jueves, 18 de abril de 2019

"Demuéstrenlo pues, imbéciles. Encuentren algo"


Alan Gabriel Ludwig García Pérez ha muerto de manera trágica y repentina y, siendo honesto, jamás me imaginé escribiendo este artículo en torno a su persona. Perú está consternado y los medios de comunicación en todas sus primeras páginas resaltan el hecho: unos de manera presuntamente neutral y otros con claro sesgo a favor y en contra: "Vivirá en el corazón del pueblo" (Diario La Razón, dirigido por el ex director de Diario Exitosa, Martín Valdivia) o "Era su única salida" (Diario Uno, del finado periodista rojo César Lévano). El poder de la prensa en el país es algo que ya comentamos en otras ocasiones, pero esta vez vamos a centrarnos en cómo nos marcó su figura política y su gestión, para bien o para mal.


Muchos decían en 1985 que el joven Alan era quien con su florazo propio de "encantador de serpíentes" y con su pinta de "papacito" o "Alan Damián" sería la mejor posibilidad de conducción para el país, a diferencia del moderado ex alcalde de Lima, Luis "Tucán" Bedoya Reyes o el rojo ex aprista Alfonso "Frejolito" Barrantes Lingán. Las masas no sabían de austeridad económica y reformar el Estado o decir que uno era de derecha era considerado una humillación. Lo importante para ese gobierno populista, demagogo, enfrentado al sistema financiero internacional por no querer pagar la deuda externa ("la deuda prioritaria del Estado es con su pueblo", decía Alan), era profundizar, en democracia, la revolución socialista de Juan Velasco Alvarado, algo que Haya siempre quiso hacer. Será por eso que García deseó emular a su maestro, sobre todo al intentar estatizar lo poco que quedaba de la banca privada, pero sólo consiguió llevarnos a una catastrófica crisis social, política y económica que llevó a muchos peruanos a migrar fuera del país. A ese gobierno se le conoce coloquialmente como el "Aprocalipsis".


Las nuevas generaciones no tienen la menor idea de cómo se vivió en aquella época y sólo podrían comprobarlo si tuvieran el valor de viajar a la Venezuela de Nicolás Maduro, cuya situación es similar, pero cada vez peor, ya que ahora están viviendo en una tiranía digitada desde La Habana. Cuando yo era pequeño, me crié en un Perú lleno de atentados terroristas, apagones diarios, agua marrón saliendo de los caños, huelgas, paros armados, miseria, hiperinflación, corrupción generalizada, papeleos interminables por la gigantesca e ineficiente burocracia heredada del sátrapa Velasco.

Afiche de la película "Pink Floyd The Wall" de 1979
El miedo y la desilusión marcaron a toda una generación y la izquierda optó por apoyar en masa a un chinito desconocido (un outsider) para frenar la "amenaza" que implicaba la política liberal radical del futuro Premio Nobel de Literatura como eventual presidente. Recuerdo que la propaganda política aprista alertaba de eso también y hasta utilizaba imágenes apocalípticas de la película "Pink Floyd The Wall", y todo para que se vote a favor de Luis Alva Castro. Pese a todo, Alberto Fujimori cambió el rumbo del país durante toda una década, con lo bueno y lo malo que generó su gestión, mientras el mundo también cambiaba con la caída de la Unión Soviética, naciendo así la era de la globalización. Tras la caída del "chino" en 2000, los apristas recibieron emocionados a García, quien regresó de su exilio francés y dio un discurso memorable para muchos, donde incluso citó pasajes de "La vida es sueño" de Pedro Calderón de la Barca. Al año siguiente perdió por un escaso porcentaje de votos frente al hoy prófugo Alejandro Toledo. En este punto hay que detenernos.

 

Las elecciones de 2001 fueron las primeras en las cuales yo voté y hasta hoy recuerdo cómo se criticaba la desmemoria de muchos peruanos para votar de nuevo por Alan. No obstante, García empleó dos armas que resultaron ser efectivas: 1) dirigirse a los jóvenes, quienes no vivieron su desastroso gobierno. Incluso Canal N sacó un documental titulado "1000 días de gobierno de Alan García" lleno de reportajes de la cadena internacional Univisión sobre la situación nacional de esa época. 2) Mea culpa: sabiendo que lo atacarían haciéndole recordar los desastrosos errores de su gestión, él lo reconoció hidalgamente haciendo énfasis en que le sirvió de experiencia para no repetirlos nunca más. Esto último, sumado a sus maneras casi británicas y el gesto de no picarse ante las críticas, le permitieron superar a Lourdes Flores y pasar a la segunda vuelta.

Fuente: Diario El País
Pese a no ganar la presidencia en ese momento, muchos votaron por él cinco años después para frenar al chavista Ollanta Humala. Como de costumbre, la actitud del "mal menor" hizo que más de la mitad de peruanos le diera una segunda oportunidad. Alan, en vez de atacar directamente a Ollanta, atacó a su padrino venezolano Hugo Chávez, quien tildó públicamente al fallecido ex presidente de "ladrón de cuatro suelas" y "truhán de siete esquinas". ¿Se acuerdan de todo eso? El responsable de la actual ruina de Venezuela amenazó con romper relaciones con Perú si ganaba García y hasta invocaba a Dios Todopoderoso para que el pueblo peruano elija con sabiduría, pero, como dice el segundo mandamiento "No tomarás el nombre de Dios en vano". Alan se reivindicó en cierta forma en su segundo gobierno, nos evitó la crisis financiera mundial de 2008, reformó la educación pública con su ministro José Antonio Chang, inició el litigio en La Haya para delimitar la frontera marítima del sur y Perú gozó de un período de estabilidad y relativa bonanza gracias al creciente valor de los commodities.

