domingo, 21 de octubre de 2018

¡Gracias, Carlos Boloña!


En medio de todo el chongazo mediático desatado por los caviares y sus medios de comunicación monocordes, producto por la sospechosa fuga del juez César Hinostroza Pariachi, hasta su detención en España y de la liberación de Keiko Fujimori Higuchi por la Sala penal encargada de resolver la apelación de su detención preliminar ordenada por el juez Richard “copy-paste” Concepción Carhuancho, apareció una noticia triste para el mundo de la economía y las finanzas nacionales: falleció en Estados Unidos, víctima de un cáncer, el ex ministro de economía Carlos Boloña Behr.


Pocos jóvenes saben quién fue este señor, pero dada la escasa repercusión que tuvo esta noticia, me veo en la obligación de escribir una pequeña clase de historia económica de Perú para poder entender la trascendencia de su figura. Aquí no se va a hacer énfasis en sus errores personales, acusaciones fiscales, persecución política en su contra, responsabilidad civil o penal por los diferentes procesos que tuvo que afrontar tras el ascenso al poder del hoy prófugo Alejandro “sano y sagrado” Toledo Manrique. De eso se han ocupado hasta el cansancio los medios izquierdistas como La República, Hildebrandt en sus trece, Diario Uno, etc. Claro, el doctor Boloña no se quedó nunca callado y se defendió explicándolo todo en sus columnas periodísticas aparecidas en los diarios Expreso, La Razón y El Comercio, incluyendo sus libros de economía que citaremos en este artículo.


En 1990 Perú era un Estado fallido: corrupción generalizada, burocracia dorada por doquier, insoportable tramitología, colas interminables para comprar pan o leche Enci, apagones por la voladura de torres eléctricas, escasez generalizada de productos básicos, hiperinflación de 7,600%, cero reservas internacionales netas, migración y desempleo masivos, paros armados, atentados terroristas diarios, pérdidas millonarias en infraestructura, casi 20 mil personas asesinadas por Sendero Luminoso y el MRTA (“guerrillas” según el fiscal José Domingo Pérez), etc. Es decir, Perú era casi otra Venezuela en lo económico y en lo social. Todo ello, producto de la revolución socialista del resentido Velasco, la ineptitud de Belaúnde y la corrupción escandalosa de García.

 

Para derrotar estos graves flagelos, el "outsider" Fujimori se rodeó de políticos de tendencia liberal e impuso el shock económico, programa de gobierno que Mario Vargas propuso en su gestión, al carecer de uno propio. De esa manera, anuló todos los subsidios y colocó los precios de los productos a sus valores reales. Una medida dolorosa, pero necesaria para devolver la estabilidad económica al país. Lo mismo que hizo el destacado economista Pedro Beltrán Espantoso a inicios de los años 60. Muchos aún recuerdan el mensaje a la nación dado por el entonces ministro Juan Carlos Hurtado Miller, recibido primero con sorpresa, y luego con desesperación, pues no se sabía con exactitud los resultados. Pese a los consiguientes intentos de saqueo y desestabilización, las necesarias medidas de ajuste se mantuvieron firmes.


La salida de Hurtado en febrero de 1991 dio paso al economista Boloña, magíster por la Universidad de Iowa (Estados Unidos) y doctor por la Universidad de Oxford (Inglaterra), el cual, inspirado en el citado Pedro Beltrán, aplicó un fuerte programa liberal apoyado por el FMI y el Banco Mundial: reducción de aranceles, eliminación del resto de subsidios, flotación limpia de las tasas de interés y del tipo de cambio, abolición de la estabilidad laboral absoluta y simplificación del sistema de impuestos vigente hasta ese entonces, fueron algunas de sus principales medidas. La SUNAT y la Superintendencia Nacional de Aduanas (varios años después fusionadas) se convirtieron en organismos clave en los ingresos del Estado. Se creó el sistema de inversiones privadas en fondos de pensiones (las AFPs), se creó el OSIPTEL y el INDECOPI (aunque Boloña después se arrepintió por su progresiva burocratización), se renegoció la deuda externa del país con los organismos multilaterales de crédito y, sobre todo, se privatizaron numerosas empresas estatales que sólo reportaban pérdidas por miles de millones de dólares cada año.


Independientemente de los resultados mostrados por el informe final de la Comisión Diez Canseco que investigó en 2002 el proceso de privatizaciones durante el primer gobierno de Fujimori, los indicadores de inversión extranjera comenzaron a crecer de manera vertiginosa: 11.1% en 1993, 33% en 1994 y 20.2% en 1995. El nuevo marco legal dado por la Constitución de 1993 hizo florecer el atractivo para invertir en Perú. Lamentablemente en los años siguientes no se continuó con ese ritmo, debido a que no se efectuaron las reformas de segunda generación que eran necesarias para lograr una mayor libertad económica. Ni siquiera con el “gobierno de lujo” encabezado por el financista Pedro Pablo Kuczynski.


Los resultados saltan a la vista. Aquí tenemos ejemplos de privatizaciones: • Aeroperú se vendió a Aeroméxico; • CPT y Entel Perú se vendieron a la Telefónica de España por 2,000 millones de dólares; • Electrolima se transfirió a Edelnor y Luz del Sur (de accionistas españoles y chilenos); • Banco Continental fue comprado por Banco Bilbao Vizcaya Adventaya (BBVA); • El proyecto del gas de Camisea fue entregado a dos conglomerados extranjeros encabezados por dos firmas argentinas.


