez, quien dijo que “su” general Velasco fue la mayor inspiración que tuvo para transformar a Venezuela. Pero como bien lo expresó un editorial del diario El Comercio, sólo la muerte detuvo a Chávez, pero ya había convertido al país llanero en su chacra, la cual se la entregó en herencia a su delfín Nicolás Maduro (en la práctica más podrido que maduro). Velasco no tuvo las ingentes reservas petroleras con las que cuenta el gobierno chavista y eso se ha convertido en la maldición de Venezuela, pues el “socialismo del siglo XXI” ha demostrado su incapacidad para generar orden, progreso, libertad y desarrollo institucional que haga de ese país una referencia obligada para cualquier persona medianamente inteligente. Algo que las masas de los otros países de la órbita chavista no entenderán mientras dependan de los subsidios y del pensamiento de sus caudillos bolivarianos. Que Humala diga que Chávez es un ejemplo a seguir ya es un ejemplo de estudio en materia psiquiátrica.


Un buen referente bibliográfico para entender el desarrollo de la dictadura de Velasco es el libro “El Septenato” (1977), de los periodistas y primos Guido Chirinos Lizares y Enrique Chirinos Soto, escrito con un estilo punzante y de tendencia liberal y que denuncia los atropellos que se vivieron en esos años oscuros en materia política, económica, jurídica, social y periodística. Las fotografías que se adjuntan en el libro ayudan a ilustrar cómo grandes eruditos pueden errar al colaborar con un gobierno que restringe los derechos humanos por más que se haya presentado como “humanista y cristiano”. Nombres de personas célebres vivas y muertas que se presentan como colaboradores estrechos o esporádicos nos dejan anonadados: Rafael Roncagliolo (el ex canciller humalista), Héctor Cornejo Chávez (autor del libro “Derecho familiar peruano”), R.P. Ricardo Morales Basadre S.I. (artífice de la Reforma educativa velasquista), Mirko Lauer (afectador de la reforma agraria y actual periodista de “La república”), entre otros.


¿Qué lección podemos aprender de este episodio histórico? Como bien lo dijo hoy Víctor Andrés Ponce en su columna de El Montonero, antes de las autocracias velasquista y fujimorista, los demócratas se negaron a encabezar las reformas necesarias para viabilizar el país, y entonces la democracia y la libertad naufragaron. Consecuentemente, cuando los demócratas no asumen su papel, la democracia siempre está en peligro. Debemos fortalecer las instituciones, fomentar la meritocracia en educación y programas que estimulen el aprendizaje, aprender de experiencias políticas de otros países que sean constructivas, crear conciencia colectiva de que los derechos y libertades tienen una base ética y filosófica basada en la dignidad del ser humano y difundir los valores morales en los que descansa nuestra sociedad, pues al destruir todo eso sólo reinará la anarquía y la progresiva decadencia de nuestra civilización. Todos somos responsables y tras recordar esta fecha nos toca aportar nuestro granito de arena para construir un país desarrollado, democrático y justo.

  