Fernando Olivera frente a Alan García durante el debate de la primera vuelta en las elecciones generales de 2016
Parecía que todo había salido bien, pero Humala llegó al poder e inició una guerra política, hoy agudizada por Vizcarra, contra sus rivales políticos y la costosa megacomisión investigadora encabezada por el congresista Sergio "Chamán" Tejada no encontró pruebas contra Alan, pese a la publicación del libro del "premier de la luz verde" Pedro Cateriano, titulado "El caso García", y a los resultados de la comisión Malpica por la compra de los Mirage (ver el libro "Pájaros de alto vuelo") o el cheque mostrado por el empresario Siragusa por sobornos para el tren eléctrico durante el período 1985-1990. Lo único que sirvió para golpearlo políticamente fueron los "narcoindultos" y ello repercutió en su fallido paso a la segunda vuelta en 2016, más los ataques de Fernando "Popy" Olivera en el debate televisivo.

Fuente: Diario Correo
Hasta que explotó la bomba atómica del caso Lava Jato desde Estados Unidos y muchos políticos y ex funcionarios cayeron en desgracia, pero muy pocos fueron a la cárcel, para vergüenza nacional. El fiscal José Domingo "guerrilla" Pérez, con o sin pruebas, buscaba encerrar a Alan como sea (igual que con Keiko Fujimori), aunque sea por 10 días, pero él decidió, cual samurái, quitarse la vida a sufrir el deshonor, y por ello se entiende su suicidio como una jugada para no contentar a sus enemigos políticos, sobre todo de la izquierda caviar. Su desarrollado instinto de supervivencia lo hizo adelantarse a los hechos y desnudar al gobierno a nivel internacional solicitando, sin éxito, asilo en la embajada de Uruguay y finalmente, disparándose antes que ir a la cárcel "mientras la fiscalía investiga para ver si descubrían pruebas" que lo vincularan con la Caja 2 de Odebrecht y en plena Semana Santa. Un hecho polémico, que indudablemente tiene ya repercusión en la política nacional e internacional.

Fuente: Diario El Comercio
Amado y odiado, Alan García ha demostrado ser el político más hábil, sagaz, inteligente, culto y locuaz de las últimas décadas. Por ello, Armando Villanueva Del Campo lo calificó como "el mejor discípulo de Haya De la Torre". Nunca fui su simpatizante ni me interesa ser aprista, pero es imposible negar todos esos atributos que lo pusieron por encima del promedio de los políticos peruanos. Sin duda, los apristas lo van a mitificar y los caviares estarán furiosos por no poder exhibirlo con traje a rayas dentro de una celda. El juicio de su alma no nos corresponde a nosotros. Eso se lo encomendamos a Dios y la historia se encargará de hacer lo mismo con ayuda de la perspectiva del tiempo. Mientras tanto, desde aquí transmito mis condolencias a sus familiares y allegados, deseando que esta guerra política llegue a su fin de una buena vez, al igual que toda esta estúpida polarización entre "corruptos" y "honestos".



Enlaces:
1000 días de gobierno de Alan García: https://youtu.be/8g_VAvXS1f4
El mejor discurso de Alan García Pérez: https://youtu.be/jmeNcKVb4lE

lunes, 25 de febrero de 2019

Academy book: una industria de consumo y propaganda


Al igual que el año pasado, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas se vio inundada de mensajes "progres" e indirectos contra las políticas de Donald Trump, especialmente por parte del guionista y realizador Spike Lee y su película "El infiltrado del KKKlan"; sólo que esta vez fue menos notorio y sus organizadores se inclinaron por una premiación más "amigable". Esto último podría interpretarse a raíz del reconocimiento a "Green book: una amistad sin fronteras" como mejor película. De todas las competidoras, no es precisamente la más lograda, pero sí la que más empatía despierta con la gente: la relación laboral (y posteriormente amical) entre un ítalo-americano y un negro culto en los años 60, la época de los choques raciales en Estados Unidos.


En el mes del amor y la amistad, explotado hasta el cansancio, sobre todo por quienes hacen negocios por la fiesta de San Valentín, era propicio el estreno de semejante producción dirigida por Peter Farrely (hermano de Bobby, con quien co-dirigió "Loco por Mary", "Irene y yo... y mi otro yo", entre otras comedias de humor grueso) quien debuta en solitario llevando a la pantalla la historia verídica de Tony Vallelonga y Don Shirley (excelentemente interpretados por Viggo "Aragorn" Mortensen y Mahershala Alí) y cuyo tema central gira en torno a la superación de las diferencias y al logro de la pacífica convivencia.

Fuente: Revista Semana

Pero, antes de centrarnos en la película, hay que hacer la respectiva crítica a la Academia: tras el tsunami de corrección política neomarxista que inundó la ceremonia el año pasado (ver más detalles en el artículo https://pandeazucarperu.blogspot.com/2018/03/lady-oscar.html), la poderosa industria del cine de Hollywood no logra atraer a las masas con sus discursos pacifistas, tolerantes y de "equidad de género". ¿A qué se debe eso? Pues, que la gente empieza a sentirlo como algo forzado, repetitivo, evidente y donde todo es maquillaje, sonrisas v desfiles de ostentosos vestidos y joyas por parte de ricos y famosos. Es decir, se olvidan los escándalos de Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Bryan Singer, etc. y todo sigue igual: a seguir ganando mucho dinero con producciones de superhéroes, comedias románticas almibaradas o dramas lacrimógenos.