Aquí tenemos también algunos ejemplos de fusiones o participación de capitales privados con empresas también privadas: • Banco Wiese, fusionado con el Banco de Lima; • Banco Mercantil comprado por el español Santander; • Inca Kola fue comprada por la estadounidense Coca Cola. De esta manera, los principales países que apostaron por nuestro país son España, Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Panamá, Chile, Canadá, China, Japón y Suiza. Sin dejar de mencionar la apertura a la inversión en actividades mineras (por ejemplo, la privatización del proyecto de cobre Antamina por 1,320 millones de dólares). Y así…


Gracias a la notable gestión de Boloña, los peruanos podemos hacer fortuna en nuestro país, comprar un lote de terreno, comer carne, invertir nuestros ahorros en los más atractivos negocios, cambiar de auto o camioneta cada año, estudiar en universidades privadas de calidad, etc. Esto debe ser enseñado a los pulpines para desasnarlos ante tanta ignorancia acumulada por la irresponsable dejadez de muchos de sus padres, porque todo lo han tenido fácil y les encanta dar la contra. Con Toledo, García, Humala o Kuczynski ¿hubieran podido jamear en un Pizza Hut, KFC o Domino’s Pizza? ¿Hubieran podido comprarse un celular con conexión a internet de Movistar o Claro o una laptop de Lenovo o una computadora IBM con su impresora Hewlett-Packard? ¿Viajarían en Audis, BMWs, KIAs o cualquier camioneta full equipo manejada y pagada por sus viejos? ¿Hubieran podido estudiar en la San Ignacio de Loyola, la del Pacífico, la UPC u otras universidades pitucas? ¿Aportarían parte de su sueldo a AFP Integra, Prima AFP, AFP Hábitat u otra similar?


La respuesta a todas ellas es un rotundo no. Ahora lo hacen con toda naturalidad. Todos estamos acostumbrados a eso y no valoramos lo mucho que costó crear las condiciones para disfrutar de esos servicios y generar riqueza. En la época de carestía que fueron los 70, los 80 e inicios de los 90, Perú daba lástima y, ahora, pese a la crisis política que estamos viviendo, no debemos permitir que lo logrado después de años y esfuerzos se destruya por acción de la izquierda caviar o antisistema enquistada en los grandes medios de comunicación. Boloña pensó primero en su país y tuvo que enfrentar, junto a su familia, amenazas de muerte por parte de los terrucos, además de una feroz persecución judicial y política de por vida, y el ser despojado del control de la universidad que fundó con su entonces compadre Raúl Diez Canseco Terry.


Todo eso lo podemos comprender en sus libros “Experiencias para una economía al servicio de la gente”, “Lecciones de economía”, “De Paniagua a Toledo, de la confusión al caos” (partes 1 y 2) y sobre todo “Cambio de rumbo”. Él no se hacía problemas cuando pirateaban sus libros y los canillitas los vendían en la calle o durante la luz roja del semáforo, pues lo que en el fondo le interesaba, era que la gente los leyera y entendiera su filosofía de la libertad económica de la que ahora disfrutamos y que surgió en Inglaterra con Adam Smith.


Desde aquí mi homenaje a un hombre que nos ayudó a cambiar la economía de nuestro país para bien, porque para levar a cabo una obra titánica como esa en un país destrozado y en la miseria no es para minimizarla. Como bien decía la canción de su campaña electoral de 2001 "¡Hay que tener... Boloñas, Boloñas, Boloñas..., para que siga lo bueno y lo malo no vuelva jamás!". Mis condolencias a su esposa Sylvia y a sus hijas Bárbara, Daniela, Carla y Johanna (la conductora televisiva de fútbol, sí, ella misma), pues Perú ha perdido a un prominente economista cuya obra puede palparse cada día, cuando hacemos todo tipo de operaciones comerciales. Su memoria, minimizada por los mezquinos grupos mediáticos y políticos, debe ser recordada y honrada para que las reformas económicas que emprendió durante su gestión no se detengan. El sistema ha demostrado que funciona, pero puede ser perfeccionado. Carlos Boloña Behr, ¡gracias! Descansa en paz.

jueves, 4 de octubre de 2018

Lamento chavista


Chile ganó el juicio ante la Corte Internacional de La Haya frente al “hermano” Estado Plurinacional de Bolivia. Piñera está descorchando botellas de champán y Evo sigue buscando consuelo ante semejante frustración. ¿Ya ves? Eso te pasa por triunfalista y por tus poses de víctima inocente frente a los jueces del tribunal. Éstos, felizmente, cuadraron a tu delegación y pidieron que por razones de protocolo ingresen a la sala de audiencias vestidos con ropa adecuada (terno y corbata), porque los protocolos son estrictos y nadie puede entrar para hacer un carnaval aimara. No señor. Eso no es un teatro ni un estudio de televisión. Es la sala de un tribunal internacional de justicia. Puede que le gusten al Papa Francisco sus atuendos, pero esto es algo que no se puede prestar para un show. Así de sencillo.