lunes, 25 de agosto de 2014

Michael Bay y la crítica de cine

Cada vez que se estrena una película dirigida o producida por Michael Bay, la crítica de cine se pone picona por la simple razón de que el cineasta californiano no se gana una sola crítica positiva. Y, sin embargo, sus películas gustan a las masas. Parece que nadie puede responder a la pregunta de por qué un cineasta malo puede atraer a tanta gente a las salas de cine. Para responder esto necesitamos hacer una breve reseña de los orígenes de Bay en el mundo de los videoclips y su desarrollo como cineasta de entretenimiento puro. No obstante, también es pertinente comentar sobre la crítica "especializada" y por qué muchas veces sus gustos y criterios chocan con los de la mayoría.
A Bay le encantan las explosiones, la velocidad, los tiroteos, las tomas de puestas de sol, los travellings circulares, la edición propia de un videoclip, los guiones simplistas y, por supuesto, las chicas-florero. Y si es una secuela, pues agranda todo eso como un combo de confitería (gaseosa y balde o batea de cartón, ya no sé qué es exactamente), sin importar si te aumenta o no el colesterol. Casi todas esas características se dan en su cine. Desde "Bad Boys", hasta "Transformers, la era de la extinción". Eso tiene su origen en una filmación que hizo con una cámara de su madre cuando era niño y trataba de la explosión de un tren de juguete con petardos. Posteriormente, la obra que Bay presentó para su graduación en la universidad: un muchacho conduciendo su Porsche amarillo a gran velocidad por su pueblo.
Algunos críticos lo llaman la "bestia negra" de Hollywood y dicen que su filmografía representa la "muerte del lenguaje cinematográfico". Incluso en la página española El Criticón se dice que sus obras sólo sirven para complacer su "masturbación ególatra". Sin embargo, él no se disculpa, pues su intención verdadera es llenar las salas de cine y que "el público y no la crítica odie tu película". Además, declaró que ya está acostumbrado a recibir malos comentarios. Se le podría considerar como un "esclavo del dólar", al igual que muchos otros cineastas y directores que no gozan de la simpatía de la crítica especializada. Incluso se le acusó de reciclar algunos planos de sus películas previas para las que posteriormente haría, como es el caso de "La isla", con "Transformers, el lado oscuro de la luna", sin saber claramente si era por un tema de ahorro.
Lo cierto es que a Bay lo que le importa es el entretenimiento puro y hacer lo que más le gusta: divertir a la gente, pues su cine no es para estimular la inteligencia ni para tener experiencias "contemplativas" con largos planos fijos que pasen de 30 segundos, ni tampoco para ganar el Oscar o la Palma de Oro. Es un cine consumista, hecho para pasar el rato, para poner en tu televisor cada vez que haces zapping, cuando no tienes otra cosa que ver con tus amigos en blu-ray o no te gusta ejercitar tus neuronas viendo tramas de abundante contenido debatible, como "2001, odisea del espacio". Incluso Christopher Nolan, confesó que le gustaban las películas de Bay, lo que le acarreó numerosas críticas, considerando el alto desarrollo de sus guiones, como el de "Inception". La verdad, no sabemos si lo dijo por provocar o por sinceridad, pero Bay y Nolan son antagónicos en sus estilos de hacer cine.
Todo lo anterior podrá ser entendido por un ducho en séptimo arte y que tenga formación especializada. Será por eso que los gustos de Rodrigo Bedoya Forno difieren de los de Bruno Pinasco, por citar un ejemplo. A esa gente le fascina revisionar cada cierto tiempo la filmografía de Bergman, Antonioni, Hitchcock, Truffaut, Kurosawa, Eisenstein, Kubrick, Buñuel, De Oliveira, Coppola, Fellini, etc. Ese gusto es propio de quienes ven el cine como arte y no como negocio, y esa es una minoría que ha tenido el interés de analizar y debatir todo lo relacionado a las corrientes estéticas y narrativas del lenguaje cinematográfico. A las mayorías les aburre esa clase de cine porque no se ajusta al gusto condicionado por la gran industria, de la misma forma como sucede con el mundo musical. Michael Bay es el representante máximo de ese gusto condicionador, pues todo es por llenar las arcas de productores codiciosos que no saben nada de cine como medio de expresión artística. Hay casos en los que la balanza sí es equilibrada, como el mencionado Nolan o Peter Jackson. Pero ese ya es un tema de talento y buen pulso.
Mientras exista el cine, habrán realizadores que busquen la plata fácil o quienes quieran expresar alguna idea y difundirla. Pero los gustos personales no definen si una película es buena o mala, sino la calidad del guión, el desarrollo de la narrativa y la dirección de los actores. Lo demás ya es puro criterio técnico que es plasmación de lo que se tiene en la mente. Si a esto último se le da mayor importancia, las películas se vuelven superficiales y ahí es donde se reconoce la intención de los productores de sacarte la plata un día martes para atontarte durante dos horas o hasta más. Esto es como condimentar en demasía un plato que necesita mucho cuidado en su preparación para que esté en su punto. lo que piensan los críticos acerca del cine de Michael Bay. Pero, como ya dijimos, eso le tiene sin cuidado.
Hasta hay películas de apariencia superficial o fantasiosa que pueden tener contenido interesante para debatir, sin ser obras maestras. Todo depende del gusto al escogerlas y también de la perspicacia con la que se cuente al momento de analizarlas. Por lo pronto, se vienen las películas "Transformers" 5 y 6 y eso será una pesadilla para la crítica de cine. Mejor, pues. Así se demuestra que hay libertad para contar cualquier historia de la forma que uno guste. No olvidemos que también el criterio de los críticos está influido por sus gustos personales, por más que aparenten ser objetivos en sus análisis. Después de todo, gusto y objetividad no siempre van de la mano. Algunos mandarán al diablo al chef y otros lo aplaudirán, pues como reza el popular dicho, "en gustos y colores no han escrito los autores".

martes, 15 de julio de 2014

¿Por qué Alemania ganó el Mundial de Brasil?