El servicio del streaming, con toda su variedad de series, películas y documentales, muchas de ellas, de gran calidad, ha hecho que el público pierda, poco a poco, la fascinación por las grandes producciones de Hollywood, que ahora, dicho sea de paso, escasean, y pocas se convierten en grandes clásicos que inspiren no sólo las emociones, sino también el espíritu. Las películas logradas en estos últimos diez años por la gran industria suelen convertirse, a lo mucho, en pequeños clásicos o filmes de culto, incluso en películas de propaganda para ciertos sectores políticos de consumidores.


Sin embargo, el gran público, pese a seguir acudiendo a los multi-cines, se inclina cada vez más por el inmediatismo en el consumo de películas, gracias a los dispositivos electrónicos que están al alcance de la mano (tablets, laptops, iPhones, etc.) con los que, inclusive, se pueden filmar películas. La era digital ha transformado nuestros hábitos de consumo y eso también golpea a Hollywood, la cual, al igual que en los años 50 patentó el Cinemascope mostrando infinidad de péplums, ahora hace lo mismo con los personajes del Universo Marvel o de DC Cómics. En otras palabras, es una industria obligada a adaptarse a dichos cambios de consumo.


No obstante, dichos cambios se reflejan también en la manera como se presenta la ceremonia del Oscar: este año ya no hubo animador (muchas veces los chistes eran malos y sólo risibles para el público gringo), los discursos de los ganadores no concitan interés, hay que someterse al discurso del pensamiento único para que te dejen chambear ahí, y así sucesivamente, año tras año lo mismo. Eso explica la progresiva disminución de la audiencia por esta ceremonia, que sólo sirve de motivo para reunirse entre amigos aficionados al cine y comiendo algún piqueo o comida enviada por delivery (por si acaso, esto no es ninguna alusión personal).


En respuesta, la Academia anunció que piensa crear una nueva categoría para volver a captar audiencia: la de "Mejor película popular". ¿Eso significa que la de Mejor película es "no popular"? ¿Para ojos refinados o exigentes? ¿Para críticos aburridos y arrogantes? Probablemente todas las preguntas tengan respuestas afirmativas, pero lo cierto es que la industria hará lo que sea para conservar su negocio y se seguirá premiando a sí misma, volviéndose un escaparate de sus estrellas elegantemente vestidas, incluyendo hombres con atuendos poco varoniles, pero excluyendo en el camino, a muchas producciones independientes o extranjeras de gran interés por no tener el suficiente patrocinio o por no ajustarse a su agenda política, pues, como afirmaba el dictador soviético Lenin, el cine es un eficaz aparato de propaganda.


Terminamos elogiando la premiación de "Green book: una amistad sin fronteras" y su valioso mensaje a favor del respeto por el prójimo, pese a sus diferencias, y especialmente por el don de la amistad nacido entre el "Doc" Shirley y el rústico Tony "Lip" (inicialmente "Valle"). Los momentos de humor y drama son de gran calado humano y nos ayudan a sentir identificación con ambos personajes, sus logros, sus frustraciones y sus ilusiones. Es una lección para saber aprender el uno del otro y para sostenerse mutuamente en momentos de crisis, soledad y dolor, sobre todo, cuando se sufre de discriminación injusta. Después de todo, como dice el dicho "quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro".

sábado, 16 de febrero de 2019

El día de la infamia

Fuente: www.peru21.pe
¡Hasta que sucedió! Ayer se firmó el nefasto acuerdo de colaboración eficaz entre la empresa brasileña Odebrecht y el Estado Peruano, representado por los fiscales Rafael Vela, José Domingo Pérez y el procurador ad-hoc del MINJUS José Miguel Ramírez. Ahora se vendrán, con toda seguridad, los comentarios adulones aplaudiendo este acuerdo (ya se sumó Vizcarra), diciendo que es un hito en la lucha contra la corrupción, que proporcionará información valiosa y que permitirá revelar "toda la verdad" respecto de las coimas que esta empresa repartió a diestra y siniestra, como brazo económico del marxista Foro de Sao Paulo, promovido por el encarcelado ex presidente de Brasil, Lula Da Silva.


Para cualquier persona no empapada del tema, parecerá un acuerdo que permitirá la delación y el esclarecimiento de la verdad ante la escandalosa corrupción generada durante casi 20 años. Sin embargo, tenemos que decir las cosas como son: hoy, 15 de febrero de 2019, pasará a la historia peruana como el día de la infamia. Así como Estados Unidos tiene dos días de la infamia, Perú ahora tiene el suyo por primera vez. ¿Cuáles son esos días de infamia gringos? El 7 de diciembre de 1941 y el 11 de setiembre de 2001. El primero es el ataque japonés a Pearl Harbor, que motivó la declaratoria de guerra a Japón y la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial; y el segundo es el ataque terrorista a su corazón financiero y militar (el World Trade Center y el Pentágono) y que provocó la guerra contra los talibanes afganos. En el primer ataque murieron 2,500 miembros de las fuerzas armadas sin declaratoria de guerra, y, en el segundo, fueron asesinados casi 3,000 civiles de muchos países como fruto del fundamentalismo islámico y el odio a Estados Unidos.