Sin duda, esta sentencia es un duro revés para los afanes reeleccionistas del autoritario y populista de izquierda que gobierna el antiguo Alto Perú. Los tratados internacionales son irrevisables y Bolivia firmó el de 1904 cerrando así su diferendo marítimo con la República de Chile. Por eso, lo que debe hacer es negociar con su queridísimo vecino una serie de acuerdos para determinar por cuáles puertos importar y exportar sus productos, sabiendo que luego de 25 años están ahora los puertos chilenos con su capacidad duplicada y que obliga a ampliar la infraestructura de los terminales marítimos. Eso es lo sensato. Los acuerdos comerciales son el mejor consejo para que este chongo marítimo y patriotero llegue a su fin de una buena vez.


Este defensor del tirano de Venezuela vendió falsas esperanzas, durante cinco años, a un pueblo que requiere mayores libertades y menos populismo barato para dejar de ser el último de la cola de los países sudamericanos en cuanto a nivel de desarrollo. Y por más que diga que Bolivia nunca renunciará a su lucha por recuperar su salida soberana al mar, los chilenos se van a carcajear a todo volumen, pues por más que nos llamemos “países hermanos”, lo cierto es que los países no tienen hermanos. Tienen intereses. Eso es una verdad suprema aquí y en la cochinchina.


Como este fallo era predecible para cualquier erudito del Derecho Internacional Público, nada mejor que vacilarse con el estilo corrosivo del arequipeño La Ortiga frente a las pretensiones de nuestro “hermano” Evo, frente al “malvado y abusivo” Chile. Este par de artículos pertenecen a su columna que tenía en el diario Correo y datan de hace casi diez años. Aun así, no han perdido actualidad, y sirven para hacer mofa del papelón internacional protagonizado por un gobernante que obsequió un crucifijo sincrético marxista al Papa durante su visita a Bolivia (una verdadera ofensa a las víctimas del comunismo antirreligioso). Pero bueno, menos palabras y buen provecho con este picante literario:


“28 de marzo de 2009

¡Este Evo!:- El solípedo (1) del Palacio Quemado, la acémila (2) de La Paz, el polichinela (3) del cerdo de Caracas (4), está histérico con la moña esta de los límites marítimos entre el Perú y Chile. Según él, se estaría atentando contra el derecho milenario de los boliches a tener mar. ¡Por la pucha! ¿Sabrá este analfa que ni Austria, ni la República Checa, ni Eslovaquia, ni Suiza -por poner algunos ejemplos- tienen salida al mar y les va como la puta madre? ¿Sabrá que a pesar de ello, verbi gratia, Suiza cuenta con una de las marinas mercantes más grandes del mundo? ¿Mar? ¿En la época de la aviación y de internet? Bueno, pero comparar a Suiza con Bolivia es como comparar a Sir Alec Guinness (5) con "Melcochita". Lo que pasa es que el gobierno boliviano (si así puede llamársele) necesita físicamente de un trozo de litoral para justificar los millones de dólares que gasta al año en su ridícula -pero gloriosísima- Marina de Guerra, llena de capitanes de corbeta, de fragata, de navío, contraalmirantes y vicealmirantes... y que sólo se dedica a navegar en un par de botecitos guardacostas y se están todo el día huiti pa arriba y huiti pa abajo en sus siete kilometritos de lago Titicaca. Felicito a Joselo (6) por sus valientes declaraciones: El deslinde entre Chile y Perú sólo es asunto de peruanos y chilenos. En otras palabras, Evito, ¡ale pallá y no te metas!



25 de abril de 2009

(…) El Halcón de los Mares (7): - He recibido un correo electrónico de un aguerrido corsario (8) boliviano, mismo halcón de los mares, que procedo a reproducir -algo abreviado por razones de espacio- y luego comentar:

"...usted comienza su columna con una crítica a Evo Morales, Presidente Constitucional de Bolivia, por tener una posición en cuanto a los límites entre Perú y Chile y nuestra expectativa de retorno a las costas del Pacífico. (...) Usted tiene todo el derecho de criticar a quien quiera, pero debería hacerlo con la altura que debe tener un caballero que se considera todo un criollo del PERÚ.

Usted está hablando del Presidente de los bolivianos y sus adjetivos son ofensivos, extensivos hacia todos los bolivianos. Cuando se refiere a la gloriosa marina boliviana, suena a burla, pero quiero poner en su conocimiento que la misma está conformada por hombres dignos y profesionales que realizan navegación no sólo en dos barquitos en el lago Titicaca, sino en la infinidad de ríos del oriente boliviano, en la hidrovía (9) Paraguay-Paraná y en alta mar en las unidades mercantes registradas bajo bandera boliviana. Cuando Usted expresa huite pa arriba y huite pa abajo hace manifiesto su total desconocimiento de la realidad boliviana.


Luego continúa, indicándome los porcentajes de territorio que corresponden al Altiplano, a las llanuras y a la selva surcadas por ríos navegables en su gran mayoría. Dice también que no todos hablan como usted indica, ese aspecto ya fue superado hace bastante tiempo (Jamás me referí a cómo hablan. Eso es simple y llano complejo... ¡Chey pero!). Y sigue así: Usted quedó atrapado en el tiempo y ya no va de acuerdo con la época; de cualquier manera es mi deseo que Usted sepa que existe un Dios, que está vivo y es real (¿Y YO quedé atrapado en el tiempo?). Puede usted seguir burlándose y poniendo adjetivos a los hombres, sean estos curas o civiles, pero no se burle de Dios. Arrodíllese ante Él cuando aún es tiempo, no vaya a ser demasiado tarde cuando quiera hacerlo.