Estamos tan acostumbrados a comentar el hecho de que Perú no va desde hace 32 años a un Mundial de Fútbol. Y nos da pena por una serie de motivos: la indisciplina de nuestros jugadores, su carencia de agilidad y físico, la corrupción en los clubes de fútbol, la poca o nula promoción del deporte por parte del Estado, la permanencia del inamovible Manuel Burga como representante de esa superpotencia itinerante llamada FIFA que amenaza con expulsar de su lista de afiliados a cualquier país que se atreva a remover a sus directivos, entre otros. Algunos, sin temor a equivocarse, incluirán dentro de dichos motivos, a la prensa deportiva televisiva, tan amarillista y oportunista, que no sabe hacer bien un recuento deportivo, especialmente durante la transmisión de un mundial, algo que se resume en una palabra muy de moda a lo largo del torneo: "Fleishmaneadas".
En mi caso, no recuerdo nada del Mundial de España 82 por ser muy pequeño, por lo que sólo me queda ver los documentales de los partidos que nuestra selección jugó y que se pueden disfrutar en youtube, tanto los triunfos como las derrotas. Definitivamente internet es una herramienta útil para ayudarnos a confirmar lo que nuestros mayores nos relataban de acuerdo a lo vivido. Lástima que no hayan videos de los partidos de las Olimpiadas de 1936 en Berlín. Perú era la envidia y los nazis en el poder no soportaban ver a un grupito de "indios" ganándole a la "raza superior", lo que causó la anulación del partido bajo una serie de pretextos extradeportivos y el despojo de un triunfo justo, lo cual fue respondido de manera caballeresca por el presidente Oscar Benavides, al retirar a la selección y finalmente ser recibidos los jugadores en Lima como héroes.
Ocho décadas más tarde, el mundo cambió radicalmente y Alemania es hoy el "motor" de Europa, la cuarta potencia industrial del mundo, la lideresa de la Unión Europea y la tetracampeona mundial de fútbol. Es un país de numerosas virtudes dignas de imitar: meticulosidad, sentido del deber, capacidad de abstracción para desarrollar el intelecto, cultura de la eficiencia, espíritu de lucha y orgullo nacional. Se levantó rápido después de dos océanos de sangre, de una partición de su territorio, de crisis sociales y económicas largas y dolorosas a lo largo del siglo pasado y con este triunfo se consolidó como país líder del balompié. La verdad, no deja de impresionar cómo teniendo un pasado negro y vergonzoso, hoy comandan de manera meritoria la construcción de una Europa unida y las virtudes que practican deben servir de inspiración para los países más afectados por la crisis financiera, algo que aquí nos hace falta en cantidades descomunales.
Pero, ¿por qué ganó Alemania este Mundial? La respuesta no está sólo en su preparación, su disciplina, su trabajo en equipo, etc. Los resultados saltan a la vista, especialmente durante el histórico Mineirazo, donde ridiculizó a Brasil por 7 tantos a 1, de manera que bajaron de su nube al pentacampeón mundial y dieron una clase magistral de fútbol que genera placer, pues hace años no se veía semejante resultado. Un comentarista de El Comercio dijo el lunes 14 que Alemania agarró a Brasil como si fueran oficinistas con resaca trabajando un domingo por la mañana. Definitivamente Brasil debe tomar esto como una lección para que no haya una tercera experiencia así, después del célebre Maracanazo durante el mundial de 1950.
