viernes, 24 de abril de 2020

Recordando al cólera

El pescado fue portador del cólera. Fuente: peru.com

En los últimos 30 años se produjeron diferentes brotes de epidemias originadas por comidas en mal estado o por contacto con animales enfermos o infectados con nuevos virus. Los expertos nos ayudan a recordar sus nombres, Gripe porcina, AH1N1, ébola, SARS, etc. Todos ellos causaron estragos y fallecidos en distintas partes del mundo. Ahora que el COVID-19 se ha convertido en una pandemia y el actual gobierno decretó el estado de emergencia para frenar los posibles contagios, todo el mundo comparte mensajes de prevención de carácter sanitario o videos o memes de contenido espiritual para ayudar a los enclaustrados connacionales a no desanimarse por no poder salir y a aprovechar de manera ingeniosa esta situación.

Picos de incidencia de cólera por países en el tiempo. Fuente: slideshare.net

Resulta especialmente significativa para los católicos, pues coincide con la temporada de la cuaresma, a pesar de no poder asistir a sus diferentes oficios religiosos. No hay duda que las lecciones que se aprenderán de esta incómoda experiencia serán valiosas para el futuro, pues no se limitan a desnudar el descuido de muchos gobiernos en materia de sanidad. Implica un reconocimiento al teletrabajo, y a la importancia de la comunicación entre los miembros de una familia, distribución de labores, previsión, calma, fe y más valores que quedan evidenciados cuando todos cooperan en hacer desaparecer la pandemia.

Afectados por el cólera. Fuente: perusumaq.com

Para quienes gozamos de buena memoria, hace casi 30 años, sucedió en nuestro país una situación muy parecida, pero que resultó ser trágica para muchas personas: la propagación del virus del cólera. Así como hoy se llevan a cabo campañas de concientización a través de los medios de comunicación en favor de un mejor cuidado de la salud a través de las redes sociales, en esa época sólo había llegada a través de la prensa escrita, la radio y la televisión. Incluso artistas famosos como Yola Polastri y Micky Gonzáles, cada uno con su estilo, se prestaron a favor de la campaña (lavada de manos, sancochado de verduras, hervido del agua, etc.). Fue mi primera experiencia en lo referido a la importancia del cuidado diario de la salud.


El pescado fue portador del cólera, así como ahora lo son las gotas producto del estornudo, presuntamente por estar en contacto con alimentos contaminados con los residuos de los murciélagos de los tejados de las casas de los habitantes de Wuhan, China. Esto, sin duda, inspirará a muchos artistas a explotar el tema en el futuro como Hollywood lo hizo en el pasado con las cintas "Epidemia" (contacto en la antigua Zaire con un mono infectado con un virus ficticio llamado motaba) y "Contagio" (carne de cerdo contaminada curiosamente con excrementos de murciélago, también en China). La vacuna tardará años en probarse y distribuirse, por lo que nuestros hábitos de consumo se verán alterados, gracias a una mayor conciencia de estar siempre limpios, siempre y cuando no se caiga en la paranoia colectiva de ver gérmenes hasta en los sueños.


Vamos a hacer memoria sobre el tema del cólera transcribiendo un artículo de la colección El Siglo XX de El Comercio (2001), el cual nos ayudará a tener idea de lo que se vivió y de cómo el primer gobierno de Alberto Fujimori tuvo que hacer frente a esta epidemia, pese a las limitaciones económicas y a la guerra contra el terrorismo que hicieron que el país viviera una dura prueba de la que afortunadamente, el pueblo peruano salió fortalecido.

El diario El Comercio informó sobre la epidemia de esta manera. Fuente: elcomercio.pe

El cólera flagela la salud del Perú

Uno de los hechos que marcaron los inicios de la década del noventa fue la epidemia de cólera que asoló principalmente la costa peruana en 1991. La enfermedad se propagó a un ritmo alarmante, afectando no sólo a la población, sino a las industrias pesqueras y de exportación.
Los primeros reportes sobre la enfermedad del cólera se dieron en enero de 1991 en la zona norte del Perú, específicamente Piura, Chancay y Chimbote.
La rápida expansión de la epidemia se debió al ambiente favorable que encontró en la realidad del país: gran parte de los pobladores sufrían de desnutrición crónica, vivían en deplorables condiciones de salubridad y carecían de servicios públicos.
También agravó la situación el aumento de la pobreza producto del desempleo en la mayoría de la población.
El cólera atacó en mayor proporción las áreas urbanas más pobres, especialmente los pueblos jóvenes. Los casos registrados en los estratos medios y altos de la sociedad casi no existieron.
En febrero, a pesar de la rápida propagación del mal, con 20,000 casos registrados, el gobierno tardó en establecer organismos para combatir la enfermedad. Poblaciones de varios pueblos jóvenes hicieron oír su voz de protesta en demanda de medidas para contrarrestar la epidemia y una mayor atención a las campañas de saneamiento.

Virus del cólera visto por el microscopio

El 8 de febrero, semanas después de iniciado el mal, el gobierno declaró el estado de emergencia sanitaria por 120 días. Dos días más tarde se registraron casos en Huaraz, Cajamarca y Chiclayo, luego el mal se expandió en Lima. A fines de este mes, se conformó en Chimbote el Comité Único de Lucha contra el Cólera, bajo la presidencia de monseñor Luis Bambarén. El Ministerio de Salud pidió a la población que no comiera pescados ni mariscos, pues aquellas especies marinas estaban contaminadas con el mal. Asimismo, recomendó que el agua se bebiera cocida. La Organización Panamericana de Salud, por su parte, creó un grupo de trabajo de emergencia. En marzo, a pesar de los esfuerzos por combatir el mal, el Ministerio de Salud anunció que había ocurrido un rebrote de la enfermedad.

Personal de emergencia en el aeropuerto Jorge Chávez. Fuente: noticiasser.pe

En Lima, la Unidad de Salud Lima Sur en colaboración con las ONG y municipios, conformaron una comisión plural para la lucha contra la epidemia. El 5 de abril, el gobierno creó la Comisión Multisectorial Nacional de lucha contra el cólera. Para octubre de 1991, si bien la epidemia ya estaba controlada en la costa, aún quedaban rezagos en sierra y selva.
Lima fue el departamento en donde hubo el mayor número de casos, seguido de La Libertad, Piura, Ancash y Lambayeque. Los departamentos de la sierra sur casi no conocieron esta enfermedad. Apurímac, hasta mayo de 1991, había tenido sólo 2 casos. Lima, en cambio, ya contaba unos 76,000 casos.

Virus que dieron lugar a epidemias en diversas partes del mundo.

En la sierra central y sur el brote fue de corta duración, sin duda por la relación que existió entre epidemia y clima, pues el virus no toleraba el clima frío. En la sierra norte sí fue más alarmante, siendo Cajamarca el departamento más afectado. En la selva, sólo a fines de abril se registraron los primeros casos. Fue en San Martín, en donde meses atrás un terremoto había arrasado Rioja y Moyobamba.
A pesar de las cifras alarmantes, la mortandad fue baja. En Lima, hasta mayo, de los 76,000 casos conocidos se registraron sólo 176 fallecidos. Cajamarca tuvo el mayor número de muertes; 376 fallecidos de 8,000 casos reportados. En 1991 fueron afectadas 322,562 personas y murieron 2,909.

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