Atentamente, Capitán de Navío Rodolfo Skobelj Tejada, Ingeniero en Geodesia y Recursos Naturales, Licenciado en Ingeniería Geográfica, Mcs. En manejo y Administración de Recursos Hídricos".


¡La pucha! ¡Y yo soy abogado nomás! Explícame algo: ¿qué tiene que ver El Tayta Dios con tu salida al mar? ¿Será que esperas algún milagro? Porque -que yo sepa- esa es tu única oportunidad de salir al mar... por lo menos al Pacífico. Te informo además que yo no me arrodillo ante nadie, ni acato órdenes superiores de nadie. Eso se quedó para quienes sacrifican el YO por el NOSOTROS.

Dices que al insultar a Evo estoy insultando a todos los bolivianos. Falso. No a todos, sólo a quienes votaron por él. En todo caso, ¿cuál es tu problema? ¡Salgan al mar por los ríos, caramba! Porque los ríos, hasta donde yo sé, salen al mar, ¿verdad? Salvo que te metas a uno que desemboque en el bendito lago, en cuyo caso sigues jodido. Una advertencia: No se les vaya a ocurrir salir por el Paraguay. Es posible que les saquen la mierda... otra vez (10).
Cuando me referí a la Gloriosa Marina de Guerra Boliviana, en efecto, me estaba burlando. Y no creo que esté conformada por hombres dignos. Quienes viven de los impuestos del pueblo en una institución que no tendría por qué existir, sólo merecen el nombre de parásitos.


A propósito, me encantaría saber cuántas condecoraciones has recibido. Estoy seguro de que algo más que el Almirante Nelson (11), ¿verdad? También me gustaría saber en cuántas batallas navales han participado tú o tus colegas. ¡Por el multiverso (12)! ¡Para qué me meto con estas espadas vírgenes que escriben como si fueran el pirata Barbanegra (13)! Sorry, pero ni con pata de palo, parche en el ojo, garfio en la mano izquierda, arete en la oreja derecha y loro en el hombro vas a engañar a nadie.”


1. Solípedo: Se dice del cuadrúpedo provisto de un solo dedo, cuya uña, engrosada, constituye una funda protectora muy fuerte denominada casco; p. ej., el caballo, el asno o la cebra.
2. Acémila: Mula o macho de carga.
3. Polichinela: (De Paolo Cinelli, comediante napolitano del siglo XVI). Personaje burlesco de las farsas y pantomimas italianas.
4. Hugo Chávez Frías.
5. Actor británico ganador del Oscar por El puente sobre el río Kwai y popular por interpretar al veterano Obi Wan Kenobi en la saga fílmica de Star Wars.
6. El canciller peruano José Antonio García Belaúnde.
7. Título de una película de piratas de 1940 con Errol Flynn.
8. Corsario: 1) Se dice del buque que andaba al corso, con patente del gobierno de su nación. 2) Se dice del capitán de un buque corsario y de su tripulación.
9. Hidrovía: Via fluvial (generalmente un rio), que puede ser utilizada para navegar con embarcaciones acorde a su tamaño y profundidad. Puede ser utilizada para viajar, turismo y transporte de mercaderia.
10. Guerra del Chaco (1930-1933) en la que ganó Paraguay y Bolivia perdió parte de su territorio sur-oriental.
11. Horatio Nelson (1758-1805): marino británico conocido por sus victorias durante las Guerras revolucionarias francesas y las Guerras Napoleónicas, particularmente por su victoria en Trafalgar.
12. Multiverso: Un multiverso (o meta-universo) es el conjunto hipotético de múltiples universos posibles (incluyendo nuestro universo), que en conjunto constituyen toda la realidad. Los diferentes universos dentro de un multiverso son a veces llamados universos paralelos.
13. Barbanegra: conocido pirata inglés de los siglos XVII y XVIII.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Una película con el Papa


Muchos se preguntarán por qué escribo sobre la película "Papa Francisco: Un hombre de palabra", pues sólo estuvo una semana en la cartelera local. En vez de darle la oportunidad a más personas que querían verla, se privilegió la exhibición de las 20 películas ya vistas del Universo Marvel. Igual situación se da en la televisión peruana con los programas "Esto es Guerra" y "Combate" frente a "Segunda Opinión" y "A la vuelta de la esquina". Una vez más, el criterio económico (traducido en "chatarra" o "basura") queda al descubierto con esa política que privilegia la taquilla frente a la calidad cinematográfica o los mensajes positivos que algunas películas transmiten. El documental de Wim Wenders es una de ellas.


Para empezar hay que advertir que no es el típico documental elaborado por Goya Producciones o el Centro Televisivo Vaticano, es decir, una película con imágenes de archivo o en la que el director entrevista al persona principal. Aquí, por primera vez en la historia, la Santa Sede le abre las puertas a un cineasta para que le dé tribuna al Sumo Pontífice para predicar mirando directamente a la cámara. Francisco se convierte así en el primer Papa en protagonizar una película en la que transmite sus preocupaciones, ideales y su fe en medio de un mundo cada vez más alejado de Dios.