Se dice que el almirante japonés Isoroku Yamamoto, responsable de planificar el ataque a Pearl Harbor, al enterarse de la declaratoria de guerra por parte del presidente Roosevelt, reaccionó diciendo "Me temo que hemos despertado a un gigante dormido. Su respuesta será terrorífica". Y así fue. Nunca sabremos si Osama Bin Laden dijo algo similar, pero ambos pagaron con su vida por atentar contra miles de personas, sin importar sus motivos. En el caso peruano, ¿las masas se van a revelar por esta gota que derrama el vaso? Por la experiencia de los últimos años, lamentablemente serán solo una minoría que no se deja influir por la prensa comprada y que sólo le quedará protestar, mientras la descomposición moral del país prosigue. Si algo enseña la historia es que Perú es un país fácil de desplumar, de poner de rodillas y de manipular a las mayorías escasamente cultivadas. Francamente la "página 11", pretexto para el golpe militar de Velasco, se queda enana al lado de esto.

Fuente: www.andina.pe
Como bien lo dijo el ex canciller Francisco Tudela, el monto de la reparación civil es irrisorio (610 millones de soles pagables en 15 años) y es equivalente a que "John Rockefeller le pague su propina al ascensorista del edificio donde trabaja". Y es cierto, porque Odebrecht tiene presencia en 23 países y un patrimonio multimillonario. El informe congresal Lava Jato reveló que el perjuicio económico nacional provocado por la empresa brasileña, sus consorciadas peruanas y otras empresas cariocas asciende a 15 mil millones de dólares. ¡Y la delincuencial empresa nos va a pagar sólo 180 millones! Claro, sin contar los 450 millones de soles en impuestos vigentes hasta la fecha, de acuerdo a lo exigido por la Ley 30737. Luego de eso seguirá choreando vía licitaciones arregladas y adendas, gracias a la complacencia de un Estado venal y capturado por una argolla de empresarios, políticos y "amigos" que pretenden seguir viviendo de nuestros impuestos.

Fuente: www.andina.pe
Además, el acuerdo de marras sólo comprende cuatro obras (Interoceánica sur, Línea 1 del metro de Lima, Costa Verde del Callao y la Vía de Evitamiento del Cusco). Sin embargo, Odebrecht ejecutó más de 20 obras en nuestro país, varias de ellas sobrevaloradas, entre ellos, la hidroeléctrica Chaglla (vendida ya a una empresa china), Proyecto H2Olmos, proyecto Chavimochic y, sobre todo, el Gasoducto del Sur, con el cual se favorecerá más a Chile que a la población del sur del país. Es decir, son obras faraónicas excluidas del acuerdo. ¿Por qué están excluidas? ¿No será que se busca castigar a un grupo de corruptos y dejar impunes a otros? ¡Claro, pi! ¡Si hay corruptos buenos y corruptos malos!

Fuente: www.tvopiura.com
Encima, no olvidemos que el fiscal José Domingo "guerrilla" Pérez hizo una denuncia periodística por la filtración del borrador de este acuerdo. Dijo que alguien entró a su oficina, tomó fotos del documento y lo filtró a cierto sector de la prensa (claro, sin demostrarlo). Lo cierto es que ya había sido filtrado a la poderosa ONG IDL-Reporteros en noviembre del año pasado. Pensar que el entonces Fiscal de la Nación Pedro Chávarry, víctima a diario de una nauseabunda campaña difamatoria en la gran prensa, con apoyo notorio del Presidente Vizcarra, exigió al fiscal Pérez que le muestre el borrador del acuerdo y éste se negó aduciendo que "es secreto y sólo conocido entre las partes que negociaron". ¿De cuándo a aquí un subordinado desobedece a su jefe aludiendo al secreto de un acuerdo? Era evidente que querían sacar a Chávarry y colocar a alguien dócil al gobierno, cuyo ex presidente, sin duda, está involucrado por sus negocios con Odebrecht desde hace casi 20 años.

Fuente: www.elpopular.pe
Por cosas menores, hay gente presa, mientras los peces gordos siguen alegre e impunemente haciendo sus negocios con delincuentes como Marcelo Odebrecht, Barata, Boleira, Nostre, Spinola, Queiroz, etc. Esa podría ser la razón por la que había champán en la foto en la que aparece Boleira firmando el susodicho acuerdo en Sao Paulo. Mientras tanto, Toledo y Félix Moreno siguen prófugos, Humala y Nadine sólo tienen impedimento de salida del país, igual que PPK y García y Villarán se mueve oronda y feliz en círculos pitucos. Keiko Fujimori es la única que está con prisión preventiva por... recibir aportes de campaña y nunca haber sido elegida autoridad. Claro, este caso lo fundamentó el fiscal Pérez (con amplia cobertura mediática) basado en la tesis de la "organización criminal creada para lavar activos una vez convertida en gobierno". Como si tuviera una bola de cristal o quisiera imitar a Tom Cruise en la película "Sentencia previa". Lo cierto es que las penas se aplican a hechos y no a suposiciones. Algo que bien saben incluso los estudiantes de Derecho.


Impunidad asegurada, persecución a los enemigos políticos de quienes hacen negocios con el Estado y ganancias aseguradas con nuestros impuestos, pues Odebrecht demandó ante el CIADI a Perú por 500 millones de dólares y ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo por 2,000 millones de dólares por "incumplimientos contractuales". ¿Creen acaso que vamos a ganar? Ni siquiera Perú se supo defender ante la CIDH por las indemnizaciones a terroristas. El presidente Iván Duque decretó la expulsión de esta empresa, manifiestamente corrupta, de Colombia. ¿Nosotros seguiremos con la humillada cerviz agachada? El futuro de nuestra patria se torna negro y el radicalismo ganará adeptos si seguimos anestesiados o haciéndonos la vista gorda. De cada uno depende reaccionar o salir del país, no como emigrantes, sino como refugiados.

domingo, 25 de noviembre de 2018

El valor de la consagración


Es esperanzador ver que sigue en la cartelera limeña la película “Fátima: el último misterio”, producida por la española Goya Producciones, especialista en la realización de documentales católicos de gran valor apologético. Inicialmente iba a estar una semana en la cartelera, tal como ocurrió con el documental “Para Francisco: un hombre de palabra”. Sin embargo, ante la ausencia de publicidad en los medios masivos, los mismos católicos nos organizamos para correr la voz y llevar a más y más personas a las salas de cine de la cadena Cinemark (mi gratitud para ella desde este artículo) y así se pudo extender su permanencia en la cartelera comercial. La misma experiencia ocurrió en España con el documental “La última cima”, primera obra de Juan Manuel Cotelo.