Creo que la verdadera razón por la que ganó Alemania se resume en una sola palabra: humildad. Argentina tiene una cantera de talentos, una selección destacada y hábil con el gambeteo y su pasión por este deporte es casi religiosa. La mejor muestra está en la llamada "Iglesia Maradoniana", en la que se idolatra al mayor crack de su historia. Sin embargo, como bien sabemos, la pasión descontrolada lleva a actitudes violentas y delictivas, pero también de soberbia y orgullo que alejan a una selección de lo que se consideraría modélico. Recordemos cómo sin hacer ninguna clase de alharaca, Alemania, con su capitán Philip Lahm, fue escalando posiciones hasta conquistar el campeonato de manera limpia, consolando y alentando a los jugadores de los equipos que cayeron derrotados ante su calidad deportiva. Hablamos de Francia y, especialmente, de Brasil. Mención aparte para la meritoria actuación de Müller, Schweinsteiger, Boateng, Klose (máximo goleador en los mundiales), Oezil, Khedira, Neuer y especialmente al héroe del partido Mario Götze. ¡Salud por ellos!
¿Messi fue el mejor jugador del torneo? ¿El infierno se congeló? ¿Maradona es D10S? La respuesta es contundente: no. El holandés Arjen Robben es el mejor, el infierno sigue caliente y Maradona es un degradado. La selección dirigida por Joaquin Loew se fue de Brasil agradeciendo la acogida de los cariocas y felicitando a los gauchos, sin presumir de su indiscutible calidad deportiva. Personalmente tuve ese pronóstico, pues notaba la actuación de los teutones desde el comienzo y se confirmó lo que preveía sin necesidad de ser un adivino o un "pulpo Paul". Por ello, deseo que Argentina saque provecho de esta lección y desarrolle la virtud de la humildad para su selección y que la pasión no ciegue la sensatez, como bien se representó en un meme: Argentina juega con el corazón y Alemania con el cerebro. Los gauchos tienen muchas posibilidades, y más aun siendo bicampeones mundiales.
Para cerrar esta columna, nada mejor que citar al Papa Emérito Benedicto XVI, quien escribió un artículo sobre el significado del fútbol a raíz del Mundial de Argentina 78. Con la sencillez y la sabiduría que lo caracteriza dice una indiscutible verdad: El juego sobrepasa en cierto sentido la vida cotidiana, tiene otro carácter, especialmente en los niños. Es una ejercitación para la vida. Simboliza la vida misma y la anticipa de un modo configurado libremente. Me parece que la fascinación del fútbol consiste esencialmente en que une estos dos aspectos en una forma convincente. Obliga al hombre, ante todo a uno mismo, a cultivarse, de modo que a través del ejercicio se logra el dominio de sí, a través del domino, la superioridad, y a través de la superioridad, la libertad. (El fútbol) enseña también una colaboración disciplinada: como juego de equipo obliga a subordinar lo propio en beneficio del conjunto. Lo une a través de un objetivo común. Éxito y fracaso de cada individuo dependen del éxito y fracaso del conjunto. Y le enseña finalmente una competición limpia en la que las reglas comunes a las que se somete, en la competición es lo que une y vincula, y por encima de ello, la libertad del juego, cuando se pone en ejerce correctamente, libera la seriedad de la competición en el juego en la libertad del juego cuando este acaba. (...) Asistiendo al juego, la gente se identifica con él y con los jugadores, y participan así en el espíritu de equipo y de competición, en su seriedad y su libertad. El jugador se convierte en un símbolo de la propia vida, que actúa sobre ella. Saben que uno se ve representado en ella y encuentra su confirmación.