Wim Wenders es un cineasta que pensó entrar en el seminario, a diferencia de Martin Scorsese, que sí lo hizo. Ambos plasmaron sus respectivas visiones de la fe y de la religión en diferentes películas. Con la diferencia de que Wenders no expresa sus dudas y tormentos a nivel teológico como Scorsese en una pantalla ("La última tentación de Cristo" o "Silencio"), sino que se enfoca en un nivel más sociológico y de denuncia sin caer en la protesta política, como lo hace el griego Constantin Costa-Gavras. Prueba de ello son sus documentales "Relámpago sobre el agua" (1980), "Buena Vista Social Club" (1999), "Invisibles" (2007) y sobre todo la extraordinaria "La sal de la tierra" (2014).


La carrera de Wenders está llena de altibajos, y se inició a finales de los años 60. Alcanzó su pico en su natal Alemania con "El amigo americano" (1977) y "El cielo sobre Berlín" (1987); luego en Estados Unidos con "París, Texas" (1984) y ahora en el mundo católico con "Papa Francisco: Un hombre de palabra". Wenders se encuentra actualmente en proceso de acercamiento a la fe de su juventud y la oportunidad de trabajar en la Santa Sede la califica con estas palabras: “Ni en el mejor de mis sueños habría imaginado hacer una película sobre el Papa Francisco […] Era una oportunidad única de hacer una película que jamás podría haber soñado".


La película muestra la visión del primer Papa del continente americano sobre el medio ambiente, la pobreza, la familia, la escucha y el diálogo, los sacerdotes que cayeron en delitos de abuso sexual, los movimientos sociales y los migrantes. Al menos, esos son los temas que resaltan y a los que se les dedica la mayor parte del metraje. No hay escenas celebrando misas, confesando o predicando sobre el "hagan lío", la santidad, María, la Palabra o el perdón. Es, como dije al inicio, la visión del director Wenders sobre el Papa y su papel de líder religioso y Jefe de Estado y cómo sus gestos de sencillez y pobreza impactan en la gente de hoy. Todo ello en contraste con la situación convulsionada de muchos países hoy en día.


El reciente tema de la denuncia (sin pruebas) del Cardenal Emérito Carlo María Viganò y la posterior solidaridad de los obispos hacia el Papa por el tema del cuestionado Cardenal Emérito Theodore McCarrick es un ejemplo de las pruebas que debe afrontar al actual sucesor de Pedro a 5 años de pontificado en medio de un mundo que se autodestruye por los intereses económicos e ideológicos de los poderosos, del individualismo nihilista y del relativismo egoísta que genera más división de familias, más leyes injustas y más deshumanización, especialmente en los países que se dicen cristianos.


El remedio a todo esto es el amor, sobre todo cuando el Papa lo dijo en tono amigable y sazonado de buen humor durante el Encuentro Mundial de las Familias en Washington. Lo que no sale en la película es que el amor es Cristo mismo, Camino, Verdad y Vida. Al menos un destello de su figura podemos apreciar en las escenas actuadas sin diálogos y filmadas en blanco y negro donde San Francisco de Asís recibe el mensaje del Cristo de San Damián: "Francisco, reconstruye mi Casa que amenaza ruina". El mensaje de San Francisco y su convivencia armónica con la creación y rebosante del amor de Dios es eterno. Este último detalle es el que faltó resaltar en la película, algo que sólo aparece en la escena del "Laudato si".


Pese a todo, la película funciona como una herramienta útil para hacer video forums que ayuden a adultos alejados de la fe a regresar a ella. Para ello se muestran mensajes expresos del Papa tan sencillos como entrañables, como "el apostolado de la oreja", "tenemos tanto que hacer", el "todos somos responsables", y la oración del buen humor de Santo Tomás Moro. Todo ello acompañado de un formidable archivo audiovisual de sus viajes apostólicos por el mundo y de canciones memorables como "Sólo le pido a Dios" y el Salmo 53 en arameo, cerca del final. La única frase ausente ha sido "no se olviden de rezar por mí". Será que Wenders quiso, en su calidad de cineasta, cerrar su película con la gran sonrisa del carismático Papa argentino. Bueno, a los católicos nos toca honrar diariamente el deseo del Santo Padre.

 

martes, 7 de agosto de 2018

Ante la corrupción, regeneración moral


Debido a la actual situación nacional envuelta en un estado de indignación generalizada por los últimos escándalos de corrupción judicial destapados por los audios propalados por la ONG IDL Reporteros, y las consiguientes medidas tan comprensibles como populistas propuestas por el Presidente Martín Vizcarra en su mensaje a la nación por las fiestas patrias de 2018, desde este blog expreso mi opinión declarando lo siguiente:


La corrupción es un mal endémico que ha penetrado la mayor parte de la estructura del Estado y el recibir dádivas, coimas o prebendas para quedar bien ante quien te la ofrece para no sufrir gestos de desprecio, amenazas o represalias por denunciarla o rechazarla requiere de un espíritu fuerte, disciplinado y convencido tras haber recibido una formación que ayude a discernir correctamente lo bueno de lo malo, sin caer en posturas relativistas o “excepciones” por el mero trato profesional o amical.