   

Y es que los temas religiosos no son del agrado de la mayoría de productores, directores, guionistas o estrellas de cine, quienes, muchas veces envueltos en ese mundo de seducción, avaricia, arribismo, lujuria, chantajes y vanidad, la Palabra de Dios y las enseñanzas de su Iglesia no son de su agrado. Pero ¿cómo lo va a ser para quienes viven justificando el pecado? Incluso buena parte de la crítica cinematográfica hace hincapié en calificar de proselitista o moralista cualquier película con contenido cristiano, por más que esté bien realizada en el plano artístico y técnico. “Fátima: el último misterio” es el ejemplo más notorio dentro de nuestra cartelera comercial.


¿Por qué tanto énfasis en esta película? Muy simple: por la importancia de la consagración de una nación, de una familia y de cada persona a Cristo por medio de María. Ese acto fue lo que salvó al mundo de la destrucción total durante el siglo XX. Ver esta película dirigida por Andrés Garrigó y Pablo Moreno, ayuda a muchos a conocer detalles de la historia universal de los últimos 100 años para entender cómo llegamos hasta la situación en la que ahora nos encontramos. Quienes son apasionados de la historia la disfrutarán, e incluso, quedarán sorprendidos con algunos detalles explicados por los respectivos especialistas. Sin embargo, los mensajes de la Virgen María sobre la necesidad de oración, sacrificio, arrepentimiento de los pecados y retorno a Dios para lograr la paz y evitar la condenación eterna de muchas almas son lo que trasciende el espacio y tiempo, debido a su permanente actualidad.


Consagrarse a Jesús por medio de María consiste en renovar las promesas de tu bautismo, de manera libre y voluntaria, después de un período de formación y catequesis llevado a cabo por misioneros y sacerdotes. Existen parroquias que ofrecen estos cursos siguiendo las instrucciones dadas por San Luis María Grignon de Monfort en su libro “Tratado de la verdadera devoción”, publicado en el siglo XVIII, perdido y reaparecido dos siglos después. Si te desvías del camino por diferentes enemigos (mundo, carne o demonio) María es la que se encarga de “enderezarte” para que tu recorrido vital sea el correcto, sin importar las veces que hayas tropezado en el camino.


La consagración del mundo a María Santísima en comunión con el episcopado mundial y con expresa mención de Rusia, que sor Lucía solicitaba a cada pontífice es la clave para poder entender el cambio del curso de la historia. De haber atendido este pedido a tiempo, muchas tragedias pudieron evitarse, pero Dios saca bendiciones de los errores, porque nada lo detiene en su afán por salvar a sus hijos. María no es un personaje bíblico más. Su importancia en la historia de la redención del género humano es trascendental, dada su condición de “Theotokos” (Madre de Dios, dogma de fe). Y si Cristo, siendo Dios, se guardó lo mejor para el final, es decir, entregárnosla a ella como Madre, por qué entonces desconfiar de sus consejos maternales. Su protección es permanente y poco a poco transforma la vida de quien se consagra a su hijo. Si el propio Dios quiso tener una mamá y te regaló a ella misma como madre espiritual, su protección, consejos y enseñanzas a un consagrado transforman su vida sorprendentemente. Quien escribe esto da fe de ello.


Dios no salva a ningún alma si ésta no se abre a su plan de salvación. Como el más ilustre de los caballeros, Él respeta por amor la libertad de cada hijo suyo, pero nunca va a dejar de tocar las puertas de tu corazón para que te llene con su paz en medio de las tribulaciones de la vida. Y si lo hace por medio de su madre, es un plus adicional para poder perseverar en su amor. Por eso, es conmovedora y realista la historia que se narra en la película junto con sus respectivos detalles: la madre montadora profesional, su fe perdida y su necesidad de recursos, su hijo que rezaba el rosario junto a la abuela cuando vivía, los amigos que volvieron tras peregrinar a Fátima, la cadena de coincidencias históricas entre los avisos, profecías cumplidas y pedidos de la Virgen a los pastorcitos Lucía, San Francisco Marto y su hermana Santa Jacinta, etc.


La consagración es una bendición especial que puede cambiar tu vida y la de tu entorno. Vivir en ella es exigente, pero para ello la preparación te ayudará a llevar una vida de oración, frecuencia de los sacramentos, lectura y meditación de la Palabra y práctica de la caridad, para brindar así un testimonio de fe coherente que irradie alegría a todo el que se cruce contigo. El signo para reconocer a un consagrado es cuando lleva colgada la Medalla milagrosa (la misma que Santa Catalina Labouré pidió diseñar a pedido de María). Independientemente de la sintonía que cada alma tenga con una de la gran variedad de comunidades católicas para perseverar en la vida cristiana, la consagración le ayudará a amar más a Cristo y a María.