lunes, 30 de junio de 2014

Tú vives. Tú no vives

A raíz de la reciente aprobación de la Guía del protocolo de aborto terapéutico, saludada por políticos como la primera dama Nadine Heredia, la ex primera dama Pilar Nores, la ministra de salud Midori de Habich, el ex ministro de salud Oscar Ugarte, la ministra de trabajo Ana Jara, la ministra de la mujer Carmen Omonte, la congresista Verónica Mendoza, las periodistas Patricia Del Río, Mariella Balbi y columnistas que seguirán pretendiendo saber más que los médicos por su mera opinión, en nombre de los "derecho de la mujer a decidir" persisten en defender una práctica inhumana que sólo sirve de caballito de troya para cualquier causal de aborto en el futuro. Antes de opinar es necesario tener los conceptos claros.
Aborto terapéutico es una contradicción en términos. Vamos a explicar el por qué. Para empezar, aborto es, de acuerdo a la ciencia médica, toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Terapéutica es de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), aquélla parte de la medicina que enseña los preceptos y remedios para el tratamiento de las enfermedades. A pesar de que el DRAE incluye dentro de los significados de la palabra "interrupción", el de cortar la continuidad de algo en el lugar o en el tiempo, también reconoce el de "embarazo" como el estado en que se halla la hembra gestante.
Ahora bien, ¿qué se interrumpe en un embarazo? ¿El embarazo? Si lo imaginamos de ese modo, pensamos en que el vientre de una mujer se "desinfla" como si le quitaran aire a un globo. Eso está bien para chistes, pero el lenguaje enseña que la palabra "gestante" tiene la siguiente secuencia de significados: Gestante: Que gesta, o embarazada. Gestar es un término más amplio que incluye a las hembras de las especies animales, pero a las mujeres se aplica de manera más específica la palabra "preñada", que significa "Dicho de una mujer, o de una hembra de cualquier especie: Que ha concebido y tiene el feto o la criatura en el vientre". Entonces, por simple lógica, ¿qué se interrumpe en un embarazo? El embarazo, dirán las abortistas, pero en el embarazo ¿qué hay? Una mujer embarazada. Quien responde esto es o se hace el imbécil. En un embarazo lo que hay es un embrión o criatura que está formándose durante nueve meses hasta el nacimiento y que lleva los cromosomas del padre y de la madre, haciendo a esta criatura única e irrepetible, dependiente de los nutrientes y el cuidado de la gestante sin volverse un mero órgano como un apéndice o una vesícula.
A pesar de que en pleno siglo XXI contamos con mayor acceso y disponibilidad a la información y a la educación, la comunicación y la cultura han sido dejadas de lado por el phubbing y el consumo. Esto ha llevado que las nuevas generaciones consideren al sexo como un mero entretenimiento sin consecuencias emocionales y psicológicas que su práctica irresponsable acarrea. Todo se soluciona con preservativos, métodos anticonceptivos y si a pesar de ello embarazas a una chica dile "te pago el aborto porque no quiero esa masa de células". Para ello te pones en contacto con alguna persona que te lleve a una clínica para hacer el aborto "seguro" y todo termina en un santiamén, como si ese "contenido intrauterino" (como se le llamó despectivamente hace poco) fuese una simple enfermedad, fruto de un error, alegando la razón que sea. Eso es el comienzo de un infierno emocional llamado Síndrome post-aborto que afecta a la mujer que abortó y que también afectará, a largo plazo al varón que lo instigó. Así es como se va enfermando psicológicamente la sociedad.
inicialmente se llamó "terapéutico" al aborto que se practicaba cuando entraban en colisión la vida de la madre y la del hijo. Hoy se extiende este calificativo a cualquier dolencia o riesgo de dolencia. En este último sentido, se pretende sugerir que mediante el aborto se cura alguna enfermedad de la madre, aunque, en términos estrictos, un aborto provocado no cura nada, sino que destruye una vida. Una de dos vidas, ambas con igual dignidad y valor. Una muere y la otra queda enferma psíquicamente. Y sobre esto calladitos se quedan los corifeos de los "derechos sexuales y reproductivos".
Ahí entra a tallar la contradicción, porque es un acto de violencia contra el más débil de los débiles, el más indefenso de los indefensos: el concebido. Todos los que se manifiestan a favor de aceptar el aborto en ciertas circunstancias olvidan que están vivos gracias a que también fueron concebidos indefensos como esas criaturas y que nadie les pidió permiso para venir a esta vida. Curioso que a quienes defienden este exterminio nunca les pregunten a los concebidos si quieren vivir o morir como si quisieran hacer una encuesta para justificar el aborto. ¡Claro!¡Si a ellos tampoco les preguntaron! Nadie es culpable de ser concebido en una violación o de una enfermedad que pone en peligro la vida de una gestante. De la misma manera, nadie es culpable por nacer de manera prematura, en medio de una guerra, en un palacio o en una letrina. Recordemos que Jesucristo nació en un comedero de animales maloliente y antihigiénico.
Si nos atrevemos a leer la reciente guía para la aplicación del "aborto terapéutico" (lo ponemos entre comillas para hacer énfasis al eufemismo), y a investigar lo que se oculta detrás de esto, descubriremos que existe una agenda internacional para despenalizar el aborto en Perú, financiada por organismos como la Unicef, ONG's feministas como Manuela Ramos, DEMUS, Flora Tristán e Inppares, filial peruana de la cadena abortista más grande del mundo, la IPPF. Todos ellos apoyaron la agenda abortista de Humala cuando era candidato presidencial y no es de extrañar que el gremio médico declare que la aprobación de esta guía es una cortina de humo para tapar la huelga médica que sigue sin solucionarse. Es de necesidad urgente no sólo derogar esa guía no sólo por ser inconstitucional al violar el derecho a la vida, sino por ser el instrumento idóneo para doblegarnos progresivamente ante el poder de la cultura de la muerte.
Han pasado 90 años desde que se declaró un delito no punible al "aborto terapéutico". Además, con los avances de la ciencia, ¿cómo no se va a poder salvar la vida de los no nacidos en caso de riesgo para la vida de la madre?. Recomiendo para conocer mejor de este tema ingresar al siguiente link: http://www.aciprensa.com/aborto/aterapeutico.htm. Es sabido que en cualquier país del planeta los protocolos de aborto terapéutico sirven de coladero para que se permita toda clase de abortos por cualquier causal. Es caso más notorio es España, que cuenta con la ley más carnicera de Europa, hoy camino a reformarse a pesar de las trabas de los progres, izquierdistas y liberales que desprecian a los más inocentes. A más despenalización, más abortos, por más "seguros" que se presenten. Es igual que pretender despenalizar los robos por la causal de necesidad. El Estado no puede claudicar de su función punitiva en nombre de pareceres individuales o falsos derechos que son producto de la relativización del derecho a la vida, sin el cual los demás no sirven para nada.