Las reformas judiciales se han llevado a cabo desde hace casi cinco décadas y casi siempre fracasaron por estar empapadas de tinte político a la hora de ser manejadas por grupos de poder y operadores del Derecho alineados con el discurso político imperante de cada época. Por eso, estamos convencidos que la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) pasa no sólo por sus integrantes, sino esencialmente por su estructura para que sea acorde al sistema de justicia italiano del cual se inspira, pero sin estar distorsionado por razones de “autonomía”, “representación de la sociedad civil”, entre otros argumentos que sólo perpetúan la situación de compadrazgo, hermandad, colusión, blindaje y consecuente impunidad que son totalmente inaceptables.


Por supuesto, las personas forman parte de las reformas y de las instituciones a fortalecerse. Sin embargo, dichos objetivos no se podrán lograr sin una urgente regeneración moral que nuestra sociedad requiere y que involucran a las familias, los colegios, las iglesias, las universidades, las empresas y a todos los grupos de la sociedad a actuar en conjunto, independientemente de sus diferencias. Lo que hace grande a una sociedad son sus valores humanos que se practican desde el hogar, pero mejor aún si son cristianos, pues éstos van a la raíz de la naturaleza humana, involucrando así la dimensión trascendente del espíritu de cada ser humano. Ello inspira a actuar buscando hacer todo nuevo para la restauración de la civilización y la instauración de un orden que sea verdaderamente justo, pero también ajeno a todo tipo de injerencia ideológica, política y también económica.


La ley del más rico, del más vivo, del más fuerte se sigue aplicando como parte de la cultura de la viveza y eso es consecuencia no sólo de la penosa situación de la educación pública peruana, sino también de la tolerancia la corrupción que la “pendejada” genera y que nos asemeja a quienes elegimos en cada proceso electoral. En cada uno está parte de la responsabilidad de actuar con firmeza, honestidad y eficiencia para que nuestro país salga del estancamiento en el que se encuentra por esa actitud de mediocridad, doble rasero, irrespeto y mentira que aceptamos por ser parte de nuestra vida cotidiana. En cada uno está el motor del cambio, pues del corazón del hombre se conocen las consecuencias de sus acciones. Algo que sólo Dios conoce y ante quien rendiremos cuentas después de la muerte.


Finalmente, la población de un país en vías de desarrollo no debe caer en la tentación facilista de patear el tablero bajo la consigna “¡Que se vayan todos!”, que se cierre el Congreso, nuevas elecciones o propuestas populistas que buscan el aplauso fácil por parte de las altas autoridades o de las cuales se quieren aprovechar ciertas fuerzas políticas. Actuar con sensatez y con respeto a la Constitución y a las leyes, en situaciones de crisis, es el mayor reto de toda autoridad, y el tender puentes con la oposición practicando un diálogo alturado es gesto propio de estadistas. Algo de lo cual carece nuestra clase política y por lo cual es necesario que los cristianos en general, y los católicos en particular, están llamados a contribuir, especialmente los más experimentados e instruidos en el ámbito profesional, siempre y cuando se excluya de manera firme esa actitud cobarde de dejar la fe “para las sacristías”. Porque, como bien lo dijo Santo Tomás Moro, “el hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral”.

martes, 17 de julio de 2018

Orígenes del conflicto balcánico


Terminó el Mundial de Rusia 2018 y Francia celebra su segunda victoria luego de 20 años. Desde aquí mis felicitaciones a la selección gala y a cada uno de sus integrantes. A bañarse con champán, a celebrar con euforia (y de manera civilizada también, por si acaso) y que disfruten de este histórico momento hasta que lleguemos a la calurosísima Qatar en 2022.


Por supuesto, no podemos dejar de reconocer a la selección de Croacia, la cual se superó a sí misma y demostró fe, honor, humildad y garra, de tal modo que se ganó el respeto y la admiración de buena parte del mundo, incluso por acá. Podríamos escribir sobre las jugadas, las estrellas, los goles y hasta de su guapa presidenta mojada por la lluvia. Pero dados los memes y las historias que se contaron acerca de lo que vivieron los jugadores en sus respectivas infancias durante la traumática Guerra Civil de los años noventa, es mejor hacer un resumen de cómo empezó esa brutal carnicería que marcó la vida de su nación, al igual que de las otras que formaron parte de la antigua Yugoslavia.


Para ello contaremos con un texto transcrito de tres autores: Ernest Ferreres, Jaume Cortada y Montserrat Pantaleón aparecido en la obra enciclopédica Gran Atlas Universal de El Comercio (2002). Creo que es una forma de comprender el complejo proceso de formación de su identidad y de su valentía a la hora de jugar un Mundial para el recuerdo, aunque ningún equipo latinoamericano haya estado entre los cuatro semifinalistas. Además, el comprender su historia nos ayudará a conocerlos mejor y a solidarizarnos en su lucha por un mejor país en el que los derechos y las libertades estén debidamente respetados y garantizados y todos puedan prosperar en paz. Ahí va y provecho con la cultura histórica:


La región de los Balcanes, situada en el sureste de Europa, ocupa una de las cuatro grandes penínsulas del Mediterráneo y está rodeada por los mares Adriático, Jónico, Egeo, Mármara y Negro.