Incluso la consagración puede proteger a una nación de muchos males, pues estamos en una guerra contra seres espirituales caídos por su soberbia contra Dios y no contra seres humanos. Así como San Juan Pablo II llevó a cabo con fidelidad el pedido de nuestra Madre de la consagración mundial en 1984, es recomendable que solicitemos a todos los obispos de nuestro país renovar la consagración de nuestra nación. Es por ello que desde aquí se propone llenar el enlace situado al final del artículo. Mientras más gente lo firme (y rece), mayores posibilidades habrán de proteger nuestra patria contra los males espirituales e ideológicos que hoy nos acechan. Hace 100 años fueron el nazismo y el comunismo. Ahora lo son la cultura de la muerte y el marxismo cultural. Aprovechemos esta gran oportunidad y hagamos realidad las palabras de María: “Al final mi Inmaculado Corazón triunfará”.

https://docs.google.com/forms/d/1j542KH2D-MafyNYDNZ3JIfX322XkmEeOFw6xW2tDHp4/viewform?edit_requested=true

viernes, 16 de noviembre de 2018

El género y la gran prensa


El jueves 15 de noviembre se llevó a cabo la segunda marcha Con mis Hijos no te metas y, nuevamente, la acogida fue mayoritaria, pese a ser un día laborable. No cabe duda que nuestro pueblo quiere no sólo mejoras en su nivel de vida (economía, seguridad, salud y servicios públicos y privados), sino una educación con valores y principios inspirados en la fe cristiana, las cuales forjaron la identidad y el alma de esta nación. De haberse llevado a cabo la marcha el fin de semana, el flujo de gente hubiera sido abrumador, pero es probable que se haya querido escoger un día laborable para ir despertando el interés de quienes van a trabajar al Cercado de Lima, al igual de quienes viven sus vidas teniendo desconocimiento del tema.


Por supuesto, son escasos los medios que dieron cobertura a esta marcha que se desarrolló también en 28 ciudades del país. Por ejemplo, el Decano de la prensa peruana fue el único que anunció esta marcha en su primera página, pero recién en la página 14 (¡escondida y minimizada!) se dedica unas pocas palabras, resaltando el hecho que hayan ingresado a la plaza San Martín grupos minúsculos de promotores del "enfoque de género" y promotores de la agenda LGBT. Se les podía distinguir por su bandera del arco iris, sus "tolerantes" gritos fuera de lugar con megáfonos y tambores y rodeados de policías para evitar agresiones lamentables. De haberse producido un solo conato de agresión, ahí sí hubieran dado harta cobertura los grandes medios y con todo lujo de detalles.


Esto no es más que una muestra (otra más) de que a la gran prensa (que está perdiendo lectoría en diarios debido al internet y a las redes sociales) le convenía que el Tribunal Constitucional se tumbara la "Ley Mulder", pues en ningún país institucionalizado se paga a cada empresa periodística entre 15 y 20 millones de soles mensuales para dar "publicidad estatal" a las obras del gobierno. Contando con esa suculenta mermelada y sueldos dorados que les permiten vivir una vida cómoda (nos encantaría también a los pobres mortales), no publicitan, como se debe, un evento masivo donde la ciudadanía ya expresó su repudio a la infiltración de la ideología de género en la currícula escolar.


En su lugar, ¿qué noticia era más "relevante"? Muy simple: el pedido del fiscal Pérez de impedimento de salida del país para Alan, la prisión preventiva impuesta por el juez Concepción contra los asesores de Keiko, el manoseo del congresista Mamani a una aeromoza de LATAM, la confirmación de detención contra el juez Hinostroza en Madrid, el berrinche de Yahaira, la derrota de Perú ante Ecuador en un partido amistoso durante el "día del hincha peruano", y demás noticias de "trascendencia" para el devenir de la especie humana que nos repiten todos los días sin descanso.

Este bombardeo de las mismas noticias, realizado al unísono y sin resaltar el deseo de los consumidores de saber más de temas que son necesarios para el devenir histórico del país, revela el carácter mercantilista (y corrupto) de la gran prensa. Gracias al milagro del internet y de la prensa independiente, contamos con voces disidentes al discurso alineado con la corrección política, lo cual genera vergüenza en muchos consumidores que no se atreven a expresar su desacuerdo con el pensamiento único por el temor a ser etiquetados de retrógrados, machistas, ignorantes, homofóbicos y demás declaraciones de amor.


A pesar de lo anterior, la manifestación del jueves revela que las opiniones conservadoras en el país gozan de buena salud y están en permanente actualización ante los intentos del actual gobierno de adoctrinar a los niños en los colegios públicos (como lo hicieron las dictaduras nazi y comunista), presionar a los docentes, manipular el lenguaje con términos inocentes como "enfoque", "igualdad", "equidad" y "no discriminación", pues el lenguaje es el arma perfecta para dominar a las mentes menos cultivadas. La infiltración de esa táctica de manipulación se está llevando a cabo en Perú a través de campañas sistemáticas en las redes, financiamiento externo e interno de ONGs sin rendir cuentas al Estado, modificación de normas de rango infralegal (ordenanzas municipales, resoluciones administrativas, vice o ministeriales, etc.), o sentencias de tribunales internacionales que obligan a un país a plegarse a una visión ideológica y doctrinaria dominante, usando de pretexto la "jurisdicción supraconstitucional", atentando así contra la Constitución y nuestra soberanía.