martes, 27 de mayo de 2014

Fritz Du Bois y Argentina


Ha muerto el director del diario El Comercio, Fritz Du Bois Freundt y no puedo evitar la tristeza de sentir la pérdida de un admirable administrador, periodista y reformador económico que contribuyó activamente durante los años noventa, en el equipo de tecnócratas del Ministerio de Economía a desmontar al gigantesco saurópodo velasquista mantenido por Belaúnde y García en su segundo y primer mandato respectivamente, y realizó las reformas económicas que cambiaron el destino de todos los peruanos. Aquellas que transformaron a un Estado inelegible e inviable en un país que hoy crece a tasas sorprendentes (pese a la desaceleración provocada por el humalismo) y que, gracias a eso, solo en los últimos diez años redujo a la mitad la pobreza.


Más de una vez, ante la admiración que sentía hacia su persona me dije que si fuera presidente lo escogería como mi Ministro de Economía. Su preparación profesional, su independencia periodística, su espíritu emprendedor y su inconformidad con la situación del país, combinados con su apertura al diálogo, su respeto hacia el disenso, sus modales caballerescos y su aprecio hacia quienes trabajaban con él lo transformaron en un referente obligado para la política y el periodismo, algo que siempre demostró como director del diario "Perú21" y "El Comercio".


Desde esta columna me sumo a quienes le rinden homenaje por su huella indeleble para mejorar a Perú como nación y sociedad. Para ello, considero necesario transcribir un artículo suyo publicado en el Anuario El Comercio 2001 (págs. 130-133) cuando se desempeñaba como asesor de opinión de la sección Economía y Negocios del decano de la prensa peruana. En él explica con una brillante lucidez la causa de la gran crisis económica que sufrió Argentina durante el corto gobierno de Fernando De la Rúa y las lecciones que debemos aprender de ella, algo que parecen no haber aprendido sus posteriores autoridades en los últimos años. Recomiendo también leer la Revista Bases para el largo plazo Año 1 Nª1 de diciembre de 2011 si se desea conocer mejor sobre la decadencia económica del país gaucho (se puede acceder a su archivo en pdf ingresando en el siguiente enlace http://www.fundacionnorteysur.org.ar/Imgs/Dyn/ArchivosLenguajes/5404-2012-7-5T10-18-0.pdf). Así que en homenaje a don Fritz, leamos a continuación su opinión profesional sobre el tema para exigir a nuestras autoridades políticas a manejar correctamente el país, pues sólo así podrán afrontar con la conciencia tranquila el juicio de la Historia.