Esta vasta región de más de 700,000 km2 fue ocupada por los turcos en el siglo XV y vivió cuatro siglos bajo el yugo otomano. Durante el siglo XIX el dominio turco fue descomponiéndose, pero el proceso fue controlado por una parte por Rusia y Austria, que tenían ambiciones territoriales en la región ya que permitía controlar el paso de los estrechos entre el mar Negro y el Egeo, y por el Reino Unido y Francia por otra, que no querían que las potencias anteriores salieran beneficiadas del hundimiento de los turcos.



En 1815, con la conversión de Serbia en un principado autónomo dentro del Imperio Otomano, se inició el proceso de emancipación de las nacionalidades balcánicas. Así pues, tras una cruenta guerra, Grecia accedió a la independencia en 1829, y Serbia, Montenegro y Rumanía lo consiguieron en 1878. En 1908, el imperio Austrohúngaro se anexionó unilateralmente Bosnia-Herzegovina, y Bulgaria también accedió a su independencia. El territorio de la actual Macedonia continuó sometido a Turquía.



Las Guerras Balcánicas de 1912 y 1913 significaron la ampliación territorial de los Estados balcánicos y la desaparición de la presencia turca en los Balcanes, que quedó reducida a la zona de los estrechos. En 1912 se constituyó, bajo un control internacional, el Estado de Albania, que impedía la salida al mar a Serbia.


Aliados centrales

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) – que se inició con el conflicto militar entre Serbia y Austria-Hungría-, Serbia, Montenegro, Rumanía y Grecia se alinearon con los aliados (Reino Unido y Francia), mientras que Turquía y Bulgaria lo hicieron con las potencias centrales (Alemania y Austria-Hungría).



En 1919, con el final de la Gran Guerra, se reordenaron las fronteras del centro y este de Europa teniendo en cuenta una discutible distribución de los grupos nacionales. De esta manera, Rumanía obtuvo Transilvania, Bulgaria cedió a Grecia la costa del mar Egeo hasta el río Maritza y se constituyó, sobre el hundimiento del Imperio Austrohúngaro, el reino de Yugoslavia (Serbia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Montenegro y el norte de la Macedonia histórica).



Auge de los nacionalismos

Esta ordenación fronteriza hizo florecer el problema de las minorías nacionales, ya que en cada Estado había colectivos nacionales diferentes del predominante. La expansión del fascismo en la Europa de entreguerras contribuyó a agravar el problema de las minorías nacionales, ya que aparecieron agrupaciones de esta ideología, sobre todo en Croacia y Rumanía.



En 1935, Bulgaria se aproximó a la Alemania nazi y en 1939, Rumanía hizo lo propio. Aquél mismo año, la Italia fascista ocupó Albania. Durante la guerra, Yugoslavia quedó desmembrada (Croacia se independizó con un régimen pro-nazi, Eslovenia fue incorporada a Alemania y Serbia se vio reducida a sus fronteras de 1913). Los Estados balcánicos fueron liberados del dominio alemán por el ejército soviético y en 1945, al finalizar la guerra, se impusieron en todos ellos –salvo en Grecia, liberada por los británicos- regímenes comunistas. El Estado yugoslavo fue reconstruido, pero con una estructura federal encabezada por el mariscal Josip Broz, Tito, líder de los partisanos que habían luchado contra el nazismo.



Caída del comunismo

A finales de los 80, con el hundimiento de los regímenes comunistas, reflorecieron las tensiones nacionalistas, en especial en el Estado plurinacional yugoslavo. En 1991 se declararon independientes Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina. Todas rechazaron la supremacía serbia sobre el estado yugoslavo. Serbia y Montenegro se constituyeron en la nueva República federal de Yugoslavia.



Pero la negativa de Serbia a aceptar la situación y la resistencia de la población serbia asentada en esos territorios (especialmente en Croacia y Bosnia-Herzegovina) comportaron el estallido de diferentes guerras, que se prolongaron hasta el año 2001.



La crueldad de los enfrentamientos y la política de limpieza étnica, practicada sobre todo por las autoridades serbias, provocaron la intervención militar de las fuerzas de la OTAN e impulsaron a la comunidad internacional a reclamar a los dirigentes democráticos de Yugoslavia la extradición de Slobodan Milosevic y de los líderes serbo-bosnios para ser juzgados por el Tribunal Internacional de La Haya por crímenes contra la humanidad.

lunes, 9 de julio de 2018

Yippee-ki-yay


Este mes de julio se cumplen 30 años del estreno de "Duro de matar", libre adaptación cinematográfica de la novela "Nothing Lasts Forever", la secuela de la novela de 1966 "El detective" de Roderick Thorp, que en sí misma había sido adaptada en una película del mismo nombre de 1968 protagonizada por Frank Sinatra. Los cambios hechos al guión son notorios, como la edad del personaje, su nombre, su interés de rescate (la hija y no la esposa) e incluso su relación pasada con el líder de la pandilla de delincuentes. Quizá por eso se había pensado en Frank Sinatra para el papel, pues la productora Fox estaba contractualmente obligada a ofrecérselo. Así es. ¿Se imaginan al legendario intérprete de My way y Strangers in the night interpretando a John McClane?