Sobre esto último, la conocida abogada Beatriz Mejía denuncia con frecuencia la presión internacional de poderosos organismos políticos, aliados con multinacionales, para que nuestro país se adecúe a las políticas de "igualdad de género" y así poder recibir ayuda financiera internacional y, de esa forma, consolidar una nueva colonización del país. El actual presidente se ha plegado a esa agenda y cinco de los ministros de su gabinete también (Educación, Salud, Cultura, Mujer y Desarrollo e Inclusión Social). Basta escuchar la repetición de la mentira de la inexistencia de la ideología de género por parte del ministro del "arroz con leche feminista" Daniel Alfaro, como el año pasado lo hizo también Marilú Martens. Ellos no son los únicos: gente de Chollywood, periodistas caviares, congresistas de izquierda y hasta Duberlí Rodríguez (ex presidente del Poder Judicial) se sumaron a ese discurso monocorde.


Por todo lo anterior, es reconfortante saber que hay mucha gente que no actúa como ovejas guiados por falsos pastores (ideológicos). La presencia de políticos y autoridades como los congresistas Olaechea, Bartra y Galarreta, líderes de opinión como Butters, Rosas y sobrevivientes a la ideología de género como Fernando Ñaupari dan aliento a la población para no sucumbir ante la presión del marxismo cultural, por más que se disfrace de ciencia y hasta de maestrías en "estudios de género". Lo ideal es que la información sobre los orígenes, evolución, desarrollo y consecuencias de esta ideología en los países donde echó raíces, al igual que la identificación de sus promotores y sus estrategias en todo el mundo sea materia de estudios, pues la información bibliográfica y seria sobre el tema es enorme y apasionante. Dejamos eso como idea para defendernos como sociedad y no limitarnos a las marchas o a hacer activismo en redes. Nuestras familias, nuestra educación y nuestra sexualidad son tan valiosas como para dejarlas en manos de una minoría antiperuana.

domingo, 21 de octubre de 2018

¡Gracias, Carlos Boloña!


En medio de todo el chongazo mediático desatado por los caviares y sus medios de comunicación monocordes, producto por la sospechosa fuga del juez César Hinostroza Pariachi, hasta su detención en España y de la liberación de Keiko Fujimori Higuchi por la Sala penal encargada de resolver la apelación de su detención preliminar ordenada por el juez Richard “copy-paste” Concepción Carhuancho, apareció una noticia triste para el mundo de la economía y las finanzas nacionales: falleció en Estados Unidos, víctima de un cáncer, el ex ministro de economía Carlos Boloña Behr.


Pocos jóvenes saben quién fue este señor, pero dada la escasa repercusión que tuvo esta noticia, me veo en la obligación de escribir una pequeña clase de historia económica de Perú para poder entender la trascendencia de su figura. Aquí no se va a hacer énfasis en sus errores personales, acusaciones fiscales, persecución política en su contra, responsabilidad civil o penal por los diferentes procesos que tuvo que afrontar tras el ascenso al poder del hoy prófugo Alejandro “sano y sagrado” Toledo Manrique. De eso se han ocupado hasta el cansancio los medios izquierdistas como La República, Hildebrandt en sus trece, Diario Uno, etc. Claro, el doctor Boloña no se quedó nunca callado y se defendió explicándolo todo en sus columnas periodísticas aparecidas en los diarios Expreso, La Razón y El Comercio, incluyendo sus libros de economía que citaremos en este artículo.


En 1990 Perú era un Estado fallido: corrupción generalizada, burocracia dorada por doquier, insoportable tramitología, colas interminables para comprar pan o leche Enci, apagones por la voladura de torres eléctricas, escasez generalizada de productos básicos, hiperinflación de 7,600%, cero reservas internacionales netas, migración y desempleo masivos, paros armados, atentados terroristas diarios, pérdidas millonarias en infraestructura, casi 20 mil personas asesinadas por Sendero Luminoso y el MRTA (“guerrillas” según el fiscal José Domingo Pérez), etc. Es decir, Perú era casi otra Venezuela en lo económico y en lo social. Todo ello, producto de la revolución socialista del resentido Velasco, la ineptitud de Belaúnde y la corrupción escandalosa de García.

 

Para derrotar estos graves flagelos, el "outsider" Fujimori se rodeó de políticos de tendencia liberal e impuso el shock económico, programa de gobierno que Mario Vargas propuso en su gestión, al carecer de uno propio. De esa manera, anuló todos los subsidios y colocó los precios de los productos a sus valores reales. Una medida dolorosa, pero necesaria para devolver la estabilidad económica al país. Lo mismo que hizo el destacado economista Pedro Beltrán Espantoso a inicios de los años 60. Muchos aún recuerdan el mensaje a la nación dado por el entonces ministro Juan Carlos Hurtado Miller, recibido primero con sorpresa, y luego con desesperación, pues no se sabía con exactitud los resultados. Pese a los consiguientes intentos de saqueo y desestabilización, las necesarias medidas de ajuste se mantuvieron firmes.


La salida de Hurtado en febrero de 1991 dio paso al economista Boloña, magíster por la Universidad de Iowa (Estados Unidos) y doctor por la Universidad de Oxford (Inglaterra), el cual, inspirado en el citado Pedro Beltrán, aplicó un fuerte programa liberal apoyado por el FMI y el Banco Mundial: reducción de aranceles, eliminación del resto de subsidios, flotación limpia de las tasas de interés y del tipo de cambio, abolición de la estabilidad laboral absoluta y simplificación del sistema de impuestos vigente hasta ese entonces, fueron algunas de sus principales medidas. La SUNAT y la Superintendencia Nacional de Aduanas (varios años después fusionadas) se convirtieron en organismos clave en los ingresos del Estado. Se creó el sistema de inversiones privadas en fondos de pensiones (las AFPs), se creó el OSIPTEL y el INDECOPI (aunque Boloña después se arrepintió por su progresiva burocratización), se renegoció la deuda externa del país con los organismos multilaterales de crédito y, sobre todo, se privatizaron numerosas empresas estatales que sólo reportaban pérdidas por miles de millones de dólares cada año.