Argentina, colapso anunciado Mucho se ha hablado sobre la crisis argentina y cada uno busca culpar a sus propios demonios. Decir que el causante es el Fondo Monetario Internacional es como culpar al médico de la muerte por cirrosis de un alcohólico empedernido que no quiso dejar la botella de la heterodoxia fiscal. Decir que fueron las políticas liberales también es erróneo, pues Argentina, llena de restricciones y distorsiones, nunca ha logrado desarrollar una adecuada economía de mercado. La causa de la crisis han sido sucesivos gobernantes que antepusieron al bienestar de su pueblo consideraciones partidarias. En lugar de actuar responsablemente con las cuentas públicas, gastaron mucho más de lo que recaudaban y financiaban al Estado con una creciente deuda pública. Un manejo inmoral e incompetente.




Son evidencias de inmoralidad tratar el gasto público -que pertenece a todos los habitantes de un país- como un fondo partidario para pagar favores políticos, crear caudillismos regionales, lograr reelecciones o asegurar retornos mediante el aumento desmedido del gasto en el último año de gestión para ser recordado por los votantes. También lo son aumentar la participación del Estado en la economía para tener más capacidad de lucro, "concertar" beneficios sectoriales, mantener rigidez laboral que fomenta informalidad y subempleo para favorecer cúpulas sindicales partidarias, otorgar pensiones privilegiadas o aceptar planillas fantasmas.


Es una clara muestra de incompetencia financiar los crecientes déficit fiscales que el uso político del gasto público inevitablemente genera con el facilismo del endeudamiento, en lugar de realizar reformas tributarias eliminando exoneraciones y beneficios, o ser exigentes, honestos y eficientes en la administración de impuestos. También lo es la incapacidad de reformar burocracias asfixiantes para sus ciudadanos y eliminar restricciones al desarrollo de una economía moderna.


Argentina evadió durante años la realidad de la disciplina fiscal y aumentó día a día su total dependencia en los mercados de deuda. Esta evasión aumentó durante los seis cruciales meses previos a la explosión de la crisis. En marzo del 2001, se despidió, luego de sólo 48 horas en el cargo, al ministro de Economía López Murphy por plantear una drástica reducción del gasto público. En su lugar se designó a Domingo Cavallo, quien, a comienzos de los años noventa, había controlado la hiperinflación creando el sistema de convertibilidad fija de un peso por un dólar.


Cavallo consideró que su prestigio le permitiría a Argentina recuperar credibilidad en los mercados. Así, ganaría un espacio para que su economía tuviera la oportunidad de crecer nuevamente, gracias al flujo de inversión privada que generaría la confianza que le tenían y los incentivos tributarios que otorgó. Este esperado crecimiento aumentaría la recaudación tributaria y el déficit fiscal podría ser controlado sin necesidad de sacrificios ni recortes.


Luego de seis decepcionantes meses, Argentina tenía un déficit fiscal que alcanzaba el 5% del PBI y había perdido US$10,000 millones de reservas internacionales sin haber generado inversión ni crecimiento. La deuda pública llegaba a niveles inmanejables de US$150,000 millones, cada seis meses se le acumulaban vencimientos de deuda que la obligaban a masivas refinanciaciones y su relación con el Fondo Monetario Internacional y el resto de sus acreedores era cada vez más tortuosa.


Finalmente se intentó hacer lo correcto cortando el gasto público, pero era muy tarde. Ya no cabían más operaciones de rescate internacional, pues la buena voluntad y los recursos disponibles de la comunidad internacional se consumieron en esos meses de extrema evasión. En un último acto desesperado se confiscaron los ahorros de los argentinos, con lo que colapsaron el régimen y la economía.


Con esta crisis, Argentina parece condenada a perder otra valiosa generación, que se verá forzada a emigrar y enriquecer las fuerzas laborales de otros países. Los países latinoamericanos que mantienen sus cuentas fiscales bajo control y no dependen de los mercados de deuda para su financiamiento pasarán la crisis sin mayores consecuencias. La mejor lección que podemos aprender de Argentina es que la estabilidad económica es un derecho de todos y que debemos construir barreras que impidan a los gobiernos de turno ponerla en riesgo.


Para asegurar la estabilidad económica debemos reducir las fronteras de los estados transfiriendo al sector privado toda actividad posible. Obligar a los estados a trabajar al servicio de sus pueblos y no servirse de ellos, a que introduzcan mecanismos que aseguren transparencia en la función pública y a limitar la discrecionalidad en el manejo económico para que no hipotequen nuestro futuro ni nuestro derecho a generar riqueza y bienestar. En suma, debemos aprender a protegernos de nuestros gobernantes si queremos, algún día, prosperar.