   

Bueno, resulta que Frank rechazó el proyecto. El tiempo pasó y los gustos de las nuevas generaciones de cinéfilos fanáticos de la acción estaba cambiando. Así que el guión fue propuesto al popular "Terminator" Arnold Schwarzenegger como secuela de la película "Comando" de 1985, pero también él rechazó el guion. Al igual que él, varias estrellas del cine de acción de la época no tuvieron interés por el proyecto hasta que lo aceptó un treintañero Bruce Willis. Sin embargo, el estudio no tenía mucha fe en la capacidad como estrella de acción de Willis, ya que en aquel momento era conocido por sus papeles en la comedia televisiva "Luz de luna" (1985) y en la hilarante película "Cita a ciegas" (1987).

 

¿Por qué las grandes estrellas de acción de los ochenta rechazarían un papel como éste? Muy simple. Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Jean-Claude Van-Damme, Chuck Norris no lo consideraron aptos para ellos, tan habituados a interpretar papeles rudos, de físico musculoso, de personalidad parca pero de buen corazón, pese a ser interiormente personajes que no podían ocultar una enorme soledad pese a actuar en parejas, grupos o en solitario mientras disparaban y lanzaban patadas y puñetazos a diestra y siniestra venciendo mafias, ejércitos, psicópatas o terroristas. Esa imagen fue la que se impuso en la llamada "Era Reagan". Recordemos que eran los últimos años de la Guerra Fría y Estados Unidos necesitaba nuevas figuras de ficción para defender "el sueño americano", y no con cómics de superhéroes como en los sesenta.

   

Pero, como una vez opinó el crítico de cine Isaac León Frías en la desaparecida revista TV+ de El Comercio, el personaje de John McClane "traía consigo una interesante variante sobre la figura monolítica del héroe indestructible: de físico menos corpulento y sin la dimensión heroica de sus antecesores, McClane era capaz de ironizar sobre las aplicaciones de la violencia". De esta manera, podría decirse que este personaje se convertiría en la versión más humana y realista de cualquier hombre dispuesto a hacer cumplir la ley en la vida cotidiana.

   

Claro, el personaje, en la víspera de Nochebuena, lucha por sobrevivir y salvar a su esposa y a los más de 30 rehenes del edificio Nakatomi de Los Ángeles, mientras la policía y el FBI aplican a rajatabla sus códigos de acción sin importarle el heroico, aunque involuntario trabajo de un policía de Nueva York que estaba "en el lugar equivocado y en el momento equivocado". Además de la incomprensión de sus aliados, McClane también arrastra problemas familiares: su esposa se distanció de él gracias a una suculenta oferta de trabajo en una multinacional japonesa (ficticia, por si acaso) mientras él debe encerrar criminales y obedecer a sus superiores sin jugar a ser John Wayne o "Harry el sucio".

   

Al final Bruce Willis dio la talla de manera impecable y la película cosechó un gran éxito de taquilla y de crítica; además de que originó 4 secuelas y una serie de películas que plagiaron la misma fórmula, solo que en otros escenarios: "Alerta máxima" (en el buque Missouri) y su secuela (en un tren), "Pasajero 57" (en un avión), "Muerte súbita" (en un estadio de hockey) y últimamente en la mismísima Casa Blanca ("Olympus has fallen" y "La caída de la Casa Blanca"). Claro, las 3 secuelas de Duro de matar mantienen aún la emoción y la aventura de un policía que podría ser fácil tu vecino o el wachimán de tu cuadra que debe salir de cada situación límite en la que se involucra. La cuarta secuela (ambientada en Moscú y en Chernobyl) resultó ser un fracaso de crítica y perdió buena parte de la complejidad e ironía del personaje (no la jocosidad, felizmente) y la oportunidad de explotar más la relación distante con su hijo Jack, convertido en agente de la CIA.


Afortunadamente, Willis aceptó volver a trabajar con Len Wiseman, quien ya lo había dirigido en "Duro de matar 4.0". Esta vez la sexta y última película del personaje que lo catapultó al estrellato, se centrará en los inicios de McClane como policía, mientras que paralelamente, Willis se despide de su icónico personaje ante las cámaras. Me imagino que en su lápida tendrá como epitafio la enigmática frase "Yippee-ki-yay", que constituye una expresión de jolgorio y algarabía usada por los cowboys de mitad de siglo XIX para saludarse. Sólo que él la utiliza para sacarles la chochoca a los jefes de los delincuentes. ¿Quién se encargará de la difícil tarea de interpretar al personaje siendo muchacho?


Aunque se trata de una película vista una y cien veces, "Duro de matar" o "La jungla de cristal" como la llaman en España, nunca deja de sorprender por el nervio con el que John McTiernan la dirige y con buen pulso narrativo cuidando el suspenso y sin caer en la caricatura fácil hacia con los delincuentes europeos encabezados por Hans Gruber. El británico Alan Rickman debutó en Hollywood interpretando de manera notable a este frío terrorista pero de buenos modales, hasta ahora no igualado por ningún otro actor del género. Claro, las nuevas generaciones lo recuerdan más por interpretar a Severus Snape de la saga Harry Potter. Pero nada mejor que terminar que recordando el clímax final en el que los antagonistas aluden a la película "A la hora señalada", un clásico del cine western, al cual "Duro de matar", también clásico, pero del cine de acción, rinde homenaje. La muerte del villano es uno de los más celebres de la historia del cine (después de la de Marion Crane, interpretada por Janet Leigh en "Psicosis" de Alfred Hitchcock, por supuesto).