Independientemente de los resultados mostrados por el informe final de la Comisión Diez Canseco que investigó en 2002 el proceso de privatizaciones durante el primer gobierno de Fujimori, los indicadores de inversión extranjera comenzaron a crecer de manera vertiginosa: 11.1% en 1993, 33% en 1994 y 20.2% en 1995. El nuevo marco legal dado por la Constitución de 1993 hizo florecer el atractivo para invertir en Perú. Lamentablemente en los años siguientes no se continuó con ese ritmo, debido a que no se efectuaron las reformas de segunda generación que eran necesarias para lograr una mayor libertad económica. Ni siquiera con el “gobierno de lujo” encabezado por el financista Pedro Pablo Kuczynski.


Los resultados saltan a la vista. Aquí tenemos ejemplos de privatizaciones: • Aeroperú se vendió a Aeroméxico; • CPT y Entel Perú se vendieron a la Telefónica de España por 2,000 millones de dólares; • Electrolima se transfirió a Edelnor y Luz del Sur (de accionistas españoles y chilenos); • Banco Continental fue comprado por Banco Bilbao Vizcaya Adventaya (BBVA); • El proyecto del gas de Camisea fue entregado a dos conglomerados extranjeros encabezados por dos firmas argentinas.


Aquí tenemos también algunos ejemplos de fusiones o participación de capitales privados con empresas también privadas: • Banco Wiese, fusionado con el Banco de Lima; • Banco Mercantil comprado por el español Santander; • Inca Kola fue comprada por la estadounidense Coca Cola. De esta manera, los principales países que apostaron por nuestro país son España, Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Panamá, Chile, Canadá, China, Japón y Suiza. Sin dejar de mencionar la apertura a la inversión en actividades mineras (por ejemplo, la privatización del proyecto de cobre Antamina por 1,320 millones de dólares). Y así…


Gracias a la notable gestión de Boloña, los peruanos podemos hacer fortuna en nuestro país, comprar un lote de terreno, comer carne, invertir nuestros ahorros en los más atractivos negocios, cambiar de auto o camioneta cada año, estudiar en universidades privadas de calidad, etc. Esto debe ser enseñado a los pulpines para desasnarlos ante tanta ignorancia acumulada por la irresponsable dejadez de muchos de sus padres, porque todo lo han tenido fácil y les encanta dar la contra. Con Toledo, García, Humala o Kuczynski ¿hubieran podido jamear en un Pizza Hut, KFC o Domino’s Pizza? ¿Hubieran podido comprarse un celular con conexión a internet de Movistar o Claro o una laptop de Lenovo o una computadora IBM con su impresora Hewlett-Packard? ¿Viajarían en Audis, BMWs, KIAs o cualquier camioneta full equipo manejada y pagada por sus viejos? ¿Hubieran podido estudiar en la San Ignacio de Loyola, la del Pacífico, la UPC u otras universidades pitucas? ¿Aportarían parte de su sueldo a AFP Integra, Prima AFP, AFP Hábitat u otra similar?


La respuesta a todas ellas es un rotundo no. Ahora lo hacen con toda naturalidad. Todos estamos acostumbrados a eso y no valoramos lo mucho que costó crear las condiciones para disfrutar de esos servicios y generar riqueza. En la época de carestía que fueron los 70, los 80 e inicios de los 90, Perú daba lástima y, ahora, pese a la crisis política que estamos viviendo, no debemos permitir que lo logrado después de años y esfuerzos se destruya por acción de la izquierda caviar o antisistema enquistada en los grandes medios de comunicación. Boloña pensó primero en su país y tuvo que enfrentar, junto a su familia, amenazas de muerte por parte de los terrucos, además de una feroz persecución judicial y política de por vida, y el ser despojado del control de la universidad que fundó con su entonces compadre Raúl Diez Canseco Terry.


Todo eso lo podemos comprender en sus libros “Experiencias para una economía al servicio de la gente”, “Lecciones de economía”, “De Paniagua a Toledo, de la confusión al caos” (partes 1 y 2) y sobre todo “Cambio de rumbo”. Él no se hacía problemas cuando pirateaban sus libros y los canillitas los vendían en la calle o durante la luz roja del semáforo, pues lo que en el fondo le interesaba, era que la gente los leyera y entendiera su filosofía de la libertad económica de la que ahora disfrutamos y que surgió en Inglaterra con Adam Smith.


Desde aquí mi homenaje a un hombre que nos ayudó a cambiar la economía de nuestro país para bien, porque para levar a cabo una obra titánica como esa en un país destrozado y en la miseria no es para minimizarla. Como bien decía la canción de su campaña electoral de 2001 "¡Hay que tener... Boloñas, Boloñas, Boloñas..., para que siga lo bueno y lo malo no vuelva jamás!". Mis condolencias a su esposa Sylvia y a sus hijas Bárbara, Daniela, Carla y Johanna (la conductora televisiva de fútbol, sí, ella misma), pues Perú ha perdido a un prominente economista cuya obra puede palparse cada día, cuando hacemos todo tipo de operaciones comerciales. Su memoria, minimizada por los mezquinos grupos mediáticos y políticos, debe ser recordada y honrada para que las reformas económicas que emprendió durante su gestión no se detengan. El sistema ha demostrado que funciona, pero puede ser perfeccionado. Carlos Boloña Behr, ¡gracias! Descansa en